YUNAHe hecho la mayor de las locuras que hice hasta ahora y no me arrepiento para nada, de hecho, creo que ha sido la mejor decisión que he tomado por cuenta propia hasta ahora. Nunca había hecho un viaje así tan de repente, no uno que no sea de trabajo, aunque mi asistente tiene órdenes de decir que estoy en un viaje por trabajo.
La abuela me llamo esta mañana y decidí ignorarla, sé que al volver tendré que inventarme algo, si aún no ha mandado a investigarme. No sería la primera vez que lo hace.
Veo por la ventana del auto el paisaje, no se a dónde nos dirigimos, pero confío en que será un buen lugar, Ivanna nunca me decepciona, como anoche... sonrío al recordar su piel contra la mía, la manera en que ir sus labios recorrieron cada parte de mí mi cuerpo...
—¿Porque te muerdes el labio? ¿En que piensas? —borró mi sonrisa y volteó a ver a Ivanna que me con una sonrisa.
—En nada, ¿ya estamos por llegar? —le pregunto.
Han pasado ya casi dos horas y aún no veo que nos vayamos acercando a algún sitio en específico.
—No te desesperes, estamos cerca —dice estirando su mano para tomar la mía —estás muy lejos.
Me acerco ella y no puedo evitar acercar mi rostro a su cuello para aspirar su aroma. Si hay algo que me encanta de ella desde que la conocí, es su olor tan único y característico; tiene cierto olor a jazmín y algo que me transporta al bosque por su frescura.
—Que bien hueles —digo pasando uno de mis brazos por su cintura para abrazarla.
—¿Si? Me he dando cuenta que te gusta hacer eso. —se aclara la garganta algo nerviosa y sonrío.
—No me cansaría de esto —acerco mis labios a su cuello y la mano que tenía en mi espalda se aferra a mi abrigo y me separo de golpe.
—Eres cruel —dice con uña medio sonrisa.
—Y tú eres muy débil —sonrío.
En el resto del camino, vuelvo a recibir las llamadas de mi abuela, así que lo pongo en silencio. Lo que menos quiero ahora, es saber de mis problemas, llevo ignorándola desde que se entero del beso en la oficina y sé que en cualquier momento hará algo para reprocharme o recordarme mis deberes, sobre todo su estúpida idea de casarme con el mayor idiota de todos.
Con la cabeza recostada en el hombro de Ivanna, trato de responder algunos correos que me llegaron y son de carácter urgente. Sé que mi pobre asistente estará aún más cargada estos días, todos intentarán darle más trabajo o querrán comunicarse conmigo por medio de ella, así que pienso recompensarla por su arduo trabajo.
—Llegamos —anuncia Ivanna.
Bajo mi celular y me enderezo en el asiento para ver a dónde me trajo. Observo a mis alrededores con una sonrisa hasta que me encuentro con sus ojos y alza las cejas esperando a que diga algo.
—Es Giverny —digo tomando sus manos.
—Es Giverny —responde ella en afirmación.
—¿Como sabías?
—¿Qué te gustaría visitar este lugar? —asiento y ella sonríe. —el fondo de pantalla de tu computadora, es una obra de Claude Monet, así que supuse que te gustaría venir al lugar que fue su inspiración.
—¿Te fijas en cada detalle?
—Es un mal de las Kozlova —me guiña y alzo una ceja al ver ese gesto que me encanta en ella.
—Eres tan perfecta —me abalanzo sobre ella y sujeto su rostro entre mis manos para besarla.
Sus manos rodean mi cintura y me atrae hacia ella para sentarme en sus piernas sin soltar mis labios. No puedo evitar sonreír a mitad del beso, abro mis ojos para perderme en sus ojos de acero, esa mirada que me hace bajar las defensas y me hace actuar por quien soy en realidad.
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Déjame Amarte
Romance¿Será el destino que las hizo cruzarse en el camino? O más bien alguien planeo muy bien cada encuentro. La vida de Yuna es más complicada de lo que aparenta, tanto que la llevo a perder a su primer amor. Ivanna está decidida a darlo todo para que Y...