Capítulo 11

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Dos días antes


Evelyn

Sabes que has fallado cuando juraste que no volverías a caer en el mismo agujero, cuando pensaste que aquello que te hacía sentir mal estaba mejorando, cuando esa persona ya no era una preocupación.

Supe lo equivocada que estaba en ese mismo momento, no hubo lágrimas, gritos, ni siquiera me sentía a mí misma, el techo se caía a pedazos y yo solo podía ver cómo mi hermano moría ante mis ojos. El recuerdo de sus lloros sigue aferrándose a mí.

Ahí se desató el infierno quemando todo a su paso, la mujer que debería llamar madre arruinó nuestras vidas. Otras personas hubieran reaccionado de muchas maneras, mientras que yo no reaccioné y eso fue lo que nos condenó. Por suerte o por desgracia sobreviví pero ese fantasma me perseguirá toda mi vida hasta el ultimo suspiro.

Observaba a esa mujer queriendo sentir algo más que rabia, cosa que era imposible.

—Se que crees, que soy el enemigo...

—No lo creo, lo sé.

—No quise que eso, ni él, acabará así, y-yo.

—Ahórrate las disculpas, el daño ya está hecho —dije interrumpiendo su discurso de lastima.

—Solo quiero que sepas que no fue tu culpa que me fuera.

—Cansada, es como me siento al escuchar siempre esa misma frase, Nana dice que en el fondo me querías, pero eso es pasado. Veo el futuro madre y tú no estás en el, ni nunca lo estarás.

—Te estaba protegiendo.

Su mirada angustiosa no me produjo nada.

—Se acabó, no se para qué me he quedado a escucharte, supongo que quería averiguar si podía sentir algo más que rabia. Es lo único que últimamente parece quedarse en mi vida.

Me dí la vuelta dispuesta a salir de ese sitio.

—Espero que te pudras en el infierno, que las llamas del fuego se adhieran a tí como lo hicieron con Lucas.

No ví su cara, solo quise que recordara mis palabras.

Un nudo en la garganta me impedía hablar más. Salí de ahí pitando, pero antes de hacerlo di unas respiraciones tranquilizándome.

Niko me esperaba afuera mirando su móvil, sus hombros se tensaban por momento mientras tecleaba.

—Podemos irnos.

Alzó la cara para mirarme observando mis expresiones.

—¿Ha dicho algo más?

—Solo ha intento manipularme para que la liberará. Quiero a esa mujer lejos de mí.

—No te preocupes yo me ocuparé de ella. Me he dejado algo ahí, vuelvo en un momento.

Asentí en automático.

Nadie sabe lo que pasó excepto yo, esa mujer y mi padre muerto. He revivido cada recuerdo durante años, ataques de ansiedad silenciosos, noches interminables, nadie más que yo sabe lo que es esconder un secreto.

Oscura Atracción +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora