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Lo vi en la orilla de la azotea, fumando otro cigarro, me acerque despacio, mi primera opción fue abrazarlo, pero eso era demasiado cursi, me coloque a su lado viendo la ciudad.

— Somos pequeñas hormigas si nos vemos desde aquí — murmuró apagando el cigarro sin voltear a verme.

— Yo creo que soy más como una flor — por primera vez le decía algo como eso a alguien.

Volteo a verme y sonreí, me acerque dejando mis manos en sus hombros y las suyas quedaron en mi cintura, comenzamos a besarnos, primero lento, aumentando poco a poco el ritmo, me cargo llevándome a una zona más privada en aquel lugar, sus manos acariciaba mi trasero por debajo de la ropa.

— ¿Por qué no hacerlo donde guardan las escobas o en el baño? — pregunté moviendo mis caderas buscando más fricción.

— Haz visto muchas películas — murmuró grave tomando asiento en una estructura de metal y de recargo en la pared detrás de él.

— Y tu eres mejor que las películas — asegure al tiempo que abría su pantalón, tomé su miembro que ya estaba semi duro.

Sentí como encendió el vibrador.

— Quiero que lo chupes, sabes hacerlo bien — pidió sin dejar de verme.

Sonreí y lo hice, me acomode entre sus piernas, aun sintiendo la leve vibración en mi entrada.

— Graba bien mi imagen, para que puedas tocarte después — sonreí antes de introducirlo en mi boca.

Sentía el sabor salado, pero se sentía bien en mi boca, succione la punta, acariciando toda la longitud, pasando levemente los dientes, escuche como jadeaba y vi como cerraba sus ojos y hacía su cabeza hacia atrás.

Lo introduje por completo, para después liberarlo y succionar de lado, pasando mi lengua varias veces, volví a introducirlo por completo, moviéndome despacio, sintiendo como llegaba lo más profundo en mi boca.

Cerré mis ojos al sentir sus manos en mi cabello, las vibraciones aumentaron al igual que mi bica sobre su miembro, llevaba el ritmo de mi boca, succionando cada vez más, me detuve saboreando la punta después de un rato, Yoongi jadeo agudo antes de sentir como se corría en mi boca.

Trague todo lo que pude, liberando su miembro, sonreí ante su atenta mirada, me tomó de la barbilla y me acercó hasta sus labios, sus manos abrieron mi pantalón, bajando junto con mi ropa interior, su mano llegó a mi trasero, moviendo el vibrador que seguía encendido, lo apago retirandolo.

Lo guardo en su saco antes de acomodarme de espaldas a él, entrando en mi interior casi por completo, arquee mi cuerpo al sentir la invasión.

— Dios, que bien te sientes — lo escuche decir acariciando mis caderas.

Comencé a moverme lento, apoyándome para poder lograrlo.

— Tu te sientes mejor — hable antes de gemir al sentir sus manos en mis pezones, tirando de ellos y presionando un poco.

— Lo sé — me respondió ayudando a moverme más rápido.

Estaba disfrutando de verdad todo aquello, sintiendo como se movía en mi interior una y otra vez.

Me acomode y tome mi miembro, comenzando a masturbarme a mi mismo, gruñó antes de quitar mi mano.

— No te dije que te tocaras — me advirtió antes de tomar mi miembro —. Muévete — me ordenó lo hice.

Me moví en círculos, adelante y hacia atrás, sintiendo como si miembro estimulaba todo mi interior, mientras sus manos me tocaban, sus labios comenzaron a besar mi cuello, pasando su lengua sobre aquella zona.

Los gemidos no tardaron en escaparse de mis labios, ahogándose en el sonido de la ciudad.

— Me encanta como gimes — me confesó pasando nuevamente su lengua por mi cuello.

Cerré mis ojos al sentir como mis piernas temblaban, al igual que todo mi cuerpo, su miembro había tocado aquel punto en el que el orgasmo llegaba a mi, poco a poco, de forma deliciosa que mi cuerpo no se resistía más.

— Correte Seokie — murmuró y lo hice casi enseguida, pues el orgasmo que estaba obteniendo era increíble.

Sentí como su esencia llenaba mi interior, sus labios dejaban marcas en mi cuello, las cuales esta vez debía ocultar.

Quedamos un rato ahí, tratando de regular nuestras respiraciones agitadas. Sus manos acariciaban mi piel.

Escuchamos el sonido de nuestros teléfonos, pero ambos los ignoramos, no estábamos para nadie, no en aquella situación.

Me levante con cuidado después de un rato, sentí como me detuvo y sacó un pañuelo de papel de su saco, limpiando me con cuidado, jadee al sentir el contacto, me giro y limpio mi abdomen.

Me comencé a vestir mientras el también se limpiaba un poco.

— ¿Cuánto más seguiremos con esto? — preguntó de repente, mis manos se detuvieron al igual que mi corazón.

¿Qué quería decir eso? ¿Ya no quería que tuviéramos sexo?

Lo observe atento, su mirada también estaba en mi.

— Yo no quiero terminar con esto, ¿pero tú? — añadió como si supiera lo que mi mente estaba pensando en ese momento.

— Tampoco deseo terminar, no por ahora — explique, en realidad no quería terminarlo nunca.

Asintió, acercándome para sentarme en su regazo, esta vez quedando frente a él.

— Es lo que deseaba escuchar — respondió metiendo su mano en el bolsillo de su saco.

Me mostró un llavero con una cola de delfin y un par de llaves.

— Tu llave — habló acercándome el llavero.

— ¿Qué? — pregunté confundido viéndolo.

— Si vamos a hacer esto, creo que es mejor tener un lugar para ambos, no puedo ir a tu casa y tener sexo con tus padres ahí, no puedes ir a mi casa y tener sexo ahí con Kook en la casa, en lugar de pagar un motel, preferí invertir eso en un departamento para ambos — terminó de explicar sin dejar de verme.

— No necesitas comprarme con eso — le respondí aún sin tomar las llaves.

— Lo sé, ese no es mi objetivo, solo quiero un lugar para ambos, donde estemos más cómodos — aseguro sin dejar de sostener las llaves.

Asentí y las tomé, guardandolas en mi ropa.

— No voy a decir que te amo — hable sin dejar de verlo.

— ¿Me amas? — preguntó con una sonrisa en sus labios, una que provocó que mi corazón se acelerará.

Guarde silencio sin responder por un par de segundos, antes de acercarme y besarlo con algo de desespero, un beso profundo y sus manos acariciaban mi trasero.

Quizá era muy pronto para etiquetar mis sentimientos como amor, pero en algún punto, si, comencé a amar mucho a Yoongi.

Me gusta tú padre - YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora