- "Siento que estoy enamoradome en muy poco tiempo, si, esto es muy rápido, ¿Por qué tenías que darme una confusión tan placentera?".
Tras despertarse solo y tener unos minutos para reflexionar con respecto a lo que estaba sintiendo, Moonbin decidió arriesgarse pidiéndole a Sanha una oportunidad, no quería que lo de hace un rato sé siguiera repitiendo sin dejarle en claro que lo de él iba en serio. Era una situación en la que no estaba cien por ciento seguro, sabía que era correspondido, pero también era consciente de la situación del chico y que este podría no querer una nueva relación cuando a penas había salido de una. No habían hablado de eso hasta el momento pero él lo sabía, no necesitaba que le dijeran lo que era obvio.
Para sorpresa de ambos Yoon Sanha no sé negó, es que no podría, todo se sentía tan correcto que en su mente no hubo espacios para un rechazo.
Ambos decidieron poner todas sus fichas a lo que estaba sucediendo entre ellos y el resultado era el siguiente: dos chicos profundamente dormidos con sus cuerpos entrelazados entre sí luego de haberse quedado profundamente dormidos la noche anterior.
Al pasar las horas, cuando el sol dió lugar a un nuevo amanecer llevándose a su paso cada requicio de oscuridad, para finalmente terminar colándose por las ventanas de los edificios anunciando el inicio de un nuevo día, Sanha maldijo entre balbuceos. El departamento de Moonbin estaba ubicado de tal forma que cada día, sin falta, el sol sería una fuente de luz natural.
Resignado a la idea de que ya no podría seguir durmiendo así lo intentara estiró su cuerpo y, pronto se dió cuenta de que un brazo cruzaba por encima suyo sosteniéndolo por la cintura. Volteó a ver al peli negro, quien aún dormía plácidamente, cuando sintió ese característico palpitar en su corazón que hacía resonar su caja torácica. Llevó la mano a la altura de su pecho dejando pequeñas palmadas en el sitio, como si con eso pudiera calmar lo que provocaba en él darse cuenta de lo intimo que resultaba ese momento.
Ambos estaban completamente desnudos y Sanha podía sentir cada parte del cuerpo contrario en su costado, Moonbin era alguien cálido por lo que el calor abrazador de su cuerpo lo rodeaba al estar tan cerca.
- Buen día - murmuró el peli negro escondiendo la cabeza en el hueco del cuello de Sanha, depositando un suave beso en el camino, beso que le provocó un escalofrío como reacción inmediata.
- Buen día - respondió pensando que había fallado en su misión de no despertarlo.
- Puse un despertador, aún es temprano, puedes dormir un momento más.
- Quisiera pero ya no podré - suspiró - el sol me da justo en la cara.
- ¿Te molesta? - cuestionó entonces elevándose solo un poco para verlo directamente -, podemos cerrar las cortinas.
- Ya no tiene caso - negó llevando sus dedos para acariciar un rojo que le había quedado sobre la piel de la mejilla al estar presionada sobre la almohada por un tiempo prolongado -, mi cuerpo ya sabe que amaneció, no voy a conciliar el sueño nuevamente.
- ¿Tu cuerpo sabe qué?
Sanha puso los ojos en blanco al percibir cierta burla en la voz contraria, se giró colocándose de lado para que pudieran quedar frente a frente y entrecerró los ojos al observarlo.
- Desde pequeño seguía a mi padre en todos sus deberes, es mi modelo a seguir, siempre supe que quería ser como él. Lo primero que me enseñó cuando me permitió ayudarlo en el trabajo luego de salir de la escuela fue: "En el campo cada minuto de luz natural se aprovecha".
- Tiene sentido en realidad - asintió el peli negro poniéndose serio al darse cuenta que estaba contándole algo de importancia.
- Si, siempre fui un quejica porque me despertaba desde temprano... Recién comprendí que tenía razón en el momento que tuve que hacerme cargo de todo prácticamente solo, las horas del día no me alcanzban - murmuró sumido en sus recuerdos -. Desde entonces tengo una alarma personalizada, la claridad del día es mi recordatorio de que ya se hizo demasiado tarde.
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ᴿᵃᵃᵇᵗᵃ
أدب الهواةNunca se termina de conocer a las personas y Yoon Sanha entiende que así es el día que se suponía sería el más feliz de su vida. Ahora la cuestión es la siguiente ¿Podrá darse una nueva oportunidad de amar aún después de haber visto su más bonito su...