Después de la huída de Greta y Malcolm de la mansión de los Heelshire, Brahms queda herido, no solo físicamente, sino también sentimentalmente, en su cabeza no encontraba la explicación del porqué Greta se fue de su lado cuando lo único que hizo (se...
Hola chicos!!! Tengo que confesar, que hace un mes me desocupé, pero realmente he querido descansar tanto física como mentalmente, porque finalmente cerré el pensum de mi carrera y entenderán que es estar agitadísima todo el año. Pero ya volví para seguir con esta linda historia y estoy pensando crear otra. Más adelante daré un adelanto, mientras tanto... sigamos con la historia, hoy serán dos o tres capítulos como compensación. Gracias por todo!
Lizzy se separó un poco de él, logrando ver sus ojos verdes y sin saber la razón se quedó perdida al ver como esos ojos la miraban con una intensidad y amor que no había visto en alguien, alejó esos pensamientos de su mente y terminó de separarse de Brahms, mientras que él no le quitaba la mirada de encima temiendo que volviera a desaparecer.
L: - Ven Brahms, debes darte un baño y cambiarte de ropa - le extendió la mano y él sin pensarlo dos veces tomó su mano y así ambos tomaron rumbo a la habitación de la chica.
Ya en la habitación, Lizzy llevó a Brahms al baño y le indicó cómo funcionaba ya que era totalmente diferente a como era antes
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L: - Entra, iré a buscar algo de ropa para ti - Brahms estuvo a punto de hablar, pero ella sabía que era lo que quería decir - tranquilo, prometo no irme, no tardaré - y diciendo eso salió del baño.
Narra Lizzy
No sé qué demonios pasó hace un rato, mi corazón se aceleró demasiado cuando su mano tocó la mía y ni se diga cuando me atrajo hacía él en el abrazo, me sentí tan bien en sus brazos, me sentí protegida, pero eso no puede ser, no lo conozco. Dejando eso de lado, sentí el sonido de la ducha y yo retomé la tarea de buscarle algo de ropa. Por algo de suerte, encontré algo de ropa en la cajas que estaban el ático, incluso ropa interior, ja, que cosas, en fin, tomé todo y me acerqué a la puerta.
L: - Brahms? Voy a entrar a dejarte la ropa, no veré nada lo prometo - tomé la manija de la puerta y abrí, en ese instante cerré mis ojos y como pude me acerqué al lavamanos, deje su ropa en ella y cuando estuve a punto de salir, sentí su presencia detrás mía - ehhh aquí te dejo esto Brahms - no pude decir nada más porque sentí como sus brazos rodearon mi cintura, ay por Morgana, si que tiene brazos fuertes, sentí su respiración en mi cuello, Merlín santo, si no me alejo no sé que voy a ser capaz de hacer.
B: - Gracias linda Elizabeth.
L: - Dime Lizzy, bueno, emm dejaré que te cambies, te espero afuera.
Y así sin más salí del baño, ay mamá, hace mucho calor ¿no? Necesito una ducha urgente, busqué mis cosas y mi pijama, y esperé a que Brahms saliera, lo cuál no fue mucho la espera, vaya que cambio, se ve mejor excepto por la máscara que se ve sucia todavía.
L: - Brahms?
B: - Si linda Lizzy? - ay, que tierno se escuchó eso, Lizzy concéntrate.
L: - ¿Dejarías que limpie tu máscara?
Por la manera en que reaccionó, no estaba de acuerdo con que lo mirara sin su máscara.
L: - Si se te hace más cómodo, me puedo dar media vuelta para que te quites la máscara y ya me la das para yo limpiarla - dudó un poco, pero terminó aceptando, entonces me di la vuelta y esperé, se tardó unos segundos pero pude ver como su mano se asomaba junto con su máscara, aunque mis ganas de voltear a ver eran grandes, respeté su privacidad - Fregoteo - aprovechando que la tenía la reparé también - Reparo.
Ver el poder y procedimiento de la magia siempre es una obra de arte, y al parecer para Brahms también porque, nuevamente, lo tuve detrás de mí viendo todo el proceso de limpieza de su máscara.
L: - Listo, como nueva, ten - con mis dos manos la pasé para atrás para que la tomara, nuevamente sentí esa chispa cuando sus manos tocaron las mías - ya puedo voltear? - con un sonido que salió de su boca me afirmó que ya podía voltear y eso hice, y si, definitivamente se miraba muchísimo mejor - te ves guapo, bueno, ahora me toca a mi, toma asiento, no tardo.
Narra Brahms
La vi desaparecer por la puerta del baño, me tomé un momento a pensar en cómo cambio mi vida estos días, de estar solo pasé a tener la que espero sea mi compañera de vida, es lo que más estoy deseando en la vida, quiero que sea mía solo mía, quiero ser esa persona que mire cada día al despertar, esa persona que le pueda hacer el amor cada que quiera...
Escuché la puerta abrirse, y, por Dios, esta mujer me quiere matar, esa pijama le quedaba de maravilla, deseaba tanto acercarme a besarla, quitarle la ropa y hacerla mía por horas hasta que nuestros cuerpos no puedan más, pero tuve que tener fuerza de voluntad para no saltarle encima.
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