DINGHAI FUSHENG

Capitulo 79 : Exploración

—No tenemos suficientes fuerzas. — Xie An se enfrentó al mapa de la región desde Chang'an hasta Luoyang, desde el condado de Shou hasta Jiangnan, mientras hablaba. —Originalmente, Su Majestad no quería hacer la guerra, y antes de irnos, nos mencionó especialmente que, si no teníamos que luchar, entonces no deberíamos.

—No pelear es imposible — dijo Chen Xing. —El Norte y el Sur tarde o temprano tendrán que librar una batalla así, Xie-Shixiong. Piensa en el lado bueno, ahora tienes un aliado.

Luoyang estaba envuelto por la suave luz primaveral; ya era el segundo mes, cuando las flores de los álamos llenaban el aire, y en un poco más de tiempo, cuando llegó el momento del Festival Shangsi [1] la primavera de las Llanuras Centrales se convertiría en la vista más hermosa del reino humano. Ya habían pasado varios días desde la noche en que formaron un pacto de sangre con Murong Chong, y el cielo estaba despejado, con la luz del sol brillando cálidamente sobre el cuerpo de Chen Xing. No quería gastar su tiempo planeando y tramando su próximo movimiento en esta temporada llena de flores; no quería hacer las tareas que tenían entre manos, solo quería salir a jugar. Pero Xie An todavía lo arrastró para discutir sus planes detallados en su lugar.

Originalmente, Xiang Shu había decidido dejarle el asunto a Xie An y dejar de preocuparse por nada, pero Xie An siguió reflexionando sobre ello y, al final, no pudo sacárselo de la cabeza.

—Murong Chong acordó una alianza basada en la reputación del Dios Marcial — dijo Xie An un poco impotente. —De lo contrario, ¿Por qué confiaría en nosotros, la gente Han? En el pasado, Huan Wen y Wang Meng mataron a muchas personas de Xianbei. Ah, bueno, la etapa más importante de este plan es engañar de alguna manera a Fu Jian y Wang Ziye para que vengan a Luoyang; Siempre que abandonen el campo de batalla principal de Chang'an, habrá esperanza para todo.

Chen Xing poco a poco comenzó a darse cuenta de que Xie An, este Shixiong ganado por poco dinero, era en realidad bastante hábil. Desde que ingresó al Departamento de Exorcismo, todo había sido planeado con metódico detalle, como si él fuera el cerebro de la operación. Su actitud hacia la situación política actual no era como la de Chen Xing, quien pasaba todos los días mirando la niebla y viendo las flores [2] más bien, podía ver el flujo de muchas corrientes ocultas con una sola mirada.

Rechazó la sugerencia de Xiang Shu de lanzar al caos a la tropa de Demonios de la sequía; después de todo, si la tropa de 300.000 Demonios de la sequía ya no estuviera bajo el control de alguien, entonces resultaría en graves consecuencias de destrucción y masacre sin sentido para la región que rodea Luoyang. Además, Wang Ziye podría haber tendido emboscadas en las Montañas Longmen, y podría estar esperando a que cayeran en las trampas por su cuenta.

El mejor plan era que todos esperaran pacientemente a que su enemigo atacara primero antes de contrarrestar ese movimiento.

Xie An repensó los movimientos de las tropas muchas veces, haciendo preparativos en caso de que las conversaciones de paz no tuvieran éxito, y Fu Jian, enfurecido, enviara sus tropas hacia Jiangnan, para que esas tropas fueran atrapadas en un ataque de la Caballería plateada de Murong Chong. Sin embargo, no importa cómo lo dispusiera, los guardias de Beifu y la Caballería plateada eran solo 10,000 y la fuerza de sus tropas en comparación con sus enemigos tenía una disparidad demasiado grande.

—Dejaré que lo pienses lentamente. —El cerebro de Chen Xing estaba completamente revuelto y confundido por esta charla sobre movimientos de tropas, ubicaciones de guarniciones y estrategias de guerra que permitirían a sus tropas ganar en valles montañosos y en tierras planas. Decidió levantarse para ir a buscar a Xiang Shu.

Xiang Shu estaba actualmente en el estudio de la posada escribiendo una carta, mientras que Feng Qianjun y varios de los espadachines bajo su mando esperaban a un lado. Cuando llegó Chen Xing, Xiang Shu acababa de terminar de sellar las cartas y entregó las tres cartas a la gente que esperaba.