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— Guarda silencio, no queremos que Kook se despierte — me advirtió moviéndose en mi interior.

Mordí mi labio sintiendo el orgasmo comenzar, mis manos se aferraban a sus hombros.

Arquee mi espalda sintiendo más el frío de la pared.

Me había pedido ir al hotel o esperar al siguiente día, pero por alguna razón que aún no lograba entender, no podía esperar.

El chico con el que me había ido no me hizo sentir ni la mitad de lo que Yoongi me estaba haciendo sentir, con ese tuve que fingir el orgasmo, era eso o tenerlo sobre mi aun tratando de hacerme sentir algo.

Tire su tarjeta cuando me dijo que le llamara para pasar otra noche igual de buena.

Probablemente sólo para él por haber tenido a alguien como yo en su cama.

Me encontré con Kook por la mañana, se veía feliz, vi como un auto se alejaba y el se despedía sin dejar de sonreir.

— ¿Quién es? — cuestione cuando subió a mi auto.

— Alguien — fue su única respuesta.

— ¿Alguien? ¿Aún no quieres hablar de ello? — maneje lento, estábamos cerca de su casa.

— Suenas cómo mi padre, bueno ya te dije si quieres ser mi padrastro, esta bien — cambio el tema y solo negué.

— ¿No seria incómodo para ti? Ya sabes que yo... Bueno que alguien de mi edad saliera con tu padre — lo observe de reojo para prestar atención en el camino.

— Mi padre merece ser feliz, no es tan mayor, me tuvo joven, si el se enamora de alguien, solo espero que sea inmensamente feliz con esa persona, si fueras tú, sé que serias el chico indicado, a pesar de ese chico fuerte, eres una persona cálida y con mucho amor para darle a una persona — explico sin dejar de verme.

— Dios, estar con ese tipo te ha vuelto tan cursi. ¿Estas enamorado acaso? — detuve el auto frente a su casa.

Bajo sonriendo y se acercó a la ventana de mi lado.

— Si Seokie, estoy enamorado y se que tu también encontrarás una persona de la cual llegues a enamorarte — me dejo un beso en la mejilla antes de correr a su casa.

Toda esa tarde me quedé pensando en aquellas palabras, cuando vi a Yoongi, me di cuenta, solo un poco que necesitaba tener sexo otra vez con él, aunque eso significará arrodillarme.

Nunca había pedido de esa forma, de hecho jamás había pedido sexo, era yo quien tenía a ellos rogando, incluso de rodillas, para después hacerme un oral.

Daba vueltas en la cama sin poder dormir, me imagine esas dos noches en mi mente, pero no podía llegar, me puse de pie acomodando la pijama, era tarde, probablemente ya estaba dormido, camine despacio viendo que ya no había luz en la habitación de Kook, pero si en la de Yoongi.

Llame y espere que abriera.

Minutos después me encontraba besándolo, ni siquiera había disfrutado tanto los besos con alguien de no ser hasta que Yoongi me beso por primera vez.

Jadeo en mi oído, sentí su corrida llenar mi interior, al igual que la mía humedecido mi abdomen y su mano.

Mi corazón estaba acelerado, mis piernas temblaban, acaricie su espalda y me recargue más en la pared, sentí su mirada en mi.

— ¿Mañana en el hotel? — pregunté sin dejar de verlo.

— A las ocho — sonrió y salió de mi interior con cuidado.

Se alejo para después regresar con una toalla húmeda.

— Voltea — me pidió y accedí, recargandome para no caer.

Sentí la humedad en mi piel, me estaba limpiando, ni siquiera en el hotel recuerdo que lo hubiera hecho.

— Listo, vístete — se alejo colocándose su ropa.

Era un silencio demasiado incómodo.

¿Qué se supone que se dice después de tener sexo? ¿Lo invito por un café? ¿Para que quiero tomar un café?

— Me iré a dormir, nos vemos mañana — me despedí y camine a la puerta.

Abrí y volví a cerrar cuando me empujó a la puerta comenzando a besarme.

Lleve mis manos a sus hombros, pegándolo más a mí, definitivamente así se debe de sentir drogarse. Por qué mi mente estaba nublada al sentirlo cerca de mí.

— Nos vemos mañana — presionó mi trasero antes de alejarse.

Sonreí y asentí saliendo de la habitación. Cerré con cuidado caminando despacio para ir a dormir, di un brinco cuando Kook se puso a mi lado.

— ¿No puedes dormir? — me pregunto y negué.

— Solo quería un poco de leche para dormir bien — respondí tratando de no exponerme.

— Extraño — habló abriendo la puerta de su habitación —. No sabía que había leche en la habitación de mi padre, pero si aún no estas listo para hablar de eso, está bien, hasta mañana — añadió antes de cerrar.

Me quedé quieto frente a su puerta.

¿Si nos escucho? No, no puede ser posible.

Negué y entre a la habitación que me habían dado, para tratar de dormir, pero ahora era imposible probablemente.

— Joven Jung, dejaron esto para usted — la mujer me entregó una caja roja y un moño negro.

— ¿De parte de quien? — la observe confundido sin tomar la caja.

— Dijo que ustedes sabría de quien es al abrirlo — explicó y tome la caja, esperando que me dejara solo.

Camine al baño y cerré, abriendo la caja con cuidado, no tenía ni idea de que podría venir adentro.

Tome la nota que venía sobre el papel y la leí.

— Espero que lo uses cuando nos veamos — hable en voz baja leyendo la nota.

Había una "M" escrita al final de la nota.

— ¿Qué mierda? — vi el contenido y negué.

Una cosa era haberme puesto de rodillas frente a él y pedir que me tomará nuevamente, otra muy distinta usar eso que había mandado.

Vi otra nota debajo y la tomé.

— Si no usas esto, no dejaré que te corras en toda la noche — leí y rompí ambas notas.

Era un idiota si creía que iba a hacer aquello.

Me importaba una mierda no correrme, no y no, mil veces no, me negaba a usarlo.

Me quedé viendo el contenido de la caja mientras me seguía negando a seguir su juego.

Me gusta tú padre - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora