CAPÍTULO 43 Chocolate caliente

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ADVERTENCIA: Contenido +18

No podía dar señas o gestos frente a su familia, así que tomó su celular y le texteó.

Dime que tramas👀 20:22 p.m

No, Tay, dime que tramas tú 20:23 p.m

Creo que sabes bien😏😏😏 20:24 p.m

Ella siguió jugando con su pierna debajo de la mesa, moviéndose de manera lenta hasta llegar a su miembro, Travis abrió los ojos y pudo sentirse en extremo acalorado.

—Creo que este chocolate está demasiado caliente— mencionó, esperando que ella captara.

—Sí, seguro que lo está— Taylor respondió riendo.

En ese momento Travis deseaba que todo mundo se fuera a dormir, pero era demasiado temprano para eso, así que, inventó la excusa más perfecta para poder zafarse de todos y esperaba que Taylor lo siguiera.

—Debo ir a alimentar al zoológico perruno y gatuno, no tardo— se levantó de la mesa.

—Te acompaño— Tay se paró y fue tras de él.

Casi corrieron para ir al cuarto que daba al patio trasero, entraron como un par de locos, cerrando la puerta con el seguro, las mascotas se encontraban en la otra pieza, que dividía la reja, así que Travis agradeció que puso un mueble ahí para sentarse con sus mascotas, ahora mismo lo usarían para otra finalidad, una más divertida.

Travis no se pudo resistir y llevó a Taylor directo al sillón, no solían controlarse mucho en este tipo de situaciones y si no descargaba todo ese deseo ahora mismo, explotaría, así que comenzó por besar cada espacio de su cuello, el tener ropa abrigadora no era de ayuda en ese momento, Taylor lo atrajo con habilidad enredando sus piernas alrededor de su cadera, necesitaba con urgencia sentirlo cerca, él metió una de sus manos dentro de su ropa para apretar uno de sus pechos, eso estaba haciendo que el calor subiera, la rubia no dudó un solo segundo en tardar más, necesitaba sacarle el pantalón con velocidad, pero no podía, cada que Travis besaba cerca de su oreja y la nuca perdía la razón, le encantaba que él supiera que ese era uno de sus puntos débiles, soltaba algunos gemidos que quería que fuesen discretos, no sabía si eso se iba a escuchar hasta el comedor, esperaba que no.

El enorme hombre fue cambiando de lugar los besos, levantando la ropa de Taylor un poco y desabrochando su pantalón para bajarlo, sonriendo al mirarla descubierta, ese sitio ya lo conocía bastante bien, se tenía que dar prisa si no querían ser descubiertos, así que no tardó en adentrarse en ella, comenzando de una manera lenta para después ir subiendo la intensidad, él se veía motivado al observar los gestos de su prometida, lo disfrutaba tanto como él, muchas veces se preguntaba porque sentía ese enorme deseo cada que la miraba, y porque no podían controlarse tanto, de todos modos, no era algo que le molestara, la verdad es que le gustaba mucho como se divertían en todos los sentidos.

Cuando terminaron, se tomaron unos minutos para volver a la calma, y tratar de borrar rastro alguno de lo que sucedió.

—¿Estabas pensando cosas mientras teníamos sexo? — dijo Taylor mientras se acomodaba la ropa.

Travis rio. —Sí, lo admito, pero no pienses mal—

—¿Puedo saber en qué? — me miró curiosa.

—Pensaba en... Pensaba en que esto es demasiado perfecto, nosotros, es algo que nunca me hubiera imaginado, el pensar en que en tan poco tiempo tenemos todo esto, es sorprendente, la química que hay entre los dos, en todos los sentidos—

—Es algo que no puedo negar, porque me siento igual— lo abrazó.

Él la besó. —Será mejor que vayamos con los demás antes de que piensen cosas que son reales— rio.

Quiero ser tu juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora