Capítulo 21

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El final del curso se acercaba, quedaban apenas unas semanas de clase y por fin llegaría el verano, al fin Gon podría descansar, hacer planes y olvidarse de todo lo relacionado con la universidad. Con algo de distancia recuperaría de nuevo esas ganas que tenía al principio y podría entrar en clase sin importar encontrarse al albino.

Desde que vio al chico despedirse de su hermana aquel día, solo lo había visto fugazmente por la universidad, pues ya no quedaba casi nada para los exámenes finales, y muchos profesores habían terminado sus lecciones. Quedaban solo entregas de trabajos o presentaciones.

Ese día Gon iba a acudir a clase, le tocaba presentar un trabajo junto con su compañera Retz a todos sus compañeros. Era sencillo, un tema que tenía controlado, la exposición era un mero trámite para conseguir una nota alta y poder hacer media con un buen examen. Llegó a la universidad temprano, había quedado antes con sus amigos para tomar un café y desayunar en la universidad.

-¡Gon estamos aquí!- Gritó moviendo la mano su compañera de exposición.

-Hola chicos, ¿Solo somos nosotros?- Preguntó el ojimiel al llegar y ver solo a tres personas.

-Creo que sí, Canary no va a venir porque a ella le toca exponer mañana y está ultimando todo.- Respondió Zushi

-¿Mi hermana va a venir a ver las exposiciones? Parece mentira que la conozcas ya del curso entero. Ella vendrá a la suya y da gracias.- Ambos chicos rieron ante el comentario de la rubia.

-¿Estáis preparados?- Dijo el chico más bajo dejando tres cafés en la mesa.

-Sé que va a salir bien, pero la verdad que estoy algo nerviosa.-

-Son los nervios del directo, tranquila lo hemos repasado mil veces, saldrá genial.- Respondió el moreno con una sonrisa tranquilizadora.

Terminaron de beber su café y fueron directos a clase, allí ya les estaba esperando el profesor. Llegaron los primeros para ir preparando la presentación. Cuando ya estaba todo listo, fueron apareciendo poco a poco sus compañeros, tomando asiento para escucharles.

Gon repasaba tranquilo en su cabeza todo lo que tenía que decir, lo tenía bajo control. Miró a su compañera de reojo, ya casi era la hora de comenzar. Al volver a mirar hacia la clase lo vio entrar, mirada felina y profunda, con unos inmensos ojos de un azul intenso. Sus orbes se cruzaron por un instante en el que a Gon se le olvidó absolutamente todo, su corazón se aceleró, y su cerebro voló fuera de la clase por un momento, momento que parecía que se había paralizado, había perdido la noción de la situación.

Cuando volvió dentro de sí, estaba nervioso y algo descolocado. Volvió a fijar la vista en Retz, era la hora de comenzar, él iba primero en la exposición y tenía que estar concentrado para hacerlo como sabía.

Pese a esa pequeña "sorpresa", Gon hizo una exposición impecable, demostrando porqué es uno de los mejores alumnos, y postulándose para conseguir una de las mejores notas de la asignatura. Bien es cierto, que durante toda su charla no posó en ningún momento su mirada en el lugar donde se encontraba el peliblanco, tampoco era cuestión de arriesgarse.

Pero, a decir verdad, a la segunda parte de la presentación, la parte de su amiga, no le presto demasiada atención. Se dedicó a pensar, y a observar a Killua de forma disimulada. Hacía mucho que no coincidían, ninguno había ido mucho a clase últimamente, las presentaciones no tenían asistencia obligatoria, y sin embargo, el ojiazul estaba allí. El calendario de exposiciones estaba puesto desde el principio del cuatrimestre, el albino sabía perfectamente que si iba a clase ese día, vería a Gon.

Cuando Retz terminó, el profesor hizo algunas preguntas, y poco después dio por finalizada la presentación, felicitando a ambos alumnos y dando por concluida la clase.

Retz abrazó a Gon para celebrarlo, el moreno correspondió, pero la soltó rápido. Quería ir hacia donde estaba el albino, ni si quiera sabía lo que le iba a decir, pero se estaba dejando llevar. Recogió las cosas y cuando se dio cuenta, el peliblanco ya se había marchado.

-¿Porqué tanta prisa Gon?- Preguntó su amiga.

-Nada... Quería hablar con Killua.- Dijo algo cabizbajo.

-Pensaba que te sería más duro concentrarte cuando le vi entrar, pero lo has hecho genial.-

-Intenté no pensarlo, además lo había practicado mucho, no podía permitir que nada lo arruinase.- Dijo guiñando un ojo.

-Heyy chicos, habéis estado increíbles.-Apareció Zushi para felicitarlos.

Los tres amigos abandonaron la clase charlando de forma animada. Al salir, Gon tomó el camino a casa, mientras sus amigos, fueron hacia la biblioteca para preparar los exámenes de la próxima semana.

-Gon.- Una voz tranquila pero firme acababa de llamar su atención. El moreno conocía perfectamente quien era su dueño.

Killua acababa de llamarlo, posicionándose delante de él y mirándolo cara a cara.

El moreno había imaginado mucho esos últimos días el momento de hablar con Killua, pero no se esperaba reaccionar así. Y es que cuando Gon lo vio se le olvidó hasta respirar.

-Hola Killua- consiguió articular, atreviéndose a mirar de nuevo esos inmensos zafiros, temiendo perderse en ellos.

-Solo quedan dos semanas de exámenes, y la entrega del trabajo es en 8 días. Realmente solo queda revisarlo, si quieres te lo envío, hacemos las últimas correcciones y lo dejamos entregado.-

Entonces sí que había ido a clase para verle a él, pero era solo por el trabajo... Pensándolo mejor, el trabajo le parecía una simple excusa. Podría haberle escrito perfectamente y haberse ahorrado el ir hasta la universidad. Definitivamente había querido encontrarse en persona, y eso, despertaba la curiosidad de Gon.

-Vale, envíamelo y lo dejamos terminado.-

Gon había agachado la cabeza, a punto de marcharse, pues el silencio hacía ya unos cuantos segundos que reinaba entre ambos chicos.

-Por cierto, el día que acabamos el último examen es la graduación de los de segundo. ¿Irás a ver a tu amigo Kurapika?-

Gon volvió a mirar rápidamente al chico. -Supongo, ¿Porqué?- Preguntó con ansias de saber la respuesta.

-Yo también voy a ver a un amigo mío. Los que se van a graduar se sientan en el escenario, y la verdad yo no conozco a ningún padre. Así que te quería preguntar si querías venir conmigo, a ver la ceremonia y eso.-

Gon vio de nuevo los ojos del chico brillar, sintió su pecho calentarse y como sus piernas temblaban. Miró los carnosos y delicados labios del chico que quedaban a la altura de sus ojos para luego volver a mirar de forma embelesada a los ojos, sin poder esconder lo que sus transparentes orbes miel gritaban. Era el mejor reencuentro que podría haber imaginado, un mínimo acercamiento.

-Sí, allí nos vemos.-

Se miraron unos segundos y se despidieron, algo sonrojados. Aunque a Gon no le importaba ya lo más mínimo que el chico se percatarse de aquello. Él no era mucho de ocultar las cosas.

Ese día se dio cuenta de una cosa, la sabía desde hace mucho tiempo, y ya era hora de reconocerlo.

Estaba totalmente enamorado de Killua y tenía que luchar por lo que quería.

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⏰ Última actualización: Mar 05 ⏰

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Una luz de esperanza (Killugon / Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora