Mi vecino es un streamer

Capitulo XVI. Una sorpresa

Al despertar el ya estaba viendo un canal de noticias, este día estaba frio

-Buenos días ¿dormiste bien?

-Buenos días, si, muy bien- le dije acomodándome a su lado

-¿Tienes algún plan hoy?

-Iré por unas cosas al hospital y al funeral de Carlitos

-De acuerdo, necesito que estes ocupada por la tarde, casi noche

-¿Por qué?

-Tengo que hacer algo

-¿Qué cosa?

-Eres una preguntona- beso mi cabeza -Es sorpresa

-No se si me gustan las sorpresas- dije dudosa

-Espero que esta si te guste

-De acuerdo, entonces iré al funeral, después por mis cosas y de ahí visitare a Amaris

-Me parece perfecto preciosa- comenzaba a amar el que me dijera así -¿A que hora es el funeral?

-Al medio día

El reviso la hora

-Faltan tres horas, voy a tomar un baño

-No entiendo

-Iremos a desayunar juntos e iré contigo al funeral

-¿De verdad?

-Claro que si- el beso suavemente mis labios, un beso corto

Se levanto para ir a bañarse, aproveché y fui a cambiarme también. Me puse un traje <especial> que tenía, era un uniforme, pero negro el cual usaba cuando asistía a funerales de pacientes.

Al igual sujete mi cabello en un chongo y me maquille ligeramente. Osvaldo toco la puerta

-Estoy listo- quede embobada -¿Qué pasa?

-Eres demasiado guapo, entra. Dame unos minutitos y estoy lista

Iba a irme, pero el me jalo del brazo suavemente para besarme, podría acostumbrarme a esto sin problemas

Fui a terminar unas cosas y tomar papeles necesarios que debo devolver al hospital. Una vez lista salimos a desayunar, esperaba que fuéramos a un restaurante, pero no

-¿Tacos de barbacoa?- pregunte con una sonrisa

-Los mejores de Monterrey, se que te gustan

-¡Me encantan!- estaba feliz sin duda -Pero yo no te lo había dicho

-Tengo contactos- me guiño el ojo bajando del auto para abrirme la puerta

-Contactos, claro- antes de tomar su mano para bajar pregunte -¿Estás seguro?

-No entiendo ¿seguro de que?

-Es un lugar público... Podrían verte, vernos...

-Que lo hagan- tomo mi mano haciéndome salir -tendrían mas envidia mía que de ti

-¿Por qué?- no entendí

-Eres una preciosa, por eso la gente tiene la vista en ti

-Solo me importa que me veas tu

El me regalo una sonrisa, nos sentamos en una mesa a comer tacos, se sentía como si todo entre nosotros estuviera bien y lo está, ahora. Pero hemos pasado por circunstancias donde no era así, quería quedarme aquí

Al terminar era hora de ir al funeral, había ido a algunos. Pero este era el más significativo para mí, hablando de pacientes. Porque claro que el que más me dolió, fue el de mis padres

Fue una ceremonia linda, había más doctores y pacientes de pediatría que fueron a despedir a su amigo.

Las monjas encargadas del lugar donde él vivía dieron unas palabras hacia mí, agradeciéndome por haber estado para el y acompañarlo en todo momento, el me tenia mucho cariño así como yo a él. Todo el tiempo Mariana me sostuvo de la mano, dando apretoncitos de vez en cuando, o acariciándome con su pulgar. Sentía su apoyo

Una vez terminado el me dejo en el hospital y dijo que el iría por mi a casa de Amaris una vez terminada su <sorpresa>. Aun tenía dudas sobre eso

Entre al hospital y me despedí de mi equipo y de las personas que conocía, también fui por ultima ve a visitar a mis pacientes y desear que se recuperaran. Tomé mis pocas cosas que tenia y firme por último mi renuncia definitiva y recibí mi sobre con el dinero correspondiente

Antes de salir y como si me espiaran recibí una llamada de Roier

-¿Ya saliste?

-Eh, si ¿Por qué?

-Estoy afuera, esperándote

-¿De acuerdo?

-Ya sabes que auto es, te espero. No es presión- colgó

Me reí en silencio, una vez fuera lo busqué. Antes de subir llegue al puesto donde venden papitas y compre unas

-Hola, que milagro- dije subiendo con el

-¿Me trajiste? Si no bájate

-Claro que sí, como te gustan- le di la bolsa con papas

-Muy bien, soy tu chofer hoy al parecer- reímos

-Te llevare con Amaris, ella está en el centro comercial

-¿Qué hace ahí?- Comí una papa

-Buscando tu ropa

-No estoy entendiendo nada

-No debes hacerlo, déjate chiquear

-¿Ella me chiquea?

-Osvaldo, fue su idea

-Ahora si entiendo ¿Qué planea?

-Yo no se nada- comió una papa también

-Claro, no te preguntare porque se que tu si me dirías, caes rápido. Dejare que me sorprenda

-Excelente decisión

Seguimos platicando hasta que llegamos al centro comercial, el me dijo que esperaría en el auto para llevarnos a su casa, baje y fui a la tienda donde estaba Amaris, era nuestra favorita.

-Llegaste, hola hermosa. Ya elegí estas opciones que se que te gustaran, ahora entra y pruébatelo

-Hola amiga, me da gusto verte

-Perdón estoy emocionada- ella me abrazo -Lamento lo de tu paciente Carlitos

-Gracias- nos separamos -Ahora entrare a probarme las cosas ¿Cuáles son?

-Estas de aquí

-¿Pijamas?- me sentía confundida

-Si, entra

-De acuerdo- las tome, eran bonitas y calientitas

Aun no me las probaba, pero ya me había gustado más una, ya que era un mameluco de Minnie Mouse super bonito, con todos los detalles.

Al final nos decidimos por esa, las otras eran lindas, mas sencillas y sexis, pero esta era mi favorita

-Excelente, ahora vamos por un helado. Roier hará una compra rápida y nos vamos

-Amaris ¿Qué pasa?

-Nada niña, camina- tomo mi brazo

Dimos una vuelta por el centro comercial mientras comíamos el helado, también me detuve en una tienda de ropa de bebé y no me pude resistir a comprar algo para el bebé de Amaris y Rocío y también compré algo más para Santi. Roier nos aviso que ya estaba lista por lo que fuimos al estacionamiento y nos dejo en su casa, el se fue ya que tenía algo que hacer

Aproveche la ida y le ayude a limpiar un poco su casa, aunque estaba muy limpia ya que ambos eran ordenados, pero Amaris cada vez hacia menos por su embarazo. También platicamos y vimos una película. Pensé que ya me quedaría ahí, pero no.

Recibí un mensaje de Osvaldo que el no podría venir por mí, así que me iba a pedir un taxi a lo que dije que estaba bien, antes de salir Amaris me hizo ponerme la pijama. Se acercaba la sorpresa