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- "De repente estas muy lejos en una distancia que no puedo alcanzar"








Tres días después Sanha se encontraba acostado en la cama de Moonbin leyendo y remarcando cosas de importancia en la copia del acuerdo que habían firmado con el proveedor que terminó escogiendo, si, tal y como Bin le había aconsejado no le dió demasiada importancia a las cosas que sucedieron en el pasado y terminó declinandose por el que creía que era mejor, aunque el dueño de esa empresa haya sido quien se burló de él hace no tanto tiempo decidió no tenérselo en cuenta por única vez. Después de todo el tener que trabajar con él luego de haberlo tratado con la punta del pie sería una gran lección de humildad para ese hombre.

Estaba en paz, por primera vez en su vida se encontraba en un estado de relajación completa y le gustaba la sensación. No había nada que pudiera estresarlo dando vueltas en su mente, tanto su vida personal como la profesional estaban bien encaminadas y con eso tenía más que suficiente, era la estabilidad por la que tanto había trabajado. Sin dudas no era lo que un año atrás había esperado para su futuro, era mejor, no cambiaría su presente por nada.

- ¿Qué tanto haces? - lo cuestionó Bin acostándose a su lado al salir de la ducha, pudo automáticamente sentir el aroma contrario a través de sus fosas nasales y eso lo relajaba.

- Leyendo el contrato que firmamos con Jeon - respondió -, necesito saber cada punto del acuerdo a la perfección.

- ¿Puedes hacerlo luego? - pidió enterrando la cabeza en su cuello -, mañana en el camino de regreso, quiero que salgamos esta noche...

- ¿A dónde quieres ir?

- ¿Qué tal una cita convencional?

- ¿Una cita convencional?

- Nunca tuvimos ni una, nosotros nos saltamos directamente a los postres - dijo moviéndose para observarlo con una risueña sonrisa.

Sanha rió divertido, era verdad, hasta el momento no habían tenido ni una cita real. Siempre eran ellos trabajando o teniendo sexo. Finalmente asintió, quería, quería una cita convencional o de cualquier tipo.

- Y según tú, ¿Cómo sería esa cita?

- ¿Qué tal ir al cine o al teatro y luego cenar en un bonito restaurante?

- Me declino por el cine - aceptó y con una sonrisa divertida volteó a verlo -. ¿Luego del cine y la cena qué?

- Entonces ahí si podríamos comernos el postre...

- ¿No estabas diciendo que querías una cita convencional?

- Eso dije

- No sé si te voy a dejar comerte el postre - continuó -. No suelo hacer esas cosas en la primer cita, ¿Por quién me tomas?

- ¿Estas seguro de tus palabras? - contraatacó Bin.

- mjum - balbuceó

- Perfecto, no voy a tocarte un pelo esta noche entonces - respondió -, ni besos, nada.

Entonces Sanha lo tomó de la nuca y lo atrajo para besarlo, le dió pequeños piquitos entre risa y risa porque ambos sabían que no lograrían mantener las manos apartadas del otro. Momentos después el peli negro terminó acomodándose entre sus piernas, entonces envolvió su cintura abrazándolo con brazos y piernas.

No era la primera vez que hacían eso, besarse en esa posición tan íntima sin necesidad de que el beso escalara a otra cosa, solo eran ellos besándose sin segundas intenciones y eso también le gustaba.

La noche transcurrió tranquilamente, vieron una película del universo cinematográfico de marvel que justo estaba en su semana de estreno, a ambos les gustaban esas películas así que no tuvieron que pensarlo tanto; pidieron el tarro más grande de pororó al igual que vasos de gaseosa. Al salir del cine caminaron observando vidrieras hasta que encontraron un pequeño restaurante que en opinión de los dos, les daría la privacidad que querían.

ᴿᵃᵃᵇᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora