Capítulo XXIX. Felicidades

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Platicamos un poco más antes de que nuestros amigos subieran con nosotros para felicitarnos por el compromiso, aun me parecía irreal todo lo que estaba pasando. Pero al ver mi mano, con el anillo tan perfecto en mi dedo anular, lo volvía a confirmar. Estaba feliz. Demasiado.

-¡Felicidades Fer!- Amaris me abrazo -Bienvenida al club de las casadas

Dijo muy alegre con su ya enorme pancita y mostrando su anillo, le devolví la sonrisa

-Muchas gracias Amaris. ¿Cómo te sientes con el embarazo?

-Muy bien, más cansada la verdad- sobaba su vientre y por instinto puse mi mano en el -Se mueve mucho mas ¿Sientes?

-Si, es encantador. Esta pequeña ya quiere salir
Roier se acerco a ella por su espalda y con sus manos sostuvo el vientre de su esposa

-Felicidades Fer. Mariana y tu van a ser muy felices juntos

-Gracias Roier- Con la mirada busque a mi amiga la enana pelo güero -Ahora los veo

Me despedí y camine hacia ella, no llegue porque Aldo y Roció me detuvieron para felicitarme, llevaban a su pequeño bebé. Era muy hermoso.

Les agradecí y cada que intentaba llegar con Rivers aparecían personas delante mío. Eso paso con Ama, Filis, Ari, Juan, Molly, Barca y quien sabe cuantas personas más. Por fin el camino libre.

-Samantha

-¡Hey, felicidades!

-¿Podemos hablar?

-Si, dime. ¿Qué pasa?

-Tengo un problema

-Lo se- dijo seria -Te vas a casar, es un gran problema

-¡Samantha!- le di un golpe y ella comenzó a reír bastante -No estoy jugando, eso no es un problema

-De acuerdo, calma- Intentaba calmar la risa

-Calma tu. Ven- La tome del brazo y entramos al baño -Creo que quieren hacerme daño

-¿Quién?

-No lo se, Erick

-Pero si el esta muerto

-Ya lo se, pero quizá lo planeo antes no se. Fueron dos hombres a mi departamento a buscarme porque se me acusa de su muerte, querían llevarme con ellos

-¿De verdad?

-Si, también no dejo de recibir mensajes

-Quizá es una broma

-Ya, claro. ¿De quien?

-De su familia quizá... No lo se, lo piensas demasiado. Olvídalo ¡Vas a casarte!

-Voy a casarme- Intente hacerle caso y dejar el tema de lado, pero estaba una espinita ahí que no me lo permitía

Salimos con los demás, cenamos, bailamos, hablamos. Disfrutamos este día. Sentía tanto amor de parte de todos, pero sobre todo de Osvaldo, de la forma en la que me veía, el como me abrazaba, sus besos, la manera en la que tomaba mis manos. Se había vuelto mi todo.

Muchas horas mas tarde fuimos a casa de Ari, no todos. Pero si los de siempre.

Estuvimos cantando Karaoke y bailando. Ya me dolían las piernas, recibí una llamada, era de mi hospital

-Ahora voy, llego en diez minutos

-¿Qué pasa preciosa?

-Debo ir al hospital

-¿A las cuatro de la mañana?- pregunto Rivers

-Que yo sepa no existe hora para no tener accidentes. Es uno grande, eso me dijo April, me necesitan

-¿Te sientes bien para trabajar?

-Si amor- bese sus labios -Gracias a todos, los veo después

-Espera- me detuvo Osvaldo -Te llevo yo

-No es necesario, ya esta un taxi esperándome

-De acuerdo, que te vaya bien. Te amo

-Te amo futuro esposo

Me despedí de todos y salí de la casa y entre al taxi que April me había mandado. Una vez dentro algo se me hizo extraño. Yo no le había dicho que estaba en casa de Ari. Ni ella sabia su dirección. Mierda.

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Mi vecino es un streamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora