Capitulo 91: Obtener la Confianza

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Ciudad de Mai.

—Rey Yao, ¿Cómo te llamas? — Chen Xing preguntó, lleno de anticipación. —¿Cómo debemos dirigirnos a usted?

El hermoso y perfecto rostro del fénix tenía una expresión oscura, totalmente reacia a prestarle atención a Chen Xing.

Del Banco Xifeng de la ciudad de Mai, Feng Qianjun sacó algo de plata, lo suficiente para conseguir un nuevo conjunto de ropa para Chen Xing, así como para conseguir un pequeño abrigo de piel de visón para el perro. Dentro de la tienda del sastre, Chen Xing mantuvo una conversación con el Fénix mientras se cambiaba de túnica.

Al ver esa actitud suya, el fénix solo quería enviarlo volando a los confines de la tierra con un buen golpe.

Chen Xing continuó: —En este momento, no deberías tener un nombre, ¿verdad? El fénix renace una vez cada cien años, en un ciclo que se repite cada mil años. Después de que renace de las cenizas diez veces, se convierte en un nuevo yo.

Antes, a pesar de que había sido durante el silencio de toda la magia, Chen Xing había estudiado seriamente los orígenes de los yaoguai en este reino y sus temperamentos, etc. Afortunadamente, los había leído como historias antes, de lo contrario ahora realmente estaría en una situación complicada.

Érase una vez, los yaoguai en este mundo habían sido sellados dentro de las diez mil montañas de la frontera sur. Sin embargo, con la desaparición del qi espiritual, la barrera también se había disipado. Los yaoguai se esparcieron por el reino humano, pero también habían perdido todo su maná.

Gradualmente, tal vez en los próximos diez o veinte años, el número de yaoguai en el mundo aumentaría. Cuando llegara ese momento, el Departamento de Exorcismo, encargado de tratar con estos yaoguai, tendría que ser reconstruido.

Chen Xing terminó de cambiarse y, con el perro en brazos, salió de la sastrería. Mientras estaba de pie bajo la brillante luz del sol que brillaba en las calles de la ciudad de Mai, recordó que cuando apareció el fénix, no había mencionado su nombre en sus presentaciones. Este ciclo de reencarnación, debería estar sin un nombre todavía, así que dijo: —Si no te importa, ¿qué tal si se me ocurre un nombre para ti?

El Fénix: —...

—Cuando reapareciste en este reino, la luz fue restaurada al mundo— dijo Chen Xing con seriedad. —El qi espiritual regresó completamente, en ... ¡La Reaparición de la luz [1]! Así que te llamaré ...

Las cejas del Fénix comenzaron a arrugarse un poco.

— ¿Tianliang [2]? ¿O Xiao Liang[3] ? ¿O qué tal Da Liang [4]? ¿A-Liang? ¿Liangliang?

El Fénix: —.................

—¡Todos suenan demasiado terribles! — En un instante, el fénix recuperó el ingenio. —¡De ninguna manera! ¡Definitivamente de ninguna manera!

Chen Xing sabía que los nombres, para un yaoguai, eran de gran importancia. Cuando los yaoguai estaban al borde de un logro importante en su cultivación, necesitaban que un humano lo reconociera para completar ese último paso. Por ejemplo, si una serpiente fuera a convertirse en un jiao, al final, siempre necesitarían un humano, nacido como la única especie inteligente entre todas las del mundo, para señalarlo y decir "¡Wah! ¡Un jiao!". Solo en ese momento sería realmente rehecho en un jiao, pisando las nubes y la niebla cuando se fue.

Este proceso se denominó "otorgar un título oficial" y, sin embargo, los yaoguai a los que se les había otorgado un título todavía no tenían nombre. Si pudieran ganar el honor de tener un nombre humano, eso sería un paso más. Desde el comienzo de los tiempos, la Tierra Divina tenía solo los tres clanes de los dioses, los humanos y los dragones que tenían el poder de dar nombre a todos los seres del mundo. Chen Xing sabía que este Fénix probablemente no se resistía a que lo nombrara, por lo que lo miró tentativamente.

DINGHAI FUSHENGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora