Me gusta tú padre - Yoonseok

8

— ¿Qué mierda estas haciendo Hoseok? — me separó de manera brusca, pero podía ver su mirada dilatada, su respiración agitada y su miembro semi duro bajo su ropa.

— Shhh, callate — pedí llevándolo hasta su escritorio, lo empuje para que tomará asiento en esa cómoda silla —. Llama a la estúpida de tu secretaria y dile que cancele todo durante ¿dos horas? — le acerque el teléfono para después tomar asiento en su regazo dejando mis piernas a cada lado.

— ¿Qué? — su voz agitada hacía que me excitara más.

— ¿Tres horas? Está bien, lo que necesites para follarme y me dejes satisfecho — sonreí viéndolo.

Lo vi teclear un número, para después después pedir que cancelaran todo en las próximas cuatro horas por que estaría ocupado.

— No, no lo vamos a hacer aquí — hizo que me pusiera de pie.

— Mi fantasía siempre ha sido hacerlo en una oficina, nunca se me hizo con el director de la escuela — mencioné sin dejar de verlo, me acerque bajando mi mano hasta la zona de su entrepierna.

— Pues seguirá siendo solo una fantasía — arreglo su aspecto frente al espejo que tenía ahí, al igual que su ropa —. Vamos — tomó su saco y su portafolio, caminando a la puerta.

Salí detrás de él, reí bajo al ver la expresión de la secretaria, más cuando Yoongi pasó de largo sin verla.

Bajamos en el elevador, me acerque discretamente, pero negó levantando la vista a la cámara de seguridad, suspire pero sólo pude quedarme a una distancia prudente, mi deseo era que me hiciera suyo, no causar problemas en su vida.

El elevador de detuvo en el estacionamiento, salimos y el se dirigió a su auto.

— La misma dirección de la última vez, ve en tu auto y yo en el mio — me ordenó y asentí.

Camine a mi auto, saliendo antes que él, sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo, era como un niño pequeño en navidad, despertando y viendo que Santa le había dejado exactamente lo que había pedido.

Después de un rato llegue al lugar, el auto de Yoongi venía detrás de mí, esta vez una habitación más grande, con estacionamiento para ambos autos.

Baje una vez que la puerta estuvo cerrada, subí a la habitación para esperarlo, Yoongi llegó segundos después, se estaba quitando la corbata sin dejar de verme, de comerme con la mirada.

Abrí mis piernas moviendo mis caderas sin dejar de verlo.

— ¿No fue suficiente con tocarte pensando en mi? — habló en tono burlón dejando en alguna parte su saco.

— Está será la última vez — respondió mordiendo mis labios al verlo, una risa grave se escucho de sus labios.

— Esa mentira ni tu eres capaz de creerla — respondió al tiempo que terminaba de acercarse a mí, dejando su mano en mi cuello y comenzando a besarme casi de forma desesperada.

Lleve mis manos a su camisa, comenzando a quitar uno a uno los botones, hasta que la prenda quedó en el suelo, quite la segunda prenda, recorriendo con mis manos sus pectorales, me estaba volviendo loco.

Pero no, ahí aún no estaba enamorado, solo era como un adicto que probaba una nueva droga y solo deseaba tener más y más, para volver a sentirme igual.

Quito mi ropa con prisa, dejándome en la cama a su merced.

— Estira tus brazos, que lleguen a la cabecera — ordenó y voltee a verlo —. Ahora — su voz más grave hizo que mi miembro se comenzará a sentir más duro.

Hice lo que pidió, ato mis muñecas haciendo imposible que me moviera.

Lo observe tratando de entender lo que pasaba por su mente, pero era imposible, lo perdí de vista cuando quedó a mis espaldas.

Sentí sus manos tomar mi trasero, para después sentir la humedad de su lengua recorriendo la piel, dejando algunas marcas.

— Nuevamente preparado — lo escuche decir antes de pasar su lengua por mi entrada.

Jadee y presione mis manos, tratando de no presionar mi entrada, su lengua recorrió nuevamente aquella zona, me sentía correr con solo eso, era tan bueno haciéndolo y se sentía tan bien.

Los chicos con los que estuve la mayoría del tiempo solo buscaban su placer propio, dejando a un lado el mio. Pero con Yoongi, era como si quisiera que ambos viviéramos el mismo nivel de placer.

— ¿Por qué no me follas ya? — duplique cerrando mis ojos.

— Por qué tengo cuatro horas libres — podía sentir su diversión en su voz.

Jadee agudo cuando su lengua entró en mi interior.

Moví mis caderas deseando y buscando más contacto,

No conté el tiempo exacto, pero fue tan placentero sentir su lengua en mi interior, succionando, su mano tomó mi miembro, causando más jadeos que se escapaban de mí boca, cerré mis ojos al igual que jale mis manos.

Caí rendido, era como si me corriera pero sin soltar nada de mi miembro.

— Corrida en seco — explicó sacando su lengua de mi interior.

Había escuchado hablar de ello, pero jamás lo había vivido, era frustrante de alguna forma, pero el clímax, ese sentía tan jodidamente bien.

Me acomodo haciendo que mi cadera se levantará, colocando unas almohadas debajo.

— ¿Qué pasa? — una de sus manos azotó en mi trasero, sintiendo la piel arder enseguida —. ¿Solo aguantara dos horas? ¿Por eso pediste tan poco tiempo? — entró de una en mi interior.

Yo ya estaba estimulado gracias a su húmeda lengua en mi interior, no había dolor, solo un profundo placer.

— Yoongi — los gemidos era un sonido constante que liberaba, mi mente estaba nublada.

Nunca probé las drogas, solo el alcohol y los cigarros, pero seguramente así me habría sentido.

Después de eso no recuerdo decir ninguna frase coherente, que no fuera yo rogando por más, que me tocará, que me hiciera sentirme en las nubes.

En ese momento y sin darme cuenta o al menos no del todo, estaba comenzando a caer en ese hoyo que en algún momento tocaría fondo.

Donde no podría estar con nadie que no fuera con él papá de mi mejor amigo.

Estúpidamente me comenzaría a enamorar de Yoongi, del sexo que me daba y de los detalles que comenzó a tener conmigo.

Estúpido Yoongi que me hizo esto.