ENAMORADO DE UN ROBOT

♡Capítulo No 11♡

Ya era de día y Saint continuaba observando la manera en que Zee se ocupaba de la limpieza de su jardín sin pedirle ayuda, esa mañana no le preparó el desayuno como de costumbre, ni lo invitó a ducharse con él, es más... ni siquiera le había dirigido una palabra o una mirada.

Él ya no podía más, sentía la lejanía de Zee siendo demasiado obvia para seguirse negando a creer que tal vez sabía algo.

Estaba aterrado de descubrir al hombre amenazante y peligroso que Mew le describía. No quería ocasionar un problema y tampoco quería que Zee tuviera un mal recuerdo de él cuando tuvieran que separarse, porque bueno... ser una pareja de verdad, no era una posibilidad ¿Cierto? ¡Claro que no! Zee lo patearía fuera de su casa registrándolo en esa terrible lista de personas que le mintieron.

Cualquier posibilidad era mala, así que apretó las manos con fuerza y se acercó hasta él tocando su hombro.

-¿Podemos hablar?

-Cuando termine de limpiar el jardín lo haremos, ve adentro.

-Tengo que decirte algo muy importante.

-No hace falta- el pelinegro sonrió con sarcasmo y dejó cualquier cosa que tenía en las manos para tomarlo por el brazo y jalonearlo con fuerza hasta el auto-. Sube- Saint pudo notar que el tono de su voz era diferente a cualquier otro con el que le había hablado.

Durante el camino, Zee puso música a todo volumen, Saint se removía incomodo en el asiento y lo miraba ir acelerando como si estuviera furioso. Ese Zee definitivamente daba miedo.

Saint se lamía los labios tratando de hablar, pero no había forma de iniciar una conversación con alguien que parecía fuera de sí.

Luego de casi cuatro horas, Saint reconoció el camino, estaban por llegar al laboratorio de Mew. Sintiendo una punzada en la cabeza intentó decir unas palabras y Zee subió el volumen de la música al máximo.

Se estacionó haciendo que sus llantas rechinaran muy fuerte sobre el asfalto y se bajó del auto azotando su puerta para luego abrir la de él y hacerlo bajar con estirones y fuerza innecesaria apretando su brazo.

-¿Por qué estas tan enojado? Te lo iba explicar- un intento desesperado por buscar su mirada, Zee ya ni siquiera le respondió.

Tocó el timbre un montón de veces y cuando Mew respondió, Zee sólo grito "De inmediato, déjame entrar" y la puerta automática de la entrada se abrió.

Cuando llegaron a la sala de estar, Zee lo arrojó con mucha fuerza y Saint tropezó derribando una de las llamativas plantas que Suppasit tenía como decoración.

Fue Mew quien le ayudó a ponerse de pie.

-Zee, puedo explicarte.

-Me regresas mi dinero, o destruyo todo lo que tienes en tu laboratorio ¿Cuál de las dos opciones te agrada más?

-Zee, espera- Saint trató de hablar. Aún no podía creer que el hombre con quien llevaba más de dos meses viviendo, fuera la misma persona que justo ahora, parecía dispuesto a matar a alguien o a destruir todo a su paso.

-Tú ni siquiera pienses en hablar. Por favor- Zee rio-. Debe haber sido muy entretenido ver que soy tan idiota para creer una farsa.

-Desde el primer día intente decírtelo, pero...

-Como sea- Zee lo volvió a interrumpir-. ¿Entonces Mew? ¿Tú respuesta?

-Zee, nosotros en verdad creamos lo que me pediste, pero Saint tuvo un accidente en el camino. Él es un buen chico y...

-¿Entonces no tienes una respuesta?- vaya momento más escalofriante. Saint ya no sabía si la emoción que estaba experimentando era miedo, o tristeza de saber que ese hombre del que se había enamorado podía llegar a esos extremos y reflejar tanto odio con esos ojos que muchas veces lo miraron con cariño.

-He reiniciado la elaboración de un androide con las especificaciones que solicitaste, si me esperas diez días, lo tendré listo.

-No me interesa esa petición.

Hubo muchísima tensión.

-Te devolveré el dinero, en seguida transferiré todo lo que pagaste.

-Bien- Mew había cedido a entregar el dinero. Zee se dio la vuelta y Saint decidió hacer un último intento por hablarle. Cada emoción que sintió por ese hombre, fue honesta y no podía solo dejarlo ir y qué pensará que fue una especie de plan para molestarlo.

Así que corrió tras él y Lo detuvo tomando su mano, provocando que Zee se girara para mirarlo y apartarlo nuevamente.

-Soy un humano, uno que se enamoró de ti. Soy alguien real, alguien que tiene sentimientos, deseos, sueños. Y en cada uno de estos apareces tú. Nunca se trató de un plan ni nada. Soy una persona común y corriente que ya no está segura de poder vivir lejos de ti.

Quizá en un pasado, él mismo hubiera pensado que un discurso como ese no era más que una palabrería cursi, pero ahora era diferente. Era cierto que cuando estas enamorado podrías hacer cualquier tontería.

-¿Una persona común y corriente? No me hagas reír Saint, sólo eres un mentiroso, alguien que se divirtió viendo la forma en que realmente creía en lo asombrosa que podía ser la inteligencia artificial.

-Dijiste que me amabas ¿No es bueno que ames a alguien que es real? Alguien que te corresponde y que...

-Suficiente. Deja de decir estupideces- Zee se apartó de él con ese comentario final y regresó hasta su auto. Ya no habían motivos para perseguirlo, así que Saint solo pudo verlo alejarse y admitir que enamorarse de alguien como él y en circunstancias como esas, no había sido más que algo accidental. Tal vez lo superaría con el tiempo.

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