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S e i s

- "Porque todo lo que quiero hacer es estar contigo"

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Yoon Sanha había sido criado en una familia "Poco común" según las personas del pueblo, pero él lo definiría como "La mejor familia del mundo". Sus padres lo habían guiado por un camino en el que él tenía las opción de hacer lo que quisiera con su vida siempre y cuando fuera feliz sin dañar a nadie, ni a sí mismo.

Siempre fue así, por eso, cuando durante la secundaria se encontró explorando por primera vez sus deseos carnales de la mano de uno de sus compañeros de salón, a sus padres en realidad no les importó que fuera con otro hombre con quien su hijo estaba teniendo su primera experiencia, más bien ellos lo que quisieron en su momento era asegurarse de que estuviera seguro.

Luego, cuando finalizó abruptamente esa relación que estaba permitiéndose explorar por empezar una "relación seria" con Yoojung, la hija de los Choi, también quisieron asegurarse de que eso era realmente lo que su hijo quería. Al principio dudaron un poco, no por él, más bien por ella, pues su hijo siempre había estado de algún modo embelesado por Yoojung sin ser correspondido, entonces, cuando ambos se presentaron tomados de la mano, diciéndoles que estaban juntos fue realmente una sorpresa.

El tiempo pasó y finalmente ambas familias se terminaron haciendo a la idea, incluso comenzaban a hablar de que si en un futuro salía todo bien en esa relación, al heredar ellos los negocios de sus padres podía existir una fusión entre los Yoon y los Choi. Sin darse cuenta y sin maldad alguna comenzaron a crear muchas expectativas sobre dos adolescentes en una relación joven aún.

Hubo ocasiones en las que Sanha se cuestionó si eso habrá sido lo que llevó a Yoojung a huir, a dejarlo plantado el día en que se supone se casarían. Ella siempre había soñado con estudiar turismo, obviamente sus anhelos no estaban para nada alineados los que, de algún modo sus padres esperaban de ella.

¿Se habrá sentido abrumada por lo que "tendría que hacer" luego de la boda? Se cuestionó innumerable veces más no daba crédito. Se suponía que se amaban, llevaban laaargos años de relación y ella tendría que saber que él jamás hubiera permitido que renuncie a sus sueños por un deber familiar. Habían hablado en muchas ocasiones del tema, creyó que habia quedado claro cuando le dijo que en todo caso para eso estaba él, quien si desde pequeño mostró interés por convertirse en un buen productor al igual que su padre.

Si hacia una mirada retrospectiva hacia el pasado, hacia lo que fue su relación, podía darse cuenta que a pesar de sus intentos por brindarle confianza al respecto, quizá ella nunca pudo estar en paz en lo que refería a casarse y luego heredar el negocio familiar.

No lo sabía, era posible que nunca lo supiera y nada le importaba menos en la actualidad. De hecho, ya no pensaba en Yoojung, había dado por terminado todo en el preciso momento que lanzó el anillo de compromiso a la piscina ante la mirada de Moonbin, el mismo hombre que lo observaba en ese momento de un modo que estaba encendiendo algo desconocido dentro de él.

La reunión que tendrían con posibles proveedores terminó por posponerse unos días más, al final resultó que el señor Moon solicitó que se realizara en las oficinas en Seúl. Sanha estaba nervioso, sabía que ese cambio tenía que ver exclusivamente con él, obviamente el hombre quería conocer al productor que brindaría la materia prima para sus restaurantes los próximos años.

Y no le importaría, Yoon Sanha no era alguien a quien cualquiera lo intimidara, es más, pocas cosas lo hacían. El señor Moon no debería suponerle un gran reto de no ser porque el trato que había conseguido siempre fue el sueño de su difunto padre y obviamente, porque ese señor era el padre de Bin, el hombre a quien había estado intentando arrastrar a su habitación desde su confesión hace cuatro días.