Me gusta tú padre - Yoonseok

20

POV Yoongi

Abrí mis ojos viéndolo, ahí estaba a mi lado, pensé que había sido un sueño, pero no lo era, Hoseok me amaba y yo...

— Te amo Hoseok — hable cerca de su hombro antes de dejar un beso.

Me acomode y me puse de pie, lo cubrí antes de alejarme, acomode la calefacción para que no sintiera frío, me acomode la bata y salí, no pude evitar sonreír antes de cerrar la puerta.

La felicidad que sentía era impresionante, tomé las cosas necesarias para preparar un desayuno completo, mi idea principal era salir con Hoseok, pero por lo que pasó el día anterior, preferí que nos quedáramos en casa, respondí los mensajes de Kook diciéndole que todo estaba bien.

Acomode la bandeja y regrese a la habitación, abrí con cuidado viéndolo aún dormir, deje la bandeja y me acomode acariciando su cabello.

— Seokie — acaricie su cabello, viendo como abría sus ojos poco a poco viéndome.

— ¿Mhu? — medio sonrió sin dejar de verme.

Su sonrisa en forma de corazón, sus hoyuelos y como me miraba.

— Prepare el desayuno, ayer ya no comiste y tampoco cenaste — acomode un poco más su cabello.

— Gracias Yoon — le ayude a acomodarse, para después acercarle la bandeja de comida.

Lo vi comer mientras me sentía nervioso, no sabía cómo sacar el tema sobre lo que me dijo anoche, que me amaba, necesitaba decirle que yo también lo amaba.

— Oye Seok, sobre lo de anoche yo... — comencé a decir pero escuché como mi celular sonaba —. Lo de anoche yo — volví a decir pero el celular seguía sonando.

— Atiende, esta bien — me dijo y asentí.

Me puse de pie tomando el móvil, vi que era Tae.

— ¿Qué? — pregunté sintiendo mi corazón acelerarse, no de una forma positiva, voltee a ver a Hoseok, quien dejó el desayuno a un lado y se puso de pie para acercarse a mi —. Regresaremos lo más pronto posible, te veo en el hospital — colgué la llamada, tomé asiento en la cama cubriendo mi rostro.

— ¿Qué pasa? — su voz se escuchaba con un tono de preocupación.

— Kook y Tae están en el hospital, iban el auto y otro los embistió, ambos están bien, pero necesito estar ahí — explique sintiendo sus manos sobre las mías, retirandolas de mi rostro.

— Vamos, también quiero ver a Kook — me pidió y asentí.

Me puse de pie, y lo abrace, pegándolo lo más que podía a mí.

— ¿Estarás conmigo? — cerré mis ojos sin soltarlo.

— Estaré contigo Yoon — me aseguro y me beso, sintiendo sus manos en mis mejillas.

Seguí el beso despacio, de forma lenta.

Pedí que enviaran a alguien que manejará, íbamos en los asientos traseros, mi cabeza iba en las piernas de Hoseok, cerré mis ojos sintiendo como sus manos se paseaban por mí cabello, se sentía reconfortante estar con él.

El vuelo de vuelta parecía eterno, pero al menos Hoseok estaba ahí a mi lado, nos la pasamos la mayor parte del tiempo abrazados.

Una vez en tierra, el camino fue igual de lento para mi, con mis nervios preferí que alguien más manejará, en el hospital corrí a la habitación que me indicaron, con Hoseok detrás de mi.

Abrí viendo a Kook en la cama, su pierna y brazo derecho vendados, un collarín y varios raspones en su piel.

— Hijo — casi grite soltando la mano de Hoseok para poder acercarme a la cama.

— Hola papá — me saludo sonriendo —. Hola papá postizo — saludo a Hoseok, evite voltear a verlo para ver su reacción.

— ¿Qué pasó? — pregunté tratando de no lastimarlo.

— Bueno, primero que nada, Tae y yo estamos saliendo, tenemos una relación desde hace un par de semanas, quería decírtelo, pero tenía miedo que me separaras de él — confesó sin dejar de verme.

— ¿Por eso escapabas por las noches y te besabas con el antes de subir a su auto? — pregunte acomodando su cabello, viendo las heridas que tenía en su rostro —. Con las cicatrices que tendrás, me preguntó si le seguirás pareciendo guapo — bromee sonriendo.

— ¿No estas molesto? — me pregunto algo confundido.

— No, no estoy molesto, eres un adulto y sabes lo que haces ¿o no? — sonreí dejando un beso en su frente.

— ¿Tú? ¿Más bien ustedes algo que deseen decirme? — preguntó viéndome primero a mi y después a Hoseok.

— Bueno, Hoseok y yo... — guarde silencio cuando llamaron a la puerta.

— Disculpen, pero la hora de visitas terminó, el paciente debe descansar para una pronta recuperación, podrán verlo mañana — informó y espero en la puerta para que siguiéramos las indicaciones.

— Hablamos mañana — le dije y deje otro beso en la frente.

— Nos vemos mañana Kookie, descansa — murmuró Hoseok acercándose acomodando el cabello de Kook.

— ¿No me darás un beso en la frente? — Kook hizo un puchero, solo reí y salí de la habitación, esperándolo afuera.

— ¿Podemos pasar esta noche juntos? — pregunté deteniendo el auto en un alto, volteando a verlo.

— Necesito ir a mi casa, mis padres quizá no notaron mi ausencia, pero quisiera estar ahí un rato — respondió viéndome y asentí.

— Lo entiendo, ya será después — sonreí y deje un beso sobre el dorso de su mano.

Seguí manejando tranquilo sin quitar mi mano sobre la suya, era increíble poder compartir estos momentos con la persona que amas y que te ama.

Estacione el auto fuera de su casa, quite el cinturón y me gire para verlo.

— Hoseok, lo de anoche fue, fantástico, estoy muy feliz de que dijeras esas palabras, por que... — no dejo que terminara de decir lo que deseaba.

Quito el cinturón de seguridad y se paso a mi regazo comenzando a besarme despacio, lleve mis manos a su cintura y seguí el beso.

Un beso lento como los de anoche.

— Por favor no lo digas solo por que yo lo dije — murmuró en mis labios sin apartarse.

Me separe viéndolo y negué.

— No es por eso Hoseok, lo juro — acomode con cuidado su cabello y pase mi pulgar por sus labios.

— ¿Entonces por que? — me preguntó sin dejar de verme.

— Por qué... Yo también te amo Hoseok — sonreí, sintiendo mi corazón detenerse cuando comenzó a llorar.

Acaricie sus mejillas con cuidado.

— ¿Qué pasa bonito? — pregunté sintiendo mi voz temblar.

¿Estaba mal amarlo?

— Ámame mucho siempre, no te apartes de mi lado — respondió escondiendo su rostro en mi cuello.

— Siempre bonito — respondí acariciando su espalda con cuidado.

Hoseok era de lo más bonito que me había pasado en la vida, lo defendería y protegería siempre, con tal de seguir siendo feliz a su lado.

Por primera vez después de muchos años, sentía esa felicidad presente en mi vida.