Juicio

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Alek- 27... 28... 29... !!30!!

¿?- !!que estás haciendo!!

Alek- ho, hola señorita

¿?- !!por qué estás en ésa posición!!

Alek- me quería estirar un poco (dije un poco incómodo)

Apoyando mi mano sobre el suelo levanté un poco mi cuerpo antes de cerrar mis piernas que se encontraban apoyadas entre la cama y una silla -no soy tan idiota para hacer ejercicio cuando aún sigo lastimado, pero no debería haber problemas si realizó alguno estiramientos ¿verdad?- fuí regañado por una de las aprendices de sanador que me había tomado como sujeto de práctica pero tratamiento con magia, aquella pequeña elfa de cabello oscuro y piel morena usó su magia de sanación sobre mi antes de golpearme la frente con su pequeña mano.

¿?- !!no puedes hacer cosas como esas, si te mueres voy a perder mi título de sanadora!! (dijo molesta mientras me daba golpesitos en el pecho)

Alek- debería tratar mejor a tus pacientes -w-

¿?- !!mis pacientes se portan bien, tu eres el que hace cosas raras maldito grandullón, no importa lo grande y fuerte que seas tus heridas son muy graves!!

Alek- tranquilizate... ya pasó un mes desde que llegué a la clínica y comenzaste a cuidarme, te lo agradezco mucho pero hoy puede ser el último día que nos veamos

¿?- espera, no se supone que es mañana tu juicio

Alek- es hoy y seguramente vengan a buscarme pronto

El sonido de la puerta al ser golpeada impidió que la elfa pudiera decirme algo y en su lugar se acercó a la puerta en silencio para luego abrirla donde pude ver a un trío de caballeros.

Alek- te lo dije

Caballero1- nos llevaremos a su paciente señorita sanadora

¿?- ¿era el juicio hoy?

Caballero3- así es señorita, bien hay que esposarlo

Caballero2- yo me encargo (dijo al acercarse con unos grilletes)

¿?- !!que hacen, por qué le ponen todo eso!!

Caballero3- es por seguridad

¿?- !!como que seguridad, aunque se vea así de grande y peligroso ese hombre no podría ni defenderse de un niño con tantos huesos fracturados!!

El caballero que tenía los grilletes miró a la pequeña elfa y luego a sus compañeros -ella tiene razón, moverme duele y más considerando que no me hacen efecto los analgésico ni las posiciones para el dolor- tomando mis tobillos el caballero sólo uso un grillete para sujetar mis tobillos dejando de las demás cadenas y collar de hierro.

Alek- ¿me ayudas a levantarme?

Caballero3- mjmmm no

Alek- bien *malditos elfos... sin ofender a la presente*

¿?- yo te ayudo

La pequeña elfa tiró de mi brazo sano con todas sus fuerzas para ayudame a levantarme -pobre chica... creo que la última vez que me fijé yo pesaba 92 kilos - el caballero con los grilletes me dió un leve empujón para que me moviera causando que la elfa se molestara.

¿?- !!fíjate en lo que hacés tarado!!

Alek- está bien... antes de irme ¿cuál era tu nombre?

Alía- me llamo Alía

Alek- lo recordaré

Caballero1- OK ya vamonos

Después de aquella escena comencé a seguir a los caballeros hasta la salida donde me esperaba una carreta reforzada con metal -me siento como el jefe de mi madre cuando se lo llevó la policía... claro que el era un imbécil- los caballeros fueron cabalgando en sus propios caballos mientras que una docena de guardias armados iban a pié rodeado la carreta, manteniendo una velocidad algo baja pasé varios minutos en silencio pensando en que pasaría si me encontraba a más miembros de las tríadas.

Terminé en un maldito desierto (isekai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora