7. Los dictados del corazón

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Narra:Vera.
Me desperté un rato después y noté que Dary seguía dormido, sonreí, se veía adorable durmiendo, le di un beso en la mejilla y se revolvió en la cama, decidí que lo mejor era irme, a si que salí de la habitación antes que él y fui a hablar con Shane.

-Emm, Shane, yo... Perdón por haberte dejado antes así, es que... Daryl es mi mejor amigo y... No se, estaba bastante preocupada...

-No pasa nada, tranquila, yo habría echo lo mismo si se tratase de Rick, a si que no pasa nada... Entonces...Que me dices Vera, me das una oportunidad ¿Quieres ser mi novia?

-Shane, yo... Debo pensarlo... Esto... Esto es nuevo para mi, nunca e tenido novio... -dije y después me sonrojé nada más decir lo...

Él sonrió.

-No pasa nada, solo, dame una respuesta cuando lo pienses.

-Claro, dalo por echo, Shane.

Él volvió a sonreír y se fué.

Yo me fuí a ayudar a mi madre con sus tareas.
Mientras hacía las tareas se mi madre y las mías, pensaba en Shane, y también, quizas, de manera inconsciente, en Daryl, el tiempo se me había pasado en un suspiro. Mire mi reloj,eran las 7:36 p.m.

Decidí ir con Maggie, en estos días se había convertido en una gran amiga para mí, quizas, en mi primera mejor amiga, ella me había contado toda su historia con Glenn, porque confiaba en mi, y, decidí, contarle todo.

-... Y, a ver... Shane es muy lindo, pero... No se... Creo... Creo que estoy enamorandome de Daryl...

-Quizás si... Y quizás le gustes tu también...

- No creo...

-Chicas la cena está lista.

-Ya vamos, mamá, gracias.

-Si, gracias, Carol.

La cena no fue muy amena y, me fui a dormir rápidamente.

A la mañana siguiente, salí a buscar a Shopia con T-Dog y Andrea.

La tensión entre Andrea y yo era bastante grande, T-Dog se sentía incómodo, y gracias a Dios, que Andrea se empezó a sentir mal y se fue.

Después de terminar de revisar la zona sin demasiadas conversaciones, volvimos al campamento, y lo primero que vi fue a Andrea saliendo de la tienda de Daryl.

Yo realmente me enfadé, se había librado del trabajo mintiendo, y no solo eso, si no que se había ido a ver a su lige.

Yo gruñí y salí corriendo a la tienda de Daryl. Andrea, al verme correr de esa manera, salió corriendo a para que no le patease la cara, e hizo bien, la muy zorra.

Yo entré en la tienda y le miré, estaba allí, tumbado, con la almohada en la espalda ayudándole a sostenerse erguido, estaba jugando con una flecha y su camisa estaba un poco subida, dejando ver algunos músculos, pero el que más captó mi atención, y, de lejos, se llevaba el premio, fué su ilíaco, tan marcado y definido...

"¿Pero que estoy pensando? Se acaba el mundo y yo pensando en lo bueno que está Daryl... Anda que... Yo también..."

-¿Como estás?

-Bien, algo dolorido, pero bien.

- ¿Que hacía Andrea aquí?- No pude evitar preguntarle, me repateaba que esa zorra pasase tanto tiempo con él.

-Solo me traía algunos libros, - en ese momento se acomodó, y, al hacerlo, dio un gemido, grave y varonil, con voz gutural- y me pedía perdón.

No presté mucha atención a sus últimas palabras, ya que algo dentro de mi estaba creciendo, noté la sangre subir a mis mejillas. Había oído a mis amigas hablar de cuando los chicos las ponían calientes o las excitaban, pero, yo nunca me había excitado, y sentía, que aquella era mi primera vez.
Miles de imágenes inapropiadas empezaron a aparecer en mi cerebro.
"MIERDA, MIERDA, MIERDA, Vera contrólate"

Somos tu y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora