Somos tu y yo.

9. Protección

Narra Vera:
No podía dejar de pensar en él, simplemente no podía. Después de todo lo ocurrido, me parecía que aquel hombre era perfecto.

Y es que, lo era.

Yo sonreí emocionada y busqué a Maggie.

-¡MAGGIE! A que no sabes que acaba de pasar~

-A ver, sorprendeme

-Pues, estaba fregando los platos con y Daryl y... Me... Me... Me a besado...

Maggie soltó un chillido y yo me reí.

-Me alegro tanto por ti...

-Gracias, Maggie... ¿Y tu que tal con Glenn?

-Bueno pues... Uhm... ¿Te acuerdas de lo de la farmacia? Pues... A lo mejor se repite hoy...

Yo sonreí divertida y le di un suave toque en el hombro.

-Bueno, luego me lo cuentas eh...

-¿Te presto un condón y se lo das a Daryl?- Me preguntó ella divertida.

Yo me sonrojé muchísimo, pensado en el calentón que me dió cuando él gimió.

-Ehhhhh... Pues no creo que sea apropiado la verdad... Solo tengo 22...

-¡Yo a tu edad ya no era virgen!- Me dijo estallando a carcajadas.

-Pero...

-Si no se lo das tú, se lo daré yo.

-Maggie... NO. TE. ATREVAS.

-¿Que lo haga, dices? ¡Vale!- Entonces salió corriendo hacia Daryl sin que yo pudiera evitarlo.

Yo me puse roja y cogí a T-Dog y empecé a similar una conversación con él.

-... Pues eso...

-¿Que cojones te pasa?

-¡CALLATE Y FINGE QUE ESTABAS HABLANDO CONMIGO!

-Okay...

Vi cómo Maggie se acercaba a Daryl y le daba el condón. Él la miraba divertido pero desconcertado.
Entonces Maggie me señaló y Daryl estalló a carcajadas.

-Yo... Voy adentro de la casa.

-¿Okay?

Yo me quedé callada en el otro lado de la casa. Por una parte, creía que Daryl acababa de perder el interés en mi. Y por otra, me dolía que se hubiese reído.

Después de un rato entré a la casa y me dirigí a Hersel.

- Señor Green... ¿Le puedo ayudar con algo? Me gustaría ser de utilidad...

Hersel sonrió.

-Bueno, muchas gracias por el ofrecimiento, pero por ahora no ahí nada que hacer... Aunque, si quieres, puedo enseñarte a curar alguna heridas, tengo un manual de primeros auxilios. Te lo prestaré si quieres y si tienes alguna duda, me lo puedes consultar.

-¿De verdad, señor Green?- Dije asombrada y entusiasmada.

-¡Desde luego! Ten, cógelo... - Él empezó a buscar en una estantería y cuando lo vio lo cogió y me lo dio- Espero que te sea útil.

-Gracias, señor Green.

-Puedes llamarme Hersel.

Yo sonreí.

-Gracias, Hersel.

Después empecé a salir de la casa leyendo y dirigiéndome a la caravana me choque con Daryl.