♡Capítulo No 1♡

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—¡Doctor! Buenos días— Saint apareció, como siempre, a su hora de entrada.

Hace un año que Mew se había animado a contratar un ayudante y estaba bastante satisfecho con Saint. No le pagaba mucho, pero tal parecía que su ayudante se divertía apoyándolo en cada uno de sus proyectos.

Saint colocó su mochila sobre el sofá de la sala y ambos caminaron hasta el laboratorio. Antes de entrar, se colocaron su bata blanca.

Saint al ser tan joven, llegaba directo a terminar lo que dejó pendiente el día anterior, tomó unos desarmadores y se dirigió a su mesa de trabajo para continuar lo que estuvo haciendo, sin embargo Mew lo detuvo y lo miro para explicarle qué era lo que tenían que hacer ahora.

—Tengo una petición de Zee Pruk— los ojos de Saint se abrieron con extrema amplitud, la última cosa con la que pudo ayudar, fueron las máquinas podadoras que se movían solas, Mew le comentó en muchas ocasiones lo que una petición de Zee representaba. Lo ponía nervioso fallar en algo, pero era alguien decidido y con iniciativa.

—¿Qué haremos? Preguntó curioso.

Mew le explico cada detalle en qué consistiría el proyecto solicitado, Saint entendió que trabajarían en la elaboración de un robot perfecto, lo cual era genial porque era como estar protagonizando un documental sobre inteligencia artificial. Era un poco decepcionante que Nat Geo no estuviera por ahí para documentarlos haciendo tal cosa. En fin, no era momento para fantasear con la oportunidad de ser el protagonista en un programa de televisión.

Su primer misión era, ir construyendo los comandos de voz, tenía que crear programas especializados para toda la información que el robot tendría que manejar, claro estaba que el robot debía comprender, emitir y producir señales verbales de cualquier tipo, tenía que programarlo en varios idiomas y saturar su tarjeta de memoria con todo tipo de información. Lo más raro fue cuando atendiendo las indicaciones de su jefe en el laboratorio, llegó a la parte de "Conocimiento de la sexualidad" no pudo evitar leer una que otra cosa y casi murió de risa al ver que Mew lo llenó de información acerca de sexo gay ¿Qué rayos? Era tan vergonzoso estar programando a un robot que conociera todas las posiciones sexuales que se podían dar entre hombres para sentir placer, incluso venían imágenes como referencia. Ahora sí, las cosas estaban raras.

Saint se preguntó en qué rayos acababa de meterse, pero tenía que continuar con su trabajo.

Mientras él trabajaba en la programación, Mew comenzaba a recolectar las piezas y el material necesario para ir dando forma a lo que sería un cuerpo humano. Estaba concentrado uniendo cada pieza, mientras que Saint lo miraba con un sentimiento de incertidumbre porque oficialmente cumplían tres semanas trabajando en semejante proyecto y apenas si podían comer o dormir.

Era toda una aventura, muy emocionante, pero también desgastante.

—Saint, ven aquí— el castaño corrió ante el llamado de Mew—. Pon tus manos sobre esta cosa, vas a presionar muy fuerte, sacaré moldes de ellas para usarlas en mi creación.

—Entendido— Saint de inmediato hizo lo que le fue ordenado, Mew no paró ahí, tomó las medidas de sus hombros, le tomó el peso, la talla, prestó atención especial a su cabello y la forma de sus ojos. Sin mentir, estaba incomodándose con todo eso ¿Qué mierdas? ¿A caso Mew pretendía hacer un robot que se pareciera a él?

Cuando estaba por preguntarle porque hacía todo eso, Mew le hizo ponerse frente a un fondo verde, le fue pidiendo que hiciera ciertos movimientos y luego los reproducía en cámara lenta haciendo dibujos y tomando notas. No tenía argumentos para oponerse porque él mismo aceptó trabajar en cosas raras como esas, a pesar de las advertencias de sus padres, le pareció muy emocionante trabajar junto a un científico que hacía las cosas más extrañas del mundo.

Así que no había vuelta atrás.

—Perfecto. Es todo. Continúa con lo que hacías—Mew tenía ojeras, estaba despeinado y olía mal, él al menos iba a su casa de vez en cuando para asearse y recuperar la energía con lo que su madre cocinaba para él.

Volvió a la computadora y siguió con su trabajo. No demeritaba lo que Mew hacía, pero vamos... la programación podía llegar a ser un maldito fastidio, bastaba la mínima falla para reiniciar todo y volver a comenzar. Así que pasar horas y horas frente a la computadora no le agradaba tanto como cuando jugaba videojuegos.

A mes y medio de estar trabajando en el proyecto en el que él mismo título "Androide" por fin veía los frutos de su trabajo, cuando ingreso la tarjeta de memoria en la que trabajó durante muchísimas horas, notaba que estaba casi terminada. Sonrió satisfecho y estiró los brazos hacia arriba reacomodando su espalda.

—¡Saint! Tienes que ver esto grito Mew — el castaño corrió atravesando un largo pasillo para llegar donde estaba Mew, y luego entró en la habitación de cristal.

Mew parecía estar más que feliz notablemente había perdido como 6 kilos en el proceso creativo, lo vio obsesionarse tanto con la idea de crear el androide perfecto que ya no confiaba en que estuviera en pleno uso de sus facultades mentales.

Mew sonreía frente a la cama metálica que estaba en el centro de la habitación y Saint entraba a paso lento.

—Entra, date prisa— Mew lo apresuró y colocó sus dedos en el borde de la tela blanca—. ¿Estás preparado para conocer a Ohm?

—¿Ohm? ¿Así decidió llamarlo?

—Por su puesto, Ohm significa “Prosperidad” lo que esta creación es para mí, tenemos medio mes para afinar detalles y se lo enviaremos a Zee Pruk.

—Bien, entonces estoy listo— Saint se emocionó con la idea de conocer por fin al androide con el que llevaban tanto tiempo trabajando.

Gracias por su comentarios y ⭐️.

Xoxo 💖

ENAMORADO DE UN ROBOT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora