Masacre en Texas (Johnny)

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Todos empezaron a ir de un lado a otro, tratando de evitar la familia de locos, pero solamente que había un problema...y eras tú.
Al parecer te habías enamorado de uno de los hijos más joven, Johnny.

Viste que tus amigas se habían quedado en el sótano, Johnny te cargó como un saco de papas y te sacó de ahí, hasta llevarte a su cabaña en medio de la noche.

No estabas segura de qué sentías en ese momento. Llevabas un día ahí secuestrada y obviamente sentías mucho terror porque jamás habias visto lo que había en el sótano. Jamás.
Y desde que habías oído su voz y su risa, algo picó tu curiosidad hasta que se vieron cara y cara, al parecer la atracción física fue al instante. Y mas tarde, fue justo cuando él te sacó.

Te soltó en su cama y se dirigió muy cerca de ti.

—Será mejor que no hagas ningún ruido, bebé — susurró cerca de tu oído — te voy a desatar...así que ni se te ocurra gritar

Tú no dijiste nada, sólo asentiste varias veces.
Johnny dirigió su cuchillo a tus manos, quitando así la cuerda que ya estaba por empezar a lastimarte las muñecas. Te masajeaste un poco los dedos.

—Récuestate — comentó seriamente

Parpadiaste varias veces. No estabas segura de si él podía verte bien, ya que la única lámpara que tenía la tapada un mueble y sólo alcanzaba a darle en la cara a Johnny, a ti no.

—No me hagas volver atarte cariño — pausó — rápido

Obedeciste.
Te recostarse en su cama, y te costaba admitir que esa bastante cómoda. Y así te sentías.
Johnny dejó si cuchillo en la mesita de noche que tenía al lado, se quitó los guantes y con su mano tibia, empezó a acariciar tus piernas. (Ya que tenías un short y una blusa de tirantes, como la de Julie).
Johnny quería devorarte y no, en sentido literal no.

—Eres hermosa — murmuró — lástima que no tengo toda la noche...pero aprovecharé cada segundo — pausó para después sentarse frente a ti, se incó un poco, casi casi a tu feminidad — ahora que te tengo a mi Merced

Johnny repartió besos por ambas piernas, hasta que llegó a un punto en el que no podías aguantar y sólo llegabas a moverte y gemir un poco.

—Eso es nena...haz algo para mí...¿de acuerdo? — sonrió de loslayo para después desabrochar tu short, lo estiró poco a poco, hasta que lo sacó y lo tiró por ahí — no debemos hacer mucho ruido pero estaría encantado de oírte gemir mi nombre

Estabas esperando a que Leland apagara la batería, tú estabas escondida entre los arbustos...recordando todo lo que había sucedido con Johnny.
De repente, escuchaste la motosierra, el hermano mayor ya venía.

—Tú escóndete ahí, distraeré al grandote y tú haces lo último — murmuró Leland para después dejar la pila del coche y correr a otra dirección, al pozo. Y por ende, el grandote lo siguió, dejando la zona sola.
Miraste a todas partes, no se veía nada, así que agachaba te acercaste a la pila y lo que hiciste fue finalizar la pila.
Dejó de sonar y corriste hasta la puerta que tenía candado.

—Mierda — murmuraste asustada para después buscar en tus bolsillos de tu ya muy sucio shots alguna ganzúa o broche.
Lo sacaste y como te enseñó Leland, trataste de abrirlo.

—¿Te vas sin despedirte, conejita? — oíste detrás de ti

Sentiste tus manos moverse nerviosamente sin razón aparente. Y así todo tu cuerpo.
Te volteaste y ahí estaba Johnny, enseñando su cuchillo.

—J-johnny...y-yo...

—Largo — fue lo único que dijo

Él estaba a unos cuantos pasos de ti, así que te sentías un poco aliviada pero seguías extrañada por lo que había dicho.

—Te estoy perdonando la vida, Blair — pausó mientras alzaba una ceja — así que abre esa maldita puerta y lárgate... ganaré tiempo

No te quedaba de otra, volviste a lo que estabas haciendo y en cuestión de segundos, el candado había caído, la salida la tenías justo enfrente.
Lo miraste de nuevo.

—¿Por qué? — preguntaste temerosa

Johnny no quiso responder, así que caminó y sin avisar, te besó ferozmente. Se apartó de ti y caminó hasta los girasoles

—Largo...y puede que tu amiguito sobreviva

Respiraste ondo para después empezar a caminar a la salida.

—Blair — gritó levemente

Volviste a voltear

—Ésto no es un adiós...no te librarás de mi tan fácilmente, conejita — dijo para después caminar entro los girasoles

Estabas en un conflicto. Sabías que Johnny era un asesino, como toda su familia pero...te gustaba el sexo con él. Así que no estabas segura de cómo sentirte al respecto.

—¡Leland! — gritaste mientras alzabas la mano

Él venía algo rasguñado, pero podia correr un poco.

—Blair, vamonos de éste maldito lugar, María y Sonny salieron por la salida del sótano, vamos

One Shots (Videojuegos/Pelis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora