Alek es un universitario de veinte años quien aburrido de sus clases se dedica a jugar el popular juego de "el oasis del decirto infinito" con sus amigos.
- y de vuelta a la universidad... me hubiera gustado que el raideo durará menos tiempo, tengo...
Sofía- Alek ¿tienes más hambre? (pregunto con una voz calida)
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Alek- si mamá
Con suaves movimientos mi madre levantó su plato y vacío por por completo el contenido de la olla de guisado.
Sofía- no te preocupes Alek... mamá ya se llenó
Alek- gracias mamá... ¿cómo esta mi hermanito?
Sofía- está bien hijo, no tienes que preocuparte (dijo con una sonrisa al acariciar su vientre)
Alek- ¿cómo se supone que el come? esta dentro de ti y tu
Sofía- Alek termina de comer o llegaremos tarde a la escuela
Obedeciendo a mi madre empecé a comer con rapidez el guiso que había hecho mi madre -no quiero ir... mamá se quedará sóla con papá- cuando termine de comer mi madre cuidadosamente limpió nuestros platos siendo lo más silenciosa que pudiera, después de eso atravesamos la sala en silencio hasta llegar a la puerta y finalmente salir.
Sofía- cuando te vaya a recoger nos vamos directo a tu competencia
Alek- si mamá
Minutos de una larga caminata finalmente terminaron con mi madre y yo frente al portón de la escuela, llenó de amargura me despedí de mi madre y entré llendo por los pasillos sólo.
¿?- no se por le temen, sólo es otro de (dijo un niño en la esquina del pasillo)
Alek- quítate...
¿?- !!oye quien te crees!!
No sólo ése niño se puso de frente a mi, tres más se le unieron a el buscando ser más amenazantes y lograr intimidarme -no los puedo golpear... si los golpeó mamá se pondrá triste- cuando intenté pasar en un espacio entre ellos fuí empujado.
¿?- !!donde crees que vas!!
Alek- a mi clase... quítate ahora
¿?- !!no lo voy a hacer!!
El más grande del pequeño grupito de matones empezó a picarme con su dedo -no lo ataques... no puedes pegarle- aunque la sangre me hirviera y tuviera ganas de romperle los dientes al niño frente a mi no lo haría, simplemente no quería que mi madre volviera a llorar por mi culpa.
Profesor- !!ustedes niños, vayan a sus clases ahora mismo!!
Los niños se fueron con expresiones molestas mientras que el maestro que los había ahuyentado se acercó a mi.
Profesor- Alek estás bien, todo va bien con tu (dijo con una voz algo preocupada)
Alek- me voy a clases (repuse al irme corriendo)
Entré a mi salón corriendo y fuí a mi lugar para sentarme no sin antes quitar mi mochila y ponerla sobre mis piernas, únicamente me quedé ahí en total silencio mientras las clases pasaban y únicamente poniéndome de pie para entregar los ejercicios resueltos -no me gusta estar aquí... no me gusta que mamá se quede sola- tan pronto terminaron las clases fuí corriendo a la salida para buscar a mi madre pero no la encontré, mirará donde mirará no podía encontrarla y fue entonces cuando mi abuelito apareció siendo algo sorprendente para mí pues el no venía a vernos más que una o dos veces al año.
