8.LA CIUDAD

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No tuvo ni un segundo para escapar. En cuanto quiso correr, Minho  lo tenía entre sus brazos. No en un abrazo, en una especie de llave de lucha que hacía que Taemin  se sintiese perdiendo el aire.
El humano salió de la habitación y con una mirada les advirtió de guardar silencio. Si alguien más sabía la mentira de Minho  entonces debía cambiar sus planes. Kai, el humano, tenía pensado pasar una temporada dentro de la manada. Hacer algunos lazos que puedan beneficiar a su negocio. Mientras más cambiaformas conociese, más popular sería entre los humanos.
Taemin  intentó liberarse, golpeó con sus codos cualquier parte de Minho  que estuviese a su alcance. Pero sus golpes parecían ser suaves caricias para el moreno que ni siquiera se inmutaba. En su interior rogaba por la presencia de Mark, incluso Kibum le sería de ayuda para librarse de aquel agarre, una vez más se sintió débil.
—Voy a soltarte si prometes no gritar —intentó negociar Minho , cubriendo su boca con las palmas de su mano— voy a explicarte cada cosa que quieras pero necesito que no grites.
—¿En serio? —la voz del humano sonaba a ironía.
—No estás ayudándome.
Minho  quiso creer que Taemin  estaba de acuerdo en guardar silencio. Con suavidad y lentitud quitó su mano de la boca de este al mismo momento de quitar su brazo del delgado cuello. Debió suponer que Taemin  no iba a hacerle las cosas tan fáciles. El felino, en cuanto vio su libertad, empezó a correr en dirección a su habitación, con la esperanza de encontrar ayuda en Mark.
El moreno gruñó enfadado y más al escuchar la risa de Kai tras suyo. Movió su cuello hasta hacerlo crujir y empezó a correr tras Taemin . Alcanzándolo en menos de dos segundos y sosteniéndolo de la cintura.
Taemin  dejó de pisar el suelo en cuanto el agarre de Minho  se hizo más fuerte. Vio su final ¿a quién había estado cuidando hasta ese momento?
—Mark —imploró Taemin  al ver al rubio salir de su cabaña—, ayúdame.
El rubio se quedó quieto un largo momento, su mirada estaba completamente perdida en la escena tras ellos. El humano se acercaba con su ligero andar y la misma expresión relajada de siempre. Como si tuviese el mundo en sus manos. Taemin  notó el miedo en los ojos de su amigo.
Minho  bufó en cuanto supo que Mark no movería un solo músculo para ayudar a Taemin . Entonces volteó y quiso regresar a su habitación para intentar convencer a Taemin  de guardar su secreto, al menos hasta encontrar una forma de librarse del humano. Solo que en cuanto quiso entrar, el pie del humano lo impidió.
—Llévalo al auto —ordenó Kai— los llevaré a un lugar tranquilo donde no escucharán sus gritos.
Taemin  una vez más intentó gritar pero la mano de Minho  sobre sus labios lo hacía imposible. Sus ojos viraban cada segundo hacia Mark, intentando encontrar un poco de ayuda como siempre la obtenía. Sintiéndose más patético cada segundo que no podía luchar frente a el sujeto que ahora se le hacía desconocido.
Mark se armó de valor en cuanto vio a Taemin  a segundos de entrar a aquel auto negro. Caminó, decidido, y sujetó del hombro a Minho , deteniéndolo.
—Suéltalo —dijo Mark, en un intento de orden que fracasó al conectar miradas con el humano— ¿a dónde van a llevarlo?
—Tan solo guarda silencio y observa —la fría voz del humano paralizó todo, su presencia siempre fue implacable— ya lo has hecho más de una vez, puedes hacerlo nuevamente.
Taemin  intentó pedir ayuda. Sus gritos a penas y salían fuera de sus labios. Sus ojos seguían implorando ayuda de Mark, porque a pesar de molestarlo aceptaba estar asustado. Porque si bien la presencia del humano le intimidaba, ahora le temía más a Minho , lo desconocía por completo.
Mark sintió el miedo en el felino y no se atrevió a soltar el hombro de Minho . Un fragmento de su pasado estaba atormentándolo. No iba a cometer el mismo error una vez más. Por eso se armó de toda su fuerza y lanzó uno de los golpes más letales que tenía.
Un golpe que fue fácilmente detenido por la mano de Minho . Al moreno le bastó poco tiempo para meter a Taemin  en el auto y derribar a Mark. Su rostro serio le recordó las veces en las que lo había visto quitar varias vidas.
—Soy diez veces más fuerte que tú y lo sabes —advirtió el moreno, dejándolo en el suelo— pude haberte matado la primera vez que viste a Taemin . Así que agradéceme estar vivo y guarda silencio.
En cuanto Minho  entró al auto, este arrancó, dejando solo un rastro de polvo a su paso. Mark apretó los puños y limpió su labio sangrante. Una vez más había fracasado protegiendo a una persona que se había vuelto importante.
Taemin  gritó el nombre del rubio en cuanto lo vio desaparecer de su vista. El auto no se detenía y nadie pareció darse cuenta de su captura. Ver herido a Mark le demostró que tenía a alguien muy peligroso a su lado. Una vez más, a pesar de lanzar golpes, parecían no afectar al moreno.
Estaba preocupado por Mark.
—No te ilusiones demasiado con él —advirtió Minho , señalando con su pulgar hacia atrás— solo eres un intento de reivindicar sus errores —chasqueó la lengua— soportar verlos coquetear fue mi más grande problema.
—Mark es así incluso con su reflejo, no te ilusiones —completó Kai mientras conducía.
—Además, si intentas algo con él, apuesto a que su pareja va a matarte.
—O también puedo encerrarte —Kai sonrió, imaginando el escenario— depende del humor que tenga en ese momento.
Taemin  buscó entre sus bolsillos algo con lo que pueda herirlos, ignorando la conversación por completo. Debía armar un plan, calmarse y tener todo listo para actuar. Quizá golpear la cabeza de Minho  contra el asiento del conductor y noquearlo, luego una patada al rostro del humano y obligarlo a frenar. No estaba muy seguro de ello, pero lo había visto funcionar en varias películas de acción que solía ver con su hermano.
Arrugó el ceño y decidió empezar a actuar. Levantó la mano y sostuvo la nuca de Minho , listo para golpearlo contra el asiento del conductor. Solo que nunca pensó que la fuerza que el moreno uso para detenerlo haría crujir su muñeca. Taemin  gritó de dolor y sostuvo su brazo herido con su mano sana. Había escuchado el crujido de sus huesos.
Minho  maldijo por lo bajo y gruñó unas dos veces más antes de sostener la mano herida de Taemin  y asegurarse de no haberlo lastimado. No había fractura. Los huesos seguían en su lugar, la experiencia de ver demasiadas heridas le indicaba que Taemin  estaba sano, tal vez con un dolor momentáneo.
—No tengo ninguna intensión de dañar a tu manada. Ni siquiera pienso quedarme hasta mi muerte —empezó a negociar Minho , viendo que en cualquier momento la manada se enteraría de la desaparición de Taemin — no voy a molestar en absoluto y ni notarás mi presencia, solo necesito quedarme un tiempo hasta encontrar la manera de conseguir mi libertad.
El auto bajó su velocidad para doblar en una curva ciega.
—¿A dónde estás llevándome? —preguntó Taemin .
—No cambies de tema —el moreno sujetó la quijada de Taemin  y lo obligó a mirarlo— necesito de tu silencio, no voy a causar problemas.
—Ya los has causado —Taemin  bufó— estoy siendo secuestrado por un humano con pinta de gangster.
—No fue culpa mía —se defendió— yo intentaba hablar un poco cuando me convertí por primera vez en humano  frente a ustedes. Solo que de inmediato asumieron mi pérdida de memoria, yo solo aproveché el momento, quería quedarme, en serio, necesito quedarme.
—¿Por qué? —entonces a la mente de Taemin  le llegaron las noches en la que vio a Baekhyun no dormir por buscar alguna señal del cachorro que se había llevado— te dejaron quedarte porque creían que quizá tenías información de la manada de los lobos negros. Ellos en serio vieron una pequeña esperanza en ti para encontrar al cachorro.
—Si hablan del guepardo pequeño que sacaron de tu manada —el humano los miró por el retrovisor y con una sonrisa contestó: —deberían dejar de tener esperanzas.
—En serio no ayudas, Kai.
—¿De qué está hablando?
—No, no, no —Minho  quiso volver a tener la atención de Taemin — ignora lo que él diga, te juro que en cuanto vuelva a ser libre entonces iré a buscar a ese cachorro, solo necesito quedarme unos cuantos días más, por favor.
—¿A dónde están llevándome?
Minho  soltó a Taemin  y volteó a la carretera, el camino se le hizo peculiar. Los recuerdos de la vida fuera de la manada le dieron escalofríos. Él en serio no quería volver, necesitaba quedarse a lado de Taemin  porque a pesar de no darse cuenta todavía, en la manada se sentía tranquilo, tanto como nunca antes había experimentado, quería la paz que le ofrecía estar a lado del felino, y de toda la manada.
—El contrato que tengo... no, que Mark y yo tenemos con Kai va a expirar pronto, solo necesitamos un poco de tiempo —vio su última oportunidad en el rubio. Conocía que Taemin  le tenía cierto aprecio a Mark—, te juro que Mark igual quiere su libertad pero si tú nos delatas entonces Kristal  va a botarnos de su manada y una vez más volveremos a un lugar que no es nada agradable.
El humano bufó y volvió a bajar la velocidad para doblar a la derecha.
—Lo que el sujeto que tienes a tu lado quiere decir es —Kai quiso aclarar todo, porque si bien él no tenía el valor de dejar ir a Mark, dejaría todo en la decisión que Taemin  tomara— Ellos dos me pertenecen. Ni siquiera te imaginas del lugar del que saqué a Mark. Minho  tan solo es una propiedad de mi difunto padre. Antes de fallecer le prometió a Minho  su libertad en una determinada fecha. El contrato de Mark conmigo termina el mismo día. En cuanto Chanyeol y Baekhyun los aceptaron en su manada dejaron de pertenecerme completamente, se podría decir que ahora comparto la propiedad con tus alfas. Por eso no puedo llevármelos, las leyes de las manadas son diferentes de las humanas, así que a menos que tenga la aprobación de ellos no puedo recuperarlos.
—Taemin  —Minho  encontró la mirada del felino y la sostuvo, quería que vea su sinceridad— no queremos volver. Solo permítenos quedarnos hasta que termine y entonces vamos a irnos y no molestaremos más, ni siquiera vamos a cruzarnos en tu camino.
Taemin  se quedó en silencio minutos que a Minho  le parecieron los más largos.
Mark lo había defendido innumerables veces. Había cubierto sus errores con una sonrisa. Taemin  iba a guardar silencio, pero lo haría por el rubio, porque le debía bastante y, si el lugar del que habían salido era tan terrible, entonces no les deseaba regresar. Iba a devolverle cada favor que le había hecho, ocultando el secreto que tenían.
Si bien Minho  lo había salvado una vez, Taemin  cuidó de él un gran lapso, con eso cubrió su deuda. Taemin  debía empezar a ver las cosas con la misma frialdad de sus hermanos. Necesitaba reconocer que no todas las sonrisas que le daban eran sinceras. Afuera de la comodidad en la que vivió, se encontraba un mundo que podría comérselo entero si así lo quisiera.
Cuando Taemin  asintió, Minho  sonrió victorioso y agradeció más de veinte veces. Porque el quedarse con la manada le hacía sentir tranquilo. Y la presencia de Taemin  le daba una alegría que todavía no aceptaba.
Minho  despertó de su celebración en cuanto reconoció las calles a su alrededor. El recuerdo de su antiguo hogar le hizo temblar. Los edificios frente a ellos se acercaban a cada minuto y Minho  sintió el sudor frío bajar por su cuello.
—Taemin  ha aceptado —La voz de Minho  tembló, demostrando un poco de debilidad que Taemin  nunca antes vio en él—, da la vuelta, debemos regresar a la manada.
—Tú has salido de ella por tu cuenta, estamos fuera de su territorio —respondió Kai— si ves a tu alrededor reconocerás que ya estamos en tierra humana.
Taemin  comprendió el miedo que Minho  tenía en su mirada. Le recordaba a los ojos de un cachorro que ha sido lastimado una y otra vez.
—Te tengo un trato —volvió a hablar el humano, deteniéndose antes de entrar a la ciudad— si aceptas entonces voy a darte tu libertad en este mismo momento.
—¿Qué quieres?
—Sabes de mi gran admiración a los guepardos —confesó mientras volteaba a ver a Taemin —. Tuve uno antes, una hembra de nombre Mía. Escapó, conoces la historia. Mi negocio ha quedado sin felinos y el que tenemos ahora en el auto es un espécimen precioso que podría darme mucho dinero.
—Ni lo pienses —bramó el moreno, su brazo atrajo a Taemin  a su lado, en un intento inconsciente de protegerlo.
—Quiero un intercambio. Tú me das al guepardo y yo les concedo su libertad, tanto a ti como a Mark. Un trato justo.
Minho  negó una vez más y dando un último apretón en el hombro de Taemin , lo soltó.
El sonido del vidrio quebrándose alertó a Taemin . Minho  había roto la puerta entera del auto. Sus ojos,  colmillos y garras estaban presentes. Su mirada fija en el humano, amenazándolo. Taemin  sintió verdadero miedo al ver la sangre escurriendo de una de las manos de Minho . Había dañado a Kai en menos de un segundo.
Taemin  elevó la vista hacia el moreno y este le hizo una seña con la cabeza para que salga del auto. Obedeció de inmediato y se vio en la necesidad de convertirse a su forma animal. Si tenían que escapar era más veloz de esa forma.
Solo que el humano salió al mismo tiempo, entre sus manos tenía un arma parecida a un rifle que Minho  reconoció de inmediato. En el pasado utilizaba aquello cuando se salía de control. Una dosis de sus proyectiles y ambos dormirían una semana entera. Minho  no iba a dejarse atrapar.
—Debí suponer que tenía planeado algo como esto —se lamentó Minho — Taemin , necesito que empieces a correr, él no va a poder alcanzarte, yo voy a distraerlo.
Taemin  asintió y se preparó para correr, solo que no lo hizo, no iba a dejar atrás a Minho . Se maldijo varias veces por querer salvarlo, pero ahora era parte de la manada. Por eso negó y corrió hacia el humano. Su prioridad era despojar al humano de su arma. Corrió hacia él y solo cuando estuvo en el suelo, recordó que nunca antes había peleado.
Kai no dudo y en cuanto tuvo al guepardo frente a él, disparó.
El gruñido de Minho  le indicó a Taemin  que había hecho enojar al lobo, y antes de que perdiera la consciencia vio una mata de pelo negro atacar al humano. Lo demás le fue demasiado borroso.
Minho  no se reconoció en ningún momento, los recuerdos de la sangre recorriendo su cuerpo entero no lo detuvieron. La parte humana desapareció de él en cuanto vio a Taemin  caer.
Años de pelear a diario le fortalecieron lo suficiente como para derrotar al humano en un instante. No podía matarlo, si alguien más tomaba la posesión de su contrato, dudaba que fuera tan condescendiente como para cumplir la fecha de liberación. Lo dejó en el suelo, con una gran herida en su pecho y después de convencerse de que no se levantaría. Volteó a ver al felino quien respiraba a duras penas.
Con su hocico, sujetó la parte trasera del cuello del guepardo. Tal como había visto que las madres transportaban a sus cachorros en la manada. Lo levantó y empezó a caminar rumbo a su hogar otra vez. En su mente solo estaba una cosa: “proteger a Taemin ”.

SHADOW***adaptación 2min**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora