Capítulo 6

208 13 14
                                    

Gon intentaba dormir, su cuerpo le pedía a gritos descansar tras un día tan largo, pero no paraba de darle vueltas a la cabeza. Lo de esa tarde le había encantado, pero porqué, si era solo la primera vez que estaba con el albino. Además, cómo iba a querer repetir si ya se había quitado las ganas que tenía. Sin querer se sonrojó al volver a pensar en lo sucedido.

Se dio una cachetada mental por aquello, había estado muy bien pero ya está, no le daría el placer al contrario de repetir la ocasión, ni si quiera de pedírselo. Encima, Killua era un auténtico imbécil, eso ya se hacía cerrado y no quería volver a pensarlo. Finalmente logró quedarse dormido.

Durante ese fin de semana no lograba quitarse ese pensamiento de la cabeza, en ella solo resonaban sus propios gemidos con el nombre de Killua. Es más, el pensamiento no paraba de crecer. Gon de vez en cuando se metía a stalkear a Killua por redes sociales. Sabía que no es lo que tenía que hacer, eso no ayudaría a quitarse la idea de repetir con ese estúpido, además, debería estar estudiando más durante esos días.

Gon despertó el lunes con la imagen de la mirada de Killua recorriéndolo entero, tenía claro lo que iba a hacer. Al llegar a la universidad, el clima era exactamente el mismo que la semana anterior, ambos se comportaban de la misma forma, para Killua, Gon era indiferente, incluso podría parecer que inferior. El resto de la clase jamás imaginaría lo que había pasado, pues parecía que esos dos se llevaban a matar.

En el descanso, Gon fue al baño. Mientras estaba dentro apareció el albino en la estancia. Ambos estaban completamente en silencio, Killua parecía que ni echaba cuenta de su presencia. Gon se animaba internamente a hablar, pero no tenía ni idea de qué decir o cómo actuar. Entonces se dio cuenta de que no necesitaba hablar para expresarle al otro lo que quería.

Cuando Killua ya se marchaba le agarró de la muñeca devolviéndolo al interior y cerró la puerta del baño.

-¿Qué estás haciendo?- Dijo Killua algo alterado, pensaba que Gon quería discutir o incluso golpearle, aunque realmente no le preocupaba. Le sorprendió cuando vio el cambio de actitud de Gon mientras se acercaba a él.

Gon nunca lo iba a aceptar, ni a decirlo en voz alta, pero quería exactamente lo mismo que la otra vez. Gon rompió la distancia que quedaba entre ambos y dio a Killua un beso lleno de necesidad por su parte, un beso que Killua correspondió.

-Así que ni si quiera ha pasado una semana y ¿ya me necesitas otras vez?- Susurró el ojiazul.

Gon bajo un poco la cabeza con un leve sonrojo de vergüenza, tenía razón, Gon quería repetir.

Killua se separó de él. -Lo siento, yo no repito, ya te lo dije.- Y salió del baño con un aire superior, de vuelta a la clase.

El resto del día Gon estuvo como perdido, no paraba de pensar, lo habían rechazado, a él, que siempre podía estar con quien quería. No solo lo habían rechazado, encima había sido Killua, su rival.

Al día siguiente caminaba a clase pensando en cómo iba a ser mirar a los ojos a Killua, le resultaba humillante, seguramente ni lo haría. Pero cuando llegó a clase, su sorpresa fue ver que el albino no estaba. Zushi le dijo que igual estaba en un entrenamiento, o una competición, al parecer Killua era campeón nacional de boxeo en su peso. No lo sabía, de ser así no se habría enfrentado a Killua de esa forma en la fiesta.

Mientras estaba sumido en sus pensamientos, el profesor le ordenó ir a reprografía, a por unas cuantas copias de una tarea. En el camino de ida, escuchó unos ruidos provenientes de una clase que estaba vacía, se acerco más y escucho la voz de una chica gimiendo el nombre de Killua. Gon se apartó un poco, y espió desde lejos hasta que vio salir del lugar al nombrado y a Machi.

-¿Por qué no quisiste dormir conmigo el otro día?- Preguntó la pelirrosa.

-No duermo nunca con nadie.- Sentenció el albino.

Gon estaba procesando lo que había visto, ¿así que ella le había gustado tanto que sí repetía?, además, ¿el peliblanco estaba loco?, vale que era una hora de clase y la gente estaba en su lección, pero cualquiera les podría haber pillado.

Gon regresó a clase haciéndose esas preguntas, Killua le pareció un imprudente por aquello, además, le había mentido, pensaba echárselo en cara la siguiente vez que tuviese una oportunidad.

Esa oportunidad no tardó en llegar, pues el día siguiente llegó un poco tarde a la universidad, no había nadie en los pasillos, ya había sonado el timbre de inicio, y cuando se dirigía a clase encontró a Killua en su misma situación. De un empujón lo metió a una clase vacía y cerró la puerta.

-Eres un mentiroso, así normal que le caigas mal a la mayoría de la gente.-

Killua lo miró con algo de enfado -¿A qué se debe este recibimiento?, otra vez vienes a pedirme sexo, te dije que no repetía.-

-Al parecer sí que lo haces, o ¿qué era lo que estabas haciendo aquí ayer con Machi?-

-Me estabas espiando.-

-Claro que no idiota, fui a reprografía y os escuché. Igual deberías andarte con un poco más de cuidado. Sin en vez de ser yo llega a ser un profesor, igual te expulsan. Para haber entrado con la mejor nota de admisión a la universidad, te cuesta pensar.-

-No sabía que te preocupabas tanto por mí.-

-Eres un falso.- Reiteró Gon.

-Claro que a veces repito con gente, que pasa, ¿estás celoso?-

-Para nada, me da exactamente igual lo que hagas o dejes de hacer con tu vida-

-No te habría gustado ayer ser tú el que estaba en esa posición, como el otro día.-

De pronto, Gon imaginó la sensación y se sonrojó, seguía queriendo hacerlo, lo necesitaba.

Así que, Gon se acercó algo más a Killua y le susurró. -La posición la prefiero ir cambiando.- Tras decir esto, le agarró el paquete a Killua y lo besó muy intensamente.

Aunque no lo esperaba, al albino no pareció disgustarle en absoluto y continuó lo que Gon había comenzado. El moreno notó a Killua más que duro, decidió tomar la iniciativa y demostrarle quien mandaba. Clavó sus ojos miel en los pantalones del contrario, bajándolos hasta el suelo, mientras el propio Killua se quitaba la camiseta.

Vio de nuevo ese cuerpo que tanto le gustaba y le empujó para que se sentase en una silla. Gon se quitó la ropa y se arrodilló frente a Killua, metiéndose su miembro en la boca. Él también había comenzado a masturbarse.

Cuando pensó que era suficiente, se subió encima de Killua y comenzó a botar sobre él, como lo haría un jinete sobre un caballo salvaje. Killua estaba disfrutando mucho de la iniciativa del moreno, ambos gemían cada vez más, hasta que decidió que era su momento. Con Gon sentado a horcajadas, se puso de pie, y sujetándolo en brazos comenzó a embestirle. Esto activo a Gon aún más, y ninguno de los dos tardó demasiado en acabar.

-Vaya, parece que el señor Freecss si estaba celoso, porque hoy no te ha preocupado en absoluto que nos pudiesen pillar.- Masculló el albino burlándose.

-Cállate, que me guste hacer esto contigo no significa que no seas un niñato.-

-Te dije que volverías rogándome y eso es lo que has hecho.-

Gon no le soportaba, a ver si dejaba ya de tener encuentros con ese chico.

-Vamos a clase, hoy es el repaso final antes del examen del viernes.- Apuntó Gon para acabar la absurda conversación. Y sin mediar una palabra más entraron a la lección.

Una luz de esperanza (Killugon / Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora