EPÍLOGO

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YUNA


Diez años de estar viviendo en Cold Spring, en el pueblo que viví cuando era una adolescente, a decir verdad, es más bonito de lo que recordaba, me gusta salir a caminar cuando Ivanna se ausenta, aún tiene asuntos que manejar de su empresa, aunque Katerina se hace cargo de la mayoría, Ivanna recibe las ganancias, pero le gusta trabajar en las estrategias de marketing y algunos diseños.

Yo me he comunicado con Minah; quien en verdad resulto ser una persona confiable, al inicio la comunicación era por medio de Alice; cuando teníamos que ocultarnos de la mujer que nos hizo daño. Ahora hermana me mantiene al tanto de todo lo que está pasando con la firma mientras yo me dedico solo a mi familia, son raras las ocasiones en las que viajo a Corea para alguna reunión de accionistas, aunque la mayoría se llevan a cabo en Nueva York.

Hace años; cuando apenas llegábamos, creí que esto sería difícil, el hecho de dejar todo porque lo que estuve luchando durante toda mi vida, creí que me destruiría, pero la verdad es que me hace feliz; siento que soy yo misma, a veces soy esa jovencita que paseaba por estas mismas calles muchos años atrás, con la diferencia que ahora me acompaña mi hija.

Abro la puerta de la repostería y de inmediato Aurora es quien nos recibe con una gran sonrisa en su rostro.

Ivanna ama los postres de este lugar, a veces se pasa horas conversando con Aurora y con Liliana; su esposa. Ellas dos nos han recibido muy bien, a pesar de los años, seguimos siendo nuevas, las personas de este lugar son muy amables. Ahora entiendo porque mi padre nos trajo a vivir acá, y bueno; el destino quería que Alice encontrara a Olivia.

De hecho, hace un par de años que Alice compró el terreno donde vivía Olivia, destruyó la casa y puso un centro que acoge a niñas sin hogar o niñas que han sufrido de abuso. Muchas de las niñas que Alice ha rescatado, están en ese lugar hasta que logran encontrar un hogar para ellas o que deciden irse para trabajar, pero claro que mi hermana tiene que aprobar que sea un lugar seguro, uno donde tendrán un sueldo base para poder establecerse.

Por lo que tengo entendido, la mujer que se hace cargo del centro, es alguien cercano a Aurora. Olivia mencionó que es una enfermera, ella la conoció cuando aún era una niña.

—Mira lo que tenemos aquí —Aurora siempre se emociona cuando ve a Nara.

—Hola Aurora —le saluda Nara.

Dime que tienes el kuchen de frambuesa —le ruego.

—Lo tengo, tu esposa se volverá loca si no se lo preparo —dice metiéndose a la cocina.

—¿Me compras un brownie? —Pregunta Nara —Por favor mamá, te prometo que me mantendré tranquila —. Dice haciendo un puchero igual que los de Ivanna.

—Bien, solo porque no has hecho ninguna travesura.

—¡Eres la mejor! —. Grita dando saltitos y me abraza.

—Kozlova —escucho una voz a mi lado —¿Qué haces aquí? —me giro y veo a una chica de cabello castaño claro y ojos azules —. Creí que estabas de viaje.

—Nos retrasamos por un asunto familiar —responde mi hija —¿Tu qué haces aquí? —le pregunta y me mira de soslayo.

—Ayudo a mis abuelas —le explica.

Al notar el incomodo silencio, tengo que intervenir.

—¿Es tu amiga? —le pregunto a Nara.

—Si, ella es Willow —dice apartando sus ojos.

No puedo evitar sonreír y mi hija comienza a negar con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa? —pregunta Willow al notar lo sonrojada que está Nara.

Déjame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora