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ÁLVARO

No podía ni siquiera imaginar que detrás de aquella puerta estaba el motivo por el cual ahora mismo estoy en mi cuarto encerrado.

Raúl había venido a preguntarme si estaba bien, pero simplemente no le respondí, al igual que Pol y Joaquín.

Me sentía como una mierda, y lo peor es que era todo por mi culpa.

Ladeé la cabeza ligeramente y mi vista se encontró con el bordillo de la cama, en el que había algo brillando.

Con el ceño fruncido y las lágrimas aún cayendo por mis mejillas, me acerqué y lo cogí.

Era un pendiente.

Era suyo.

Joder, ahora qué hago.

No soy tan valiente como para salir y dárselo sin más, me rompería por completo.

No puedo dejar que nadie me vea así.

No sabía qué hacer, la había cagado por completo desde aquel día en el que la bloqueé de todos lados.

No sé en qué estaba pensando, actué sin pararme a mirar las consecuencias que podría tener y ahora estoy sufriendo por mi propia decisión.

Me puse tan celoso ese día en el que se viralizaron las fotos con Dani que quise romper todo. Se veían muy felices en aquella cita en el Starbucks.

¿Y cuando lo pillaron entrando a la casa de Sky? Dios, me volví loco.

Solo quería matarle porque quería ser él.

A ella le cayó muchísimo hate por "jugar" con los dos, y eso también era parte de mi culpa, había hablado un poco mal de ella ese día durante el stream.

Necesitaba explicarle cómo me sentía, pero no ahora.

Verla solo me destrozaría por completo, más de lo que ya estoy.

Estuve unos minutos planteándome qué hacer hasta que tocaron mi puerta una vez más justo cuando iba a salir.

— Estoy bien, dejadme en-

— Oye, tío, hablemos.

Me quedé de piedra cuando vi a Daniel delante mía, pero volví a cerrar una vez que entró.

— ¿La quieres? — fue lo primero que pregunté cuando lo vi sentarse justo donde estaba ella hace unas horas.

— Sí. — aunque esperaba esa respuesta, hizo que algo se clavara en mi pecho profundamente.

Suspiré y le miré.

— Pero tú la quieres más.

Abrí los ojos y lo escuché, sin entender a dónde iba la conversación.

— Me contó todo lo que pasó entre vosotros, y pensé que eras un gilipollas que no valía para nada, intenté protegerla, te lo juro, protegerla de ti.

Protegerla de ti.

Sonaba tan triste que un amigo pensara eso de mí que no pude evitar dejar caer algunas lágrimas más.

— Pero sus ojos, sus preciosos ojos solo brillan cuando algo tiene que ver contigo. Ella no me quiere a mí. — sus ojos también se llenaban de lágrimas mientras hablaba — Necesito que la cuides tú, porque yo no puedo hacerlo. Necesito que la protejas. De ti mismo.

Y tenía claro que iba a hacerlo. Iba a pedirle perdón y decirle todo lo que sentía en este momento.

Pero él es mi amigo desde hace mucho, ahora él es mi prioridad.

— Lo siento.

Fue lo único que salió de mi boca en un murmullo casi inaudible.

Se levantó e inesperadamente estrechó sus brazos alrededor de mí.

— Lo siento — repetí.

— Está bien, solo no puedo seguir pensando que tengo posibilidades cuando ella solo tiene ojos para un chico.

— ¿Cómo lo-

— Cuando la besé — noté que le dolía cada palabra que decía — ella no... ella simplemente estaba pensando en ti. Lo sé. En que ojalá fueras tú el que estaba en mi lugar. Salió corriendo detrás tuya nada más verte.

Aunque era difícil para todos, él era el que más estaba sufriendo en este momento viendo cómo la chica que quiere quiere a su amigo.

Justo como me sentí yo aquel día.

Pero lo mío no era real.

Me dio una última sonrisa triste y se fue.

Pensé durante unos segundos, pero cerré mi puño sobre el pendiente que no había soltado aún y decidido salí hasta llegar a su puerta.

Mi corazón iba a mil por hora.

Soy un cobarde, no soy capaz de tocar.

Dejé el pendiente en el suelo, esperando que cuando saliera lo viese y pensara que se le había caído ahí.

Pero justo cuando me estaba levantando, la puerta se abrió.

Mi corazón dio un vuelco en mi pecho.

Levanté la mirada y me encontré esos ojos con los que tanto había soñado.

Joder.

———

se viene y no álvaro

¹ 𝐀𝐓𝐓𝐑𝐀𝐂𝐓𝐄𝐃, imantadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora