calor

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Volví a colocarme los tirantes de mi vestido después de amamantar a Abel, gracias a qué el día de hoy era especialmente caliente no hubo necesidad de que envolviera a Abel en un cobertor, únicamente lo recosté sobre su cuna junto a mi cama para luego estirarme un poco.

Emira- Abel eres más glotón que tú hermana (dije con ternura al acariciar la cabeza de mi hijo) te dejaré a cuidado de Rimka

Con un silbido hice que Rimka entrará siendo escoltada por los dos caballeros que el príncipe Félix puso para nuestra protección ya que Alek y Cecil fueron llamados para hacer un trabajo, aunque había conseguido que no los encerraran por lo que hicieron, no había logrado que los dejarán sin más -¿que fue lo que les pidió? llevo tres días sin saber nada de ellos- una vez Rimka tomó en sus brazos a Abel fuí directamente a buscar a cualquiera de los príncipes, necesitaba saber que fue lo que le hicieron a Alek y a Cecil -no es normal que ni siquiera venga a verme... se que sigue en Pelton pero por qué no ha vuelto a verme- mi primera parada fue en la sala del trono pero no tuve éxito, continúe con la biblioteca, los jardines y la sala de eventos pero no puede encontrarlos.

Caballero- ¿que hace fuera de su habitación señora? (pregunto un caballero que pasaba por el patio)

Emira- necesito hablar con los príncipes

Caballero- no es el mejor momento señora, han estado ocupados preparándose para la guerra (dijo con una voz amarga)

Emira- ¿guerra? (pregunté incrédula)

Caballero- aún no se hace el comunicado... pero la orden imperial ya ordenó que todo el ejercito se prepare para entrar en combate

Esa noticia me tomó por sorpresa ya que si bien tenía conciencia de que había algunos problemas con el reino vecino, jamás pensé que llegarían a un nivel bélico -es... es por eso que no los he visto, los príncipes los quieren usar para su guerra- rápidamente fuí a la fortaleza siendo seguida por el caballero que intentaba pararme -!!no se los pueden llevar para eso, Alek no tiene nada que ver con su guerra!!- cuando llegue hasta la fortaleza los guardias me cerraron el pasó impidiendo que pudiera seguir.

Guardia- !!señora no tiene permitido pasar!!

Emira- !!necesito hablar con el príncipe Félix!!

Caballero- señora le dije que no era un buen momento

Guardia- el caballero tiene razón, señora los príncipes están demasiado ocupados para atenderla

Caballero- así es señora Emira... por favor regresemos a su habitación

Emira- !!dije que voy a hablar con el príncipe Félix!!

Ilici- dejen que pase

Cuando miré sobre mi hombro me dí con la sorpresa de encontrar a Ilici junto a un grupo de escribas, apenas dijo eso se adelantó para forzar al guardia a moverse dél camino.

Ilici- acompañeme señora (dijo con un tono cortes antes de mirar al caballero) me haga cargo del resto, retirense

Noté como tanto los guardias como el caballero se alejaron con mala gana mientras yo seguía a Ilici -¿por qué me ayudó?- estuve siguiéndolo por los largos y complejos pasillos hasta que finalmente llegamos a una sala de reuniones en donde se encuentraban ambos príncipes en compañía de varios líderes de orden.

Félix- ¿dónde estabas Ilici? necesito tu...

Ilici- podría primero darle respuestas a mi invitada

Todos en la sala guiaron su mirada en mi dirección siendo una persona mucho más destacada que el resto.

Terminé en un maldito desierto (isekai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora