Capítulo 4

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La semana de Gon pasó rápido, los días consistían en preparar las cosas de la casa e ir a la universidad. Al no haber empezado todavía el trabajo, después de la universidad siempre se quedaba con su grupo para tomar algo y seguir conociéndolos. Con su compañera de pupitre, Retz, había comenzado a entablar una amistad mayor.

Cuando acabó la última clase del viernes, Gon se dirigió a casa, tenía cosas que hacer y quería arreglarse, tenía que estar guapo para la primera fiesta. La entrada a la discoteca era a las 12, pero habían quedado en casa de Retz a las 10, justo después de cenar, para comenzar a beber un poco antes de ir al lugar.

De camino a casa se encontró con Kurapika, ambos se saludaron con un abrazo.

-¿Qué tal Kurapika?, ¿vas esta noche a la fiesta de inauguración?- Preguntó Gon.

-Claro, no hay mejor forma de empezar el curso. ¿Te veré por allí?-

-¡Sí!, alguien tendrá que enseñaros a los pijos como se sale.- Ambos rieron ante ese comentario.

-Bueno igual te sorprenden. Nos vemos esta noche Gon.-

-Ciao.-

Se despidieron y Gon llegó rápidamente a casa. Cuando fue la hora, Gon se preparó la cena, y tras comer se duchó. Eran las 9, tenía 45 minutos para arreglarse. La discoteca a la que iban tenía código de vestimenta, así que, tenía que ir alejado del estilo que a él le gustaría, pero bueno, ya tendría oportunidad de brillar en la siguiente. Optó por ponerse un polo blanco con detalles verdes, unos pantalones chinos marrones y unos zapatos negros, sencillo.

Miró el reloj, eran casi las 10 así que salió disparado. Gon llegó a casa de las rubias, ya había llegado el resto de su grupo. Cuando entró por la puerta se quedó pasmado, el apartamento ocupaba toda la planta del edificio, era enorme. Podría jurar que era al menos 10 veces su casa.

-Te vas a quedar ahí parado o vas a venir a ponerte una copa con nosotros.- Dijo Retz con tono divertido tras abrir la puerta.

-Por supuesto.- dijo Gon simpático.

Siguió a Retz llegando al salón donde ya estaba el resto. Al parecer le estaban esperando. Gon se percató de que ya había una copa delante de su asiento, y tenía unas cuantas botellas entre las que elegir su bebida. Cuando salía de fiesta en su barrio solía beber siempre ron o whisky de calidades cuestionables, así que aprovechó para tomarse un licor 43. Ya luego aprovecharía para tomar algún whisky de mejor calidad u otras cosas.

Se pusieron la primera copa, y Zushi tosió tras darle el primer sorbo, Gon rió divertido, de donde él venía estaban bastante más acostumbrados y tenían un mejor aguante.

-¿Por qué no jugamos a un yo nunca?- Sugirió Canary.

-Hablas poco, pero cuando abres la boca es para decir algo inteligente ehh.- dijo Retz. -Será más divertido así.-

Los chicos estuvieron de acuerdo así que comenzaron a jugar. A Gon le parecía un juego tan típico como el verdad o atrevimiento, pero la verdad, le apetecía jugar, siempre era interesante saber más cosas de sus amigos. Al principio empezó con cosas más básicas, -yo nunca he salido con alguien-, pero muy pronto y como ya sabían desde un principio, las preguntas empezaron a subir mucho de tono.

Descubrieron que Retz era menos santa de lo que parecía, que Canary no era nada parada como decían, y por supuesto en una de las mil preguntas sexuales que hicieron, descubrieron que a Gon le gustaban los chicos.

Llegó la hora, y después de descubrir algún que otro secreto entre ellos, los chicos salieron hacia la discoteca. El alcohol ya hacía efecto, e iban en un punto ideal para que el camino de ida fuera entre risas y se hiciera corto.

Una luz de esperanza (Killugon / Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora