Marco Díaz, un chico de 15 años, que vive una vida como cualquier chico normal, sufre un incidente que casi le cuesta la vida, pero en su camino sería llevado a Mewni, una dimensión lejana a la suya. Allí el chico descubre que es descendiente de un...
En un lugar donde no se podía describir con exactitud. El mismo portal por donde Marco había entrado (por ordenes de esa misteriosa voz en el bosque) lo había dejado ahí, el chico cae de rodillas producto a la herida de bala que recibió por culpa de uno de los hombres de Oskar cuando lo golpeo y el portal se cerro detrás de él.
-Muy bien ¿En donde me metí?-Pregunto Marco mirando sus alrededores.
Empezó a caminar, aunque aún con el dolor en su pierna le costaba bastante, pero seguía caminando para buscar la manera de regresar a su hogar.
-No puedo seguir caminando así mientras tenga una herida en mi pierna.-Hablo mientras caminaba.
Así que este se detuvo y miro la pierna que aún brotaba sangre producto de la herida que tiene. Se quito la capucha roja que llevaba puesta y rompió uno de las mangas largas que tenía, para amarrarse la herida y así retener un poco la sangre hasta que encuentre el camino a casa.
-Ok, con esto será suficiente.-Dijo el chico mirando su herida vendada.
Marco se pone de pie otra vez y sigue su camino de buscar un lugar. Pero como aún le dolía la pierna, tuvo que usar una cara larga para apoyarse como su fuera un bastón y así no caerse.
-Solo espero que los demás estén bien, seguramente deben estar preocupados por mí.-Se pregunto el castaño.
Sin embargo, cuando subió una pequeña colina que estaba, se sorprendió bastante por lo que vio adelante...
-¿Pero que?
Vio un castillo a lo lejos, debajo de este parecía lo que él cree, una aldea rodeada de un lago. Pero lo que dejo perplejo al chico fue cuando noto los tres planetas que estaban casi cerca, tan visible que uno pensaría que se están por estrellar, uno de ellos tenía rocas alrededor de ellas, muy parecido a Júpiter.
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-¿Desde cuando tenemos tres lunas, y una se llega a parecer a Júpiter?-Exclamo totalmente confundido Marco al ver eso.
Fue entonces cuando recordó que había cruzado por un portal...
Un portal colorido....
Y encima, las personas que lo abrieron posiblemente provienen de este lugar....
Marco no había viajado a su hogar....
...Había viajado a otra dimensión.
-Ok, si voy a ese lugar, seguramente encontraré ayuda para que vuelva a casa. -Dijo Marco.
Marco empezó a ir hacía la misteriosa aldea donde estaba el castillo. Tras algunos tropiezos en el camino (por su pierna) finalmente ha llegado a donde quería.
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