Quiero ser tu juego final

CAPÍTULO 64 Son inseparables

Por la tarde del otro día, Pia estaba llegando a la casa donde Joe Alwyn la citó, por fin le habría servido que le llamara, ya que lo estuvo ignorando durante días, creyó que sería demasiado esa filtración a TMZ, pero la verdad es que no podía con todo ese sentimiento horrible que le causaba tan solo escuchar el nombre Taylor Swift, era detestable, no sabía porque, puede que no sea lo más lógico odiar a alguien sin conocerle y sobre todo por estar con el hombre del que siempre ha estado enamorada, pero era su culpa de todos modos, ella nunca le confesó a Travis sus verdaderos sentimientos y ahora ya era demasiado tarde para arreglar algo así, sinceramente, todos podían notar que la rubia estaba en su mejor momento amoroso al igual que Travis, es como si ambos estuvieran guardándose para el otro, en el primer momento que se conocieron la chispa entró para quedarse por siempre en sus corazones, iba a ser muy difícil separarlos, así que, lo mejor que pudo pensar es que si no los separaba, aunque lo intentaría bastante, al menos, les haría la vida imposible, era eso o rendirse y su lema siempre ha sido "Pia Malihi no se rinde", desde niña ella siempre supo lo que quería hacer en la vida, dedicarse a hacer dinero, no tenía otra motivación más que esa, trabajar para ella misma, crear números, viajar, pasarla en su oficina, a costa de su vida personal, era algo que ya sabía que pasaría y es que no le molestaba en absoluto, hasta que conoció al famoso ala cerrada de los Chiefs, Travis desde un inicio le pareció un chico bastante atractivo, no podía negarlo, su altura era el equivalente a su carisma, siempre amable y divertido, durante algún tiempo quiso enterrar que le estaba gustando mucho, porque no sería nada bueno ni ético enamorarse de su cliente, pero con el paso del tiempo y luego de la ruptura de Kayla y él, creyó que podía ser un buen momento para tal vez darse una oportunidad en el amor, pero estaba equivocada, Kelce comenzó a cortejar de un modo tan sencillo y único a la rubia que se le revolvía el estómago tan solo de recordarlo, Malihi no sabía de primera mano la vida privada de Travis, él siempre podía sorprender, pero tampoco es que fuera un sujeto plenamente oculto de las cámaras, las adoraba, a veces era presumido, pero nunca ha sido un hombre malo, de eso estaba segura, ¿Qué necesitaba ella para lograr que el grandulón se fijara en su persona?, no lo sabía, no podía descubrir que es lo que tenía Swift con respecto a que todos los hombres babeaban por ella, podría ser por lo hermosa que es, con características raciales comunes del país donde reside, un nombre bastante común también, pero con un enorme talento para la escritura y composición, además de que es una mujer demasiado buena, amable, respetuosa, solidaria, dedicada, trabajadora y un sinfín de buenos adjetivos con la cual quien la conocía y sus fans podrían describirla, puede que Pia necesite re pensar las cosas, tal vez en el fondo no es completamente mala y las circunstancias la han estado orillando a hacer las tonterías que ha hecho, pero no sabía cómo controlar esas emociones y la ayuda de Joe, no era buena, realmente.

Cuando llegó a aquella casa que se miraba bastante alejada de la gente, observó detenidamente, el clima de Londres era bastante agradable para el gran calor que hacía en Kansas, sabía que los modales del hombre inglés no le fallarían, Joseph le abrió la puerta amablemente con esa sonrisa encantadora que últimamente miraba y le derretía, odiaba eso.

—Hola Pia, que bueno que has llegado— sonrió al verla y le invitó a entrar.

—Hola, la verdad fue un vuelo demasiado largo y tengo muchos negocios y asuntos que atender en Estados Unidos, por favor, si vas a decirme algo que me interese, te ruego que sea ya—

—Vaya, eres directa al punto, me gusta, pasa, puedes sentarte— el rubio la guio a la sala.

Ella entró, pudiera esa ser una casa que compartió con Taylor, ya que se miraba de un buen tamaño, adornada sobriamente, en tonos algo oscuros que la hacían ver un poco tenebrosa, pero elegante al mismo tiempo, el inglés tenía buenos gustos, observó los cuadros colgados en el fino papel tapiz de las paredes, en eso, el hombre llegó con su acostumbrado té y se sentó con ella para charlar.