Hilos de cobre

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Por el mundo?

Te ha perdido...

Extiendo el cordón... Dijo una

Es su medida...escuché otra

Corta?... Dijo otra más

Esos susurros provenían de algún lugar, cada vez más distante, que decían?...

Abrí los ojos. Miro el cuadro en blanco del techo, repentinamente percibí un punto negro cada vez más cerca, absorto en este punto.

Cuando me percate que se trataba de una araña bajando a tierra por una linea, que por la brisa en esta mañana, hacia tambalear aquel hilo.Provocando curvas en el espacio.

Al tocar tierra comenzó a desplazarse por la habitación hasta que... desapareció...

Esta sensación de incertidumbre... lentamente me levanté , queriendo recordar un poco más lo soñado. Pero incluso lo poco que creía,  comenzaba a desvanecerse, ante los ruidos provenientes del tránsito y rumores de aquella ciudad.

Con el peso de la duda avance con dirección hacia la ventana, una tenue luz me atrajo, y ahí delante mío el gran sol levantándose en la lejanía, despojando a la tierra del velo negro,
Besando suavemente nuestro rostro, dando a luz a nuestros ojos, pintarnos en el magnífico panorama de este amanecer.

Gire, me dirijo hacia la ducha, el agua fría sublima mis sentidos, cada átomo en mi corpus vibra ante el contacto.

Momentos después, ante el espejo:
Observé, ojos, rostro, cabello, y mis manos tocando la barbilla que acabe de rasurar.

"Pienso luego existo".

Sin mas tiempo que para actuar y después aceptar las consecuencias.

Podemos existir?

Podemos sobrevivir a través de estos laberintos de reflejos y complejos.
Creer...

Que buscamos?...

De nuevo hablándome en el espejo sonreí: otro monólogo de uno entre los locos en esta "Divina comedia" realizada en un manicomio; que algunos se limitan a denominar mundo.

Cerré los ojos, respire, escuché, suspiré.

Alice...

Solo se que necesito verla...

Apresure los pasos desplanzandome hacia el armario, la mochila y salir con el pensamiento en ella...

Atravesé la entrada y me adentre por el jardín hasta ubicar el laboratorio.

Ella estaba con su bata blanca; un angel, observando los manuscritos acomodando piezas con la paciencia de un cirujano.

Me quedé entre la puerta, contemplando esa silueta, esa mirada tan sumergida entre las letras de aquellos idiomas casi olvidados.

Cómo profanar aquello?

Hasta que volteó a verme con esa mirada que me sumerge de emociones.

Llegas tarde_ dijo

Pues si que es tarde tus ojos me han atrapado.

Por qué eres así...
No sé si matarte o reírme.

Una sonrisa tuya es suficiente para morir_ dije.

Se acercó, mostró una sonrisa amplia:
Pides tan poco?...

La tomé por la cintura y la acerque a mi pecho: permite este suplicio a mis labios.

Un beso, mil latidos, este fuego, que más...

Oye que atrevido_ dijo sonriendo más

Ya puedo descansar en paz-suspire

EL TIEMPO PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora