— ¿Por qué no me dijiste que hacía frío aquí? — baje sintiendo el aire tocar mi piel.
— No me preguntaste — soltó una risa antes de darme un abrigo.
— ¿Querías imitar la escena cursi de darme tu abrigo? — cuestione viéndolo aún sintiendo algo de frío.
— Si no lo quieres — acercó su mano y me aleje.
— Ni se te ocurra Min Yoongi — le advertí caminando al auto que nos estaba esperando.
Escuche su risa detrás de mi, subí al auto y espere que subiera, al parecer el manejaría.
— ¿Vienes seguido? ¿Por qué tienes una casa aquí? — me acerque para encender la calefacción.
— Tengo varias propiedades, no a todas voy, de vez en cuando es bueno alejarse de todo — explico conduciendo con cuidado.
— ¿A cuantos o cuantas has traído? — me acomode rozando mis manos para calentarme.
— Eres el primero — voltee a verlo alnescuchar su respuesta, suspire y gire mi rostro a la ventana, ocultando lo ardiente que sentía mi piel.
Era solo por el frío que tenía, eso era, pero no tenía una explicación para lo acelerado que estaba mi corazón.
— ¿No tenías tu reunión hoy? — sentí como entraba y salia de mi interior.
Si algo sabía, es que a Yoongi le gustaba que lo montará, por alguna razón le excitaba verme saltar sobre él.
— Es mañana temprano, puedo llevarte y que conozcas el lugar en lo que estoy ocupado — explico presionando mi trasero —. Pero hablemos de eso después — añadió haciendo que me moviera más.
Asentí dejando mis manos en su pecho para poder apoyarme.
Una de sus manos subió, tirando de la argolla que estaba en mi pezon, gemi y sentí como mi cuerpo temblaba ante aquella acción.
Su móvil sonó, pero no respondió, hasta que la tercera vez lo tomó viendo quien era.
— ¿Puedes ir más lento en lo que respondo? — preguntó y asentí.
Baje mi cuerpo para comenzar a besar su cuello, haciendo que me penetrara de forma más lenta, lo escuche gruñir antes de responder la llamada.
— Si interrumpes Taehyung, ¿que mierda quieres? — solté una risa ante su tono molesto.
A mi nunca me habló de esa forma, no fuera de la cama hasta ese entonces, pues me excitaba escucharlo en ese tono molesto.
— Están en mi computadora de la oficina, en la carpeta comprimida del escritorio — no espero una respuesta y colgó la llamada.
Aventó el móvil y puso sus manos por mi espalda.
— ¿En que estábamos? — sus manos llegaron a mi trasero, presionando haciendo que mi entrada se expandirá un poco.
— ¿Quieres que me corra gritando tú nombre? — sonreí comenzando a besarlo.
No me cansaré en decir que los besos de Yoongi eran adictivos, todo él lo era, pero esos besos te hacían tocar el infierno, te dejaban con ganas de más, yo siempre quería mas de él.
Aquel primer día no salimos de la cama, más que para bañarnos y tener una cena pequeña en la cocina, la cual terminó conmigo gimiendo sobre la barra, sintiendo como su lengua era introducida repetidas veces en mi interior, me sostenía lo más que podía, mis piernas temblaban, terminando con su miembro penetrandome y mis gemidos pidiendo más.
La otra cosa favorita que disfrutaba con él, era dormir entre sus brazos, las primeras veces Yoongi se iba después de tener sexo, a veces creía que sólo faltaba que me dejara dinero como pago, pero una noche se quedó dormido después de hacerlo, lo vi cuando salí limpio del baño, una opción era irme, yo llevaba mi auto.
Pero, preferí fingir que no sabía dónde deje las llaves, me metí entre las mantas y me acosté a su lado, segundos después sentí sus brazos pegarme a su cuerpo.
Una de las mejores noches que pasé a su lado, me sentía protegido, completo, quizá eso fue lo que comenzó a quebrar la coraza que le había creado a mí corazón, en ese momento fue cuando pensar en amor y una relación estable con Yoongi se volvió en una opción.
— Estoy aburrido — escribí el mensaje a Yoongi y me acomode cerrando mi abrigo.
Estaba en una bonita cafetería que te imprimía cualquier imagen en tu café, yo elegí un pene, el que encontré que se parecía más al de Yoongi, la chica que me atendió me miraba raro, quizá creía que no existía un pene como ese, pero el de Yoongi existía y me daba mucho placer casi todos los días.
— Ya casi termino aquí, te recompensare más tarde — leí el mensaje y me acomode en el asiento.
Sabía que Yoongi no iba a gastar en mi para tenerme feliz, su recompensa seguramente se trataba de algún juguete o prendas que usaré en la noche para tener sexo, era más una recompensa para ambos que sólo para mí.
— ¿Hoseok? ¿Jung Hoseok? — escuche esa voz nuevamente, me quedé quieto tratando de pensar que era solo mi imaginación —. Hoseok — levante la vista viéndolo.
— ¿Jimin? — claro que era él, solo que ahora su cabello era rubio en lugar de castaño.
— Que sorpresa encontrarte aquí, ¿vives cerca? — preguntó y no supe que responder, todos esos recuerdos volvieron a mi mente en un segundo solo de verlo.
— Me tengo que ir — deje dinero en la mesa y me puse de pie.
Salí huyendo de aquel lugar, pedí un taxi y me abrace a mi mismo.
Trate de regular mi respiración, solo dos veces había tenido ataques de ansiedad, no deseaba tener otro, le pedí al hombre que me llevara a algún parque, quería estar solo, ignore las llamadas de Yoongi cuando su junta terminó, necesitaba estar solo para evitar llorar, no quería volver a sentir ese dolor en mi pecho, todo esta bien.
¿Por qué mi pasado debía regresar ahora?
¿Por qué no podía ser feliz con Yoongi y ya?
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Me gusta tú padre - Yoonseok
FanfictionHoseok no quería hijos y terminó de padrastro de su mejor amigo. Pareja:Yoonseok. Historia +18