08: Bavilo, el gato

872 122 11
                                    

Pov: Stefano D'angelo

Okay, okay, tal vez me esta comenzando a preocupar lo mucho que podía llegar a dormir Bavilo pues ni bien habiamos arrancado el viaje Bavilo se había dormido en mi hombro.

—¿Cuántas horas puede dormir?—susurro para mi mismo mientras acaricio su cabello mirando a mi hermana que parecía estar metida en su juego de cartas con nuestro hermano.

—¿Crees que la princesa este celosa de mi?—pregunto mi hermana al aire y yo alzó una ceja curioso.

—Puede que si, creo que aun no le decimos que los tres somos hermanos—dice muy inteligentemente mi hermano menor Rafael mientras que Catalina ríe divertida.

—Ay dios mio, esta chica un dia nos va a dar canas verdes—Catalina rie nuevamente para luego mirar mi mano que se encontraba aún enredada en los cabellos de Bavilo—¿Seguro que no prefieres casarte con él? Digo, me cae mejor—Yo no puedo evitarlo y me rio.

—No estaria mal, ¿No crees?—Sonrió ladino imaginando a Bavilo sonrojado mientras lo besó.

—Nunca vi una boda con un doncel... ¿Usaran vestidos los donceles?—Rafael tira esa interesante pregunta al aire que ninguno de los tres sabe contestar.

—¿Y no seria mejor preguntarle a Bavilo?—Dice Catalina y yo la miro mal. No lo pienso despertar pero mi curiosidad pica tanto que siento que necesito saber la respuesta de este gatito... olvidalo, me da mucha pena ese apodo—Ay, vamos, tampoco es que se va a morir por levantarlo de su novena siesta—Catalina sacude levemente al doncel mientras Stefano saca suavemente su mano de su pelo.

—¿Mhh?—Bavilo pregunta medio dormido mientras se refriega los ojos y se incorpora haciendolo ver tan... tierno... Mierda, hasta yo siento como mis sentimientos pecaminosos momentaneos se están yendo mucho más alla.

—Tenes una dudita—Dice mi hermana menor mientras Bavilo se termina de levantar—En una boda entre un doncel y un hombre—Bavilo parase que sabe que va a preguntar por esa mueca de molestia—¿el doncel suele usar vestidos de novia?

Pov Bavilo.

Uy, dios. Como odio esa pregunra de mierda. Obviamente no voy a responderle eso a la pobre chica que quiere saber la respuesta pero tampoco me da gusto volver a escuchar esa pregunta.

—Bueno, eso es depende el doncel, tengo conocidos que fueron de blanco mas no usaron vestido y tengo otros conocidos que usaron vestido. En mi caso no usuaria—Catalina asiente y Rafael mira a Stefano mordiéndose el labio mientras suelta una pequeña risa y niega.

—Bueno, supongo que tiene sentido. Es depende de la cultura y el gusto de cada uno—Catalina asiente y a mi por fin me gusta un comentario de mi respuesta a esa pregunta.

Si fuera posible me casaría con esta bella mujer y carismática mujer pero no, yo voy y me enamoro del prometido de mi hermana con problemas familiares que encima es un tirano que ha cometido crímenes de guerra contra mi propia nacion y que probablemente tendría problemas si yo le gustara por su religión... partidazo... que se note el sarcasmo, por favor. Aunque tiene como punto a su favor que al menos besa bien.

[. . .]

Pov: omnipresente

—Porque... eres mi amigo puede ser que no seamos los más cercanos pero lo eres y yo aprecio mucho eso, además de que muy muy dentro tuyo me aprecias como yo lo hago—Bavilo sonríe y eso hace que Stefano piense que es la cosa más linda y brillante que ha visto en su vida.

—Eso, es muy loco de tu parte—rio mientras seco mis lagrimas—supongo que te contagie eso—Bavilo ríe y el emperador sonríe encantado con el dulce sonido de su risa.

Stefano se toma unos segundos para calmar sus temblores y su respiración.

—¿necesitas agua? O —Bavilo no termina de hablar porque los suaves labios del hombre se presionan sobre los suyos dejándolo en shock. Podía ver los ojos cerrados del tirano y como su cabeza estaba levemente inclinada hacia la derecha.

—Lo lamento, vuelve a dormir—Stefano se acostó nuevamente mientras mira al príncipe que sigue sin poder creer que él lo había besado.

Aunque no podía mentir diciendo que no le había gustado y tal vez se habia notado un poco mucho cuando despertó a la mañana siguiente abrazando al tirado mientras este tomaba su cintura y lo dejaba dormir en su pecho.

[. . .]

Pov: Stefano

Podría decir que me arrepiento de haber tomado inconscientemente su cintura pero para ser honestos no lo hacia, amaba como mis manos encajan perfectamente en su cintura.

—¿Falta mucho?—escucho al doncel preguntar mientras y veo por el paisaje que nos quedan por lo menos unas cinco horas mas hasta poder llegar a las afueras de mi imperio.

—Al menos unas cinca horas más. ¿Quieres jugar a las cartas?—mi hermano Rafael pregunta mientras yo decido que quiero dormir.

Siento que estoy cayendo muy rápido hacia el abismo que Bavilo me esta llevando y por alguna razón siento que me esta llevando de la mano, tal vez por eso realmente no puedo quejarme o decir que no es mi culpa porque yo sigo fantaseando en volver a tomar su cintura.

—Esta bien, estoy un poco oxidado de todas formas. Por alguna razón es más común jugar al ajedrez o a las damas en mi familia pero veo hasta donde llego—Dice suavemente mientras me acuesto en su hombro y me empiezo a quedar dormido lentamente.

—No te preocupes, Rafael tampoco es muy bueno y no mejorara si se la pasa con ese tal Dante Evans tomando té—Rafael esta sonrojado.... ¿¡Rafael esta sonrojado?! Siento que todo el sueño que tenia se iba, alguien estaba interesado en ¡mi! Hermano menor y este iba a pagar las consecuencias.

—Stefano, no. Es un muy buen chico, ademas es mu guardia personal, es obvio que me tiene que carr bien—Rafael murmura, tal vez avergonzado de que haga una escena de hermano mayor celoso frente a un completo desconocido para el.

—Aun asi quiero que haya por lo menos cinco metros de distancia entre los dos—veo a mi hermana y a mi amigo rodar los ojos... y con razón, mi pedido es patético, tendrían que ser por lo menso quince meteos.

Autor/a: Que no se note que es medio cap de relleno y medio no. Me gusto más que el anterior pero no tiene mucho que ver con la historia más que presentar algunas cosas de los personajes secundarios y mostrar que Stefano es más dulce de lo que aparenta.

TiranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora