Jaemin trató de respirar profundamente para no gritarle al castaño que estaba bastante asustado.
—¿Me lo estás diciendo o me estás preguntando?
Renjun se acercó a Jaemin y sujetó su puño. —Otra vez te hiciste daño.
—Escucha, Huang Renjun —Renjun lo miró directo a los ojos y el rubio se derritió con esa mirada—. Tú... no sabes el poder que tienes en tus manos.
—Lamento no haber cumplido con mi palabra, pero pensé que ya no tendría que venir...
Jaemin frunció el ceño. —¿Por qué no?
—Porque pensé que ya tendrías a alguien.
—¿De qué estás hablando? Habla bien, no te entiendo.
Renjun ignoró al rubio solo para poder ir por el botiquín y cubrir otra herida en la misma mano.
Estuvieron en silencio largo rato antes de que el castaño terminara de curar la herida.
—Bien. Ahora, respondiendo a tu pregunta. Jeno nos invitó a una fiesta el lunes y como no fuimos, supuse que tal vez conocerías a alguien. ¿Me equivoqué?
Renjun sujetó uno de los mechones de Jaemin y lo puso detrás de la oreja, provocando que el rubio sonriera con ese pequeño contacto de su mano con su cara.
—¿Por qué conocería a alguien cuando intento conocerte a ti? Puedo ser muchas cosas, pero mi corazón no es tan grande para que, entre más gente, Renjun.
—Pensé mal, entonces.
Sin darse cuenta, ambos comenzaron a acercarse.
—Pensaste muy mal —susurró casi en los labios del castaño.
Renjun tenía el impulso de besarlo, pero todas las alarmas de su mente le decían peligro.
Nadie los interrumpiría si lo besaba, sin embargo, eso tendría serias consecuencias en su vida.
—Olvidé que yo solo venía a comprar —se alejó de Jaemin y se fue hacia uno de los pasillos que no estaban estropeados.
Jaemin se acercó a él como si fuera un animal peligroso y Renjun fuera su presa. El pobre castaño temblaba, pero esta vez no era por miedo.
Se agachó a recoger algunos paquetes de ramen no reventados y se dio cuenta de que estaba atrapado. Jaemin estaba detrás de él con sus manos a cada lado, impidiéndole escapar. Se levantó, todavía dándole la espalda.
—No hay nadie aquí, Renjun —susurró en su oído.
Renjun no quería voltearse, si lo hacía sedería ante la lujuria.
—Me di cuenta —respondió, tratando de ignorar sus hormonas—. Debería pagar esto e irme a casa. Mi amigo debe estar esperando la comida.
Jaemin sonrió sobre su oído y con suavidad besó su mejilla.
—¿No vas a mirarme?
—No debería —susurró más para recordarse.
Con una de sus manos, Jaemin sujetó con suavidad la barbilla de Renjun, provocando que se volteará lentamente. Sus rostros estaban a escasos centímetros y el castaño ya estaba cediendo.
—Sé que quieres besarme, tus pupilas te delatan.
—Por supuesto que quiero besarte —susurró una vez más—, pero tengo miedo de no saber cuando detenerme.
Solo tuvo que decir eso para que Jaemin juntara sus labios en un intenso beso. Sus manos tocaron cada parte del cuerpo ajeno mientras se devoraban los labios.
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El último de los Na
FanfictionRenjun ha estado visitando a su mejor amigo más de lo habitual y por culpa de eso se consigue un acosador un tanto peligroso. 🦊🐰