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Comenzaba a hacer más frío, el celular no dejaba de sonar, pero cada llamada la ignoraba, ya era tarde y solo las luces de las farolas era lo que la noche no fuera tan obscura.

Traté de ponerme de pie, pero no pude, saque el movil cuando volvió a sonar, respondiendo sin ver quien era.

- Al fin me respondes Hoseok, ¿dónde estas? ¿Te paso algo? ¿Sucedió algo? - su tono de preocupación sólo hacia que mi corazón se presionara un poco en mi pecho.

- Estoy bien ahora, estaré en casa en unos minutos - o quizá no, por que no tenía ni idea qué lugar era ese y probablemente ya ni siquiera había algún taxi que quisiera llevarme.

- ¿Dime donde estas? - se escucho que freno casi en seco el auto.

- Yo puedo llegar Yoongi - hable bajo tratando de ubicarme y de ver si había alguna persona a la que le pudiera pedir indicaciones.

- Enviame la dirección - volvió a insistir y accedí.

Ni siquiera tenía ganas de ponerme de pie, espere un par de minutos, antes de levantar la vista y verlo correr hacías mi, me puse de pie sintiendo mi corazón acelerarse, me tomo en sus brazos y me cargo.

Pude sentir el aroma de su perfume, lo cual me relajo mucho.

- Pensé que te había pasado algo - se separó y me reviso con la mirada de arriba a abajo.

- Estoy bien. ¿Podemos ir a casa? - pregunté en un tono bajo.

Yoongi asintió y me abrigo lo más que pudo junto a su cuerpo, avanzamos despacio hasta llegar al auto, condujo con cuidado, sin dejar de verme en repetidas ocasiones.

- Estoy bien - repetía para poder creerlo yo también.

- Te prepararé chocolate caliente cuando lleguemos - fue lo último que dijo en el trayecto a la casa.

Me ayudó a bajar, manteniendo me nuevamente junto a su cuerpo, no quería verme débil frente a Yoongi, pero se sentía bien tejer su atención en mi.

- Ven, toma asiento, no tardaré nada - me cubrió con otra manta para que el calor de mi cuerpo no se perdiera.

Desde donde me encontraba podía verlo, sonreía cada vez que volteara a verme, como si quisiera asegurarse de que yo seguía ahí.

- Toma, con cuidado por que esta caliente - me acerco la taza, para después sentarse a mi lado.

- Gracias - la acerque un poco sintiendo la calidez del líquido.

- ¿Quieres hablar de lo que pasó? - preguntó sin dejar de verme.

Cerré un par de segundos mis ojos, decirle lo que pasó, es abrir un poco más mi corazón, confiar absolutamente en él, después de contarle todo no había punto de retorno, quizá sólo uno, muy doloroso para ambos.

- Me encontré con Jimin, es un chico con el que salí un tiempo, la primera persona de la que me enamore, cuando llegué a ese internado, fue muy lindo conmigo, cuando tuvimos la suficiente edad, yo me entregue a él, algo patético y cursi de mi parte - comencé a contar, ya no había retorno, amaba a Yoongi y deseaba que conociera hasta lo más íntimo de mi ser.

- No es patético y cursi, estabas enamorado, todos hacemos cosas que después parecen de esa forma - murmuró y acerco su mano a mi cabello acomodandolo un poco.

- Lo fui, mucho, al día siguiente de hacerlo, me enteré que yo solo era una apuesta, la cual Jimin aceptó, ganó mucho dinero y favores por ganarla, solo fui un trofeo, entendí que solo buscaban eso, un trofeo para ir a presumir con los amigos, entonces me volví en eso un trofeo que todos pudieran tener, me acostaba con cualquiera, estaba bien, era mi cuerpo y mis decisiones - bebí un poco del chocolate para darle tiempo a que procesará lo que dije -. Al verlo, recordé el dolor que sentí al enterarme, así que me marche, no quería escucharlo como en ese entonces no lo escuche, lo cambiaron de internado y hasta ahora lo volví a ver - terminé de decir dejando la taza sobre la mesa de centro.

- Pasaste por mucho Ho, eres muy valiente y fuerte -le escuché decir.

Nos miramos un par de segundos.

¿Cómo era posible que me escuchara hablar de mi patética vida y siguiera ahí? ¿O que no me dijera que me lo merecía?

- Bésame Yoon - pedí subiendo a su regazo, nos cubrí a ambos con las mantas.

Yoongi hizo lo que pedí y comenzó a besarme, un beso muy diferente a todos los que nos habíamos dado en múltiples ocasiones.

Me levanto del sofá y camino a la habitación, sin soltarme y sin dejar de besarme.

Mi corazón se sentía como si saliera de mi pecho, mi cuerpo como si pequeñas hormigas caminarán sobre mi piel y en mi estómago, parecía como si esos restos de mariposas volvieran a tomar forma.

Estaba enamorado de Yoongi, de una forma tan diferente a la primera vez que experimente ese sentimiento por una persona.

Sentí sus movimientos suaves, sus caricias delicadas, sus besos en mi cuello y labios, era como estar en el cielo, era como si Yoongi me estuviera haciendo el amor, las emociones en mi cuerpo eran diferentes y me gustaba como me estaba haciendo sentir.

Se separó viéndome cuando nuestro orgasmo estaba por llegar, sonríe y acaricie sus mejillas.

- Te amo Yoongi - las palabras escaparon de mis labios antes de darme cuenta.

Sonreí y lo acerque para besarlo enseguida, tenía miedo de no ser correspondido, que todo fuera algo que mi imaginación había creado por los recuerdos del pasado, con que supiera que lo amaba por ahora era suficiente.

No quería escuchar que yo solo era un trofeo en su vida, quería sentirme amado, correspondido, si aquello que sentía era por lo que había pasado, no lo iba a arruinar escuchando la cruda realidad de sus labios.

Esa noche no dormí, me quedé viendo como dormía Yoongi, me sentía tan tranquilo en la calidez de sus brazos, amaba a ese hombre con todo mi corazón.

Deje un beso en sus labios, antes de acomodarme, dejando que lo que sentía mi corazón callaran las voces de mi mente, al menos aquella noche quería sentirme como el chico de dieciocho años que vivía su primer amor, con toda la ilusión del mundo.

Me gusta tú padre - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora