01- Un libro particular

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Hace mucho tiempo atrás, cuando los grandes imperios trazaban fronteras y dominaban tierras con ambición insaciable, un territorio permanecía indomable: el mar. Sus secretos permanecían ocultos entre olas turbulentas y el susurro del viento. Sólo para aquellos de corazón valiente, podían ver al mar como un lienzo en blanco lleno de promesas y peligros indescriptibles.

Nunca hicieron falta los relatos de barcos desaparecidos en aguas oscuras y leyendas sobre criaturas marinas monstruosas que mantenían a la humanidad cautiva en su fascinante y temeroso sentimiento. Entre muchas leyendas, una se alzaba por encima de las demás: la mítica Laguna de los Deseos. Bendito sea quien la encuentre, se decía, pues al sumergirse en sus aguas, cualquier deseo podría hacerse realidad. Sin embargo, los corazones más valientes  podrían descubrir la ruta a ella.

No había mapa físico alguno y, a pesar de los avances en la expansión territorial, el mar permanecía indescifrable. 

Las civilizaciones costeras florecían gracias a su sabiduría y habilidades para navegar, pero aquellos que desafiaban las reglas impuestas se convertían en parias. Aquellos marginados eran quienes sabían con mayor astucia los acertijos y secretos que podían trazar la ruta imaginaria a la Laguna de los deseos.

Los Piratas, dichosos de su libertad en un mundo regido por normas estrictas, encontraron en las aguas su dominio. 

Sus barcos eran símbolos de su libertad, pero también refugios para los desterrados por las políticas y normas de la tierra firme. Por no decir que en aquellas comunidades podrías encontrar asesinos y ladrones feroces, o simplemente almas con anhelos profundos y retorcidos.

Aunque no eran los únicos perseguidos por la ley y rechazados por la sociedad. 

Existía una comunidad oculta que pocos se atrevían a mencionar: los brujos piratas.

-¡No puede ser!- exclamó una voz infantil al leer aquellas palabras de la página. 

Una calidez inusual invadió la habitación, alimentada por la suave luz de la tarde que se colaba por la ventana e iluminaba los estantes llenos de libros. El pequeño lector se recargó en la pata del sillón con un suspiro, atrapado entre el asombro y la emoción al descubrir el libro de tapa desgastada y singular. 

Mientras sus pequeños dedos se deslizaban por las páginas amarillentas del libro, su mente se sumergía en el relato, completamente absorto en la aventura que se desplegaba ante sus ojos curiosos. Cada palabra impresa cobraba vida en su imaginación, como si las páginas contuvieran un secreto esperando ser descubierto. 

Por supuesto que se exaltó al ver que trataba de un cuento de piratas y ¡brujos! Lo único extraño fue que no encontrar en la tapa del libro algún título u autor de este. El pequeño disfrutaba de cuentos fantasiosos, incluso sus favoritos siempre habían sido los escritos por Julio Verne. Tuvo la suerte de encontrarse con este que, inexplicablemente sentía que debía ocultarlo de su madre. Sin más rodeos, el niño continuó leyendo:

Brujos piratas. Un grupo secreto, dotado de magia ancestral y habilidades sobrenaturales, que se ocultaban entre sus enemigos piratas marginados. Estos dominaban un arte olvidado por muchos. Aprovechaban los vientos y las corrientes, y entablaban una conexión íntima con el océano y sus criaturas. Su presencia en los navíos era apenas un susurro entre las leyendas marinas.

En aquel escenario de choques culturales y el terreno marítimo feroz, emergió una historia inesperada: la unión de un brujo marginado y una doncella vuelta pirata. 

Una fusión entre dos mundos en medio de la tempestad. 

Los ojos del destino sabían que deberían entretejerse en una trama de enemistad accidental que los llevaría luego a contemplar la famosa leyenda de la Laguna de los deseos, ya sea uniendo sus fuerzas o dividiéndolos para siempre.

En el corazón del oceano - William Eilish / Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora