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Caminabas de un lado a otro. No sabías cómo decirle pero era el único hombre en el que le confiabas las cosas...casi...casi cualquier cosa.
Viste a Johnny acercarse con una cerveza, traía un pañuelo blanco en el hombro y estaba sin camiseta, pero con sus típicos pantalones de mezclilla y botas cafés. ¿Ya hablamos de ese mechón de pelo que le soltaba por la frente?
—¿Qué pasa? Te veo algo...atareada — murmuró mientras se recargaba en la cerca
Piso una pierna en la tabla y se recargó ahí mismo, analizándote.
—Algo está pasando
—¿Ahora qué te hizo éste chico?
—No me hizo nada...¿okay?
Johnny solamente alzó los brazos en señal de paz.
—Ésto que te voy a decir es muuuuy personal...muy íntimo y...
—¿Quieres tener sexo con él y no sabes cómo? — preguntó como si nada para después tomar de su cerveza
—¿Puedo hacerte un oral?
Johnny abrió los ojos sorprendido, escupió la cerveza y empezó a toser. Tú rápidamente se acercarse a él y le diste leves palmadas en su espalda desnuda.
—¿Que? — volvió a preguntar
—Que si puedo hacerte un oral
Johnny alzó una ceja
—¿Quieres hacerme sexo oral?
—Mira...éste chico dice que le gusta eso...entonces me gustaría intentarlo alguna vez...pero como nunca lo he hecho...no quiero que diga que no sé o algo así
—Nadie nace siendo experto
—No quiero que mi primera vez haciendo eso sea él
Johnny empezó a reír
—No te burles
—Me sorprende mucho que me pidas algo...así — volvió a recargarse en la valla de madera
—Mira Johnny, tú y yo sabemos que eres muy atractivo — lo apuntaste levemente — y pensé...si puedo hacer sentir bien a Johnny en ese sentido...puede que lo logre con él...— finalizaste alzando ambos dedos pulgares
Johnny sonrió de lado
—Estás loca, Sara
—¿Entonces...
Él estaba en un completo debate. Pero claro que le encantaría porque le gustabas desde hace tiempo pero tampoco quería porque sabría que serías su aún más su perdición.
—Ven a mi cabaña en la noche
Y así pasó el tiempo. Te arreglaste un poco, porque bueno, además de causar buena impresión, en verdad necesitabas saber algo y agradecías que Johnny lo tomara a bien. Llegaste a la gran casa de tu amigo, miraste el lugar y todo se veía oscuro, sólo su cabaña tenía luz.
