Capítulo 40: Responsabilidad

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De hecho, una calamidad llega con fiereza y sin previo aviso. Según la gente de Chi Le Chuan, tres días después de la partida de Xiang Shu, la legión de cadáveres vivientes apareció de la nada y traspasó Chi Le Chuan.

Originalmente, como había ordenado el Gran Chanyu, todos habían reforzado sus guardias. Patrullaban por todo el lugar, iluminaban los alrededores con intensidad y también liberaban a muchos halcones para investigar los movimientos en la zona.

Sin embargo, aún sucedió un evento imprevisto y, además, había comenzado desde el interior de Chi Le Chuan. Los primeros indicios de información provenían de la esquina noreste de las montañas Yin. Al principio, todos los jefes de clan todavía pensaban que era solo una pelea entre tribus, pero la perturbación se hizo cada vez más grande. Se salió de control, y todo Chi Le Chuan estaba en un caos. Los cadáveres vivos emergieron en la noche y royeron locamente por todo el lugar.

En una noche oscura como boca de lobo, la gente ni siquiera podía ver sus dedos cuando trataba de extender la mano. Todos los jefes de clan temían herir a su propia gente, por lo que no tuvieron más remedio que retirarse una y otra vez. Organizaron líneas defensivas, pero fueron derribadas muy rápidamente. Pero entonces, otro grupo de cadáveres vivientes, el que anteriormente les había sido hostil, irrumpió en el campamento. Liderados por Youduo, abandonaron a las personas vivas y en su lugar lucharon con el primer grupo de cadáveres vivientes, los que aparecieron por primera vez en la noche.

—Youduo... —murmuró Chen Xing. —Sí, Youduo está aquí para vengarse.

Chen Xing tembló de miedo por el recuento, y por las palabras del orador, pudo adivinar cuán caótica y desesperada era la situación en ese entonces.

Tiele, Gaoche, Xiongnu, Lushui, El Norte de Jie , Wuheng y el resto de los líderes de Hus se reunieron junto a la hoguera en un espacio abierto, cada uno de ellos luciendo solemne. Su entorno estaba oscuro, y todos estaban de guardia como intrépidos defensores, sin decir una palabra, esperando que Xiang Shu tomara una decisión.

—¿Qué hay en la esquina noreste? —Chen Xing tuvo el presentimiento de que, dado que la confusión comenzó en el campamento dentro de Chi Le Chuan, debe haber tenido algo que ver con los Hus que vivían allí.

—El campamento de Rouran. —susurró Xiang Shu.

Antes de que Xiang Shu se fuera, le había pedido a Che Luofeng que actuara en su nombre como el Gran Chanyu, pero los cadáveres vivientes aparecieron por primera vez en el campamento de los Rouran. Durante todo el proceso de la caída de Chi Le Chuan, Che Luofeng nunca apareció. Después de esa noche que sacudió a todos hasta la médula, todos los jefes de Hu finalmente reunieron al ejército derrotado, se retiraron de la llanura inferior de las Montañas Yin y prendieron fuego a sus propios hogares, sin preocuparse en absoluto por los suministros y las pertenencias.

Y así, un incendio quemó a Chi Le Chuan hasta los cimientos, y casi 240.000 Hus de varias razas fueron evacuados a toda prisa y huyeron más adentro de las Montañas Yin. Unos días después, los cadáveres vivientes regresaron, esta vez bloqueando la entrada al cañón en un intento de atraparlos dentro.

—¿Su líder es Youduo? —preguntó Chen Xing.

Con base en la información fragmentada, dedució que debido a que YouDuo y Che Luofeng tenían enfrentamiento sanguíneo en el pasado. El disturbio comenzó en el territorio de Rouran, y era muy probable que Youduo había roto allí primero. El jefe de Wuheng le dijo a Chen Xing en el idioma Xianbei: —No, la consorte Akele dijo que ella vio a Che Luofeng y Zhou Zhen, y también YouDuo. Ella quería quedarse atrás para poder tomar venganza de su hijo mayor.

DINGHAI FUSHENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora