🍂【 IV 】🍂

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❝ 𝕿𝖊𝖗𝖆𝖕𝖎𝖆  ❞

「𝓡𝓮𝓼𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 𝓚𝓪𝓰𝓮𝔂𝓪𝓶𝓪 」


Vaya, tardaste mucho.— murmuró la jovencita rubia bajando el libro que tenia en las manos, acomodándose en su cama.

Si...— Tobio se tiro en la cama de Toka con la intención de molestarla.— Había tráfico.

—Ajá... seguro te quedaste de meloso con Hinata. — ella hizo caras sugestivas pero, en vez de pelear como solían hacer, el sólo bajó la cabeza con una expresión perdida en su rostro.

No... de hecho, no.— el se rasco la nuca algo avergonzado.

Hitoka le miro de arriba hacia abajo intrigada.— Oye... sé que a veces te molesto, pero en realidad si me gusta que estén juntos.— ella se acercó. —¿Paso algo malo?

—Pues... no malo, pero estoy preocupado.— el colocador se lanzo hacia atrás descansando en el colchón.

¿Preocupado? Por... ¿por qué? ¿Puedes contarme?

—... La verdad no sé si deba contártelo porque parece serio pero... quizás sólo tú seas capaz de ayudarme. —El tragó grueso para darse valor.— Ayer no tuvimos sexo.

Ella estaba genuinamente sorprendida, dado que no esperaba tocar aquel tema. —Oh... ya veo.— Ella pensó. —Pero eso no es malo, ¿o si?

—No, claro que no. Me dijo que no estaba listo y lo entendí, tuvo sus razones, quizás debí hablarlo con el previamente.

—Lógico.

—Pero... hay algo que no me cuadra... es como me estuviera ocultando algo.

Ella se extrañó. —¿Cómo así?

—Creo que... es idea mía pero, cuando intenté acercarme con suavidad, el se puso a llorar bastante y parecía muy asustado. Al inicio creí que tenía miedo y me alejé, pero se aferró a mi, no estaba asustado de mi como creía. Intenté consolarlo y hablar de eso con el, pero no quiso decirme nada respecto al tema.— Kageyama bajo la cabeza confundido. — Y es tan frustrante... no sé si fui yo el que hizo algo malo...

Hitoka le miro atenta. —¿Pediste su consentimiento para tocarle?

El pelinegro abrió sus ojos en shock. —¿Consen... timiento?— Kageyama no comprendía muy bien, investigó al respecto pero no habían instrucciones concretas.

Hitoka suspiró, ya había aprendido por experiencia propia cómo funcionaba la mente de su hermano.—Consentimiento es como pedir permiso para realizar algo, una acción, para ver si la persona esta cómoda y si está de acuerdo con lo que harán.

—Ya... veo...— Kageyama analizó la situación. —Cuando nos besábamos y abrazábamos siempre sentí que "el consentimiento" era como un "acuerdo telepático" entre los dos, creí que se trataba más de dejarse llevar. Pero al verlo tan ofuscado no me permití continuar, lo menos que quiero es hacerle daño.—el suspiró. —Me molesta saber que algo le pasa y no poder ayudarle...

Ella se recostó también en su cama mirando al techo. —Mierda... es serio... y creo que esta vez no puedo ayudarte.

El, por su parte, se levantó de golpe.—¿Qué?

THE PROM: AÑOS FUTUROS (KAGEHINA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora