12.LA FAMILIA

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—Reconozco eso —susurró Taemin , el sueño todavía se hacía dueño de sus ojos—, el sentimiento que tu mirada muestra.
Cuando Taemin  despertó en la madrugada fue por el hecho de sentir una mirada en él. Y cuando abrió los ojos encontró una imagen que de alguna manera le hizo sentir nostálgico. Minho  estaba destrozado, lo podía notar en su forma de refugiarse en la oscuridad de aquella esquina, con el rostro apoyado en sus rodillas y viéndolo sin realmente hacerlo, porque cuando Taemin  se levantó, Minho  ni siquiera se percató de ello.
El moreno intentó bajar la vista y ocultarla entre sus manos, nadie conoció esa parte de él. De pronto ser transparente para Taemin  no sonaba tan mal. Tenía la confianza de que iba a ser de ayuda.
—¿Qué es lo que reconoces? —preguntó Minho , sintió a Taemin  sentarse a su lado y aquello solo lo hizo sentir un poco mejor.
—Algo parecido al desprecio, u odio.
—No podría odiarte —respondió de inmediato, con el tono de voz bajo, era de noche y sentía que si elevaba el tono un poco más alguien podría llegar a aquella habitación y romper aquel momento tan cálido.
—No —Taemin  rio, aunque más pareció un bufido—, no sentí que me odiaras —y es que Taemin  conocía aquel sentimiento a la perfección, aquella mirada que Minho  tenía en aquel instante, él la reconocía cada mañana en el espejo—, pareces odiarte a ti mismo.
Reconocía el sentimiento porque le era familiar, sentirse insuficiente para todo era lo que lo caracterizaba. Sin embargo, Taemin  nunca creyó ver aquella mirada dolida en el moreno. Se había enamorado de su fortaleza, de aquella que mostraba cuando iba a  protegerle o el sentido de humor que más que irritarlo empezó a hacerle reír. Taemin  empezó a querer a Minho  porque en él vio la fuerza que él nunca podría tener.
Solo que ahora, verlo tan deshecho, con aquella mirada que solo identificó en sí mismo hizo que se replanteara si es que le había enamorado solo la fortaleza de Minho .
Taemin  se sentó a lado de Minho  y con suavidad, casi con miedo a ser rechazado, apoyó su cabeza en el hombro del moreno. Con ese toque pudo escuchar un poco más de cerca los latidos rápidos del otro. No conforme solo con eso, elevó la mano y la posó justo sobre la del contrario, por ese pequeño instante se sintieron más cerca del otro.
—¿Estoy equivocado? —preguntó Taemin  en un susurro. Se sorprendió un poco cuando la mano libre de Minho  se apoyó sobre la suya.
—No.
Aceptarlo era bueno, Taemin  conocía bien aquel sentimiento, le recordaba en las veces donde se quedaba hasta tarde pensando en que no era suficiente. Cuando veía a Baekhyun salir de casa a altas horas de la noche y sentía que era su culpa que su hermano deba hacer todo lo que hizo, para criarlo. Y más cuando una vez lo siguió hasta donde, se supone, era su trabajo y vio el sufrimiento que el otro pasaba, solo para darle una buena vida a él. Baekhyun tenía una parte de su vida que nadie la sabía y que Taemin  nunca mencionaría.
—¿Tan malo es? —intentó preguntar Taemin , sintiendo un poco de paz en la respiración ya calmada del moreno— el que yo te quiera ¿es tan malo?
Minho  pudo ver un poco de dolor en los ojos de Taemin  y no supo más que sentirse peor. Porque así necesitara contarle todo aquello a Taemin , no quería hacerlo. Ese pasado que siempre le atormentaba le pertenecía y le hacía daño, temía que también lastime a aquel ser que se había acercado a él con todas las buenas intenciones que pudo conocer.
Por eso solo negó. Tan solo se atrevió un poco más, quiso ser un poco más osado, más de lo que siempre aparentaba. De esa manera, giró su cabeza hasta estar frente a Taemin  y con sutileza, casi con miedo, posó sus labios en la cabellera del contrario. Le agradaba la sensación de estar junto a Taemin , le hacía sentir más persona y menos animal, quizá esa era la razón de querer tenerlo a su lado para siempre.
—Simplemente es demasiado —susurró Minho , como si tuviese miedo de despertar a todos los de la manada en aquella noche. Bajó su vista hasta sus manos que a lado de las de Taemin  se veían maltratadas, con algunos arañazos que el tiempo no pudo curar. El contraste era tanto que el moreno las separó de las de Taemin , temiendo dañarlo—. No creo que sea lo mejor para ti. Tú estás destinado a estar con alguien tan amable como tú, cuyas manos no estén manchadas de sangre.
La pequeña risa de Taemin  pareció romper todo el ambiente. El castaño no parecía estar en lo mínimo lastimado por aquellas palabras. Parecía que solo le causaban cierta  nostalgia combinada con burla.
Antes de que el momento se desvanezca por completo. Taemin  sujetó el rostro de Minho  entre sus manos ya libres. Hizo que ambas miradas se encontraran y el moreno por primera vez vio tal fortaleza en los ojos del contrario. Aquellos ojos que solían estar repletos de inseguridades tenían tal determinación que sintió escalofríos.
—Te mereces el mundo si es lo que quieres —dijo entonces Taemin . Recordando las mismas palabras que su hermano le dio hace tantos años—. La vida no va a esperar a que te perdones a ti mismo. Por eso recoge, tus inseguridades, camina con ellas y cuando te sientas listo solo lánzalas y ya. 
Los ojos celeste de Taemin  parecieron brillar con la luz de la luna que se filtraba por la ventana. La vista, a ojos de Minho , era maravillosa. Su mirada parecía contener el mismo océano.
Minho  imitó la acción contraria y con sus manos casi temblorosas sujetó el rostro suave de Taemin . Sus dedos, sin embargo, empezaron a rozar un poco más de aquella piel. Trazando con su pulgar los labios de Taemin , sonriendo con él en el acto. Porque no sabía de dónde es que había salido aquel impulso, simplemente quería dejarse llevar por todo el cariño que le ofrecía.
Eran iguales. Minho  pocas veces mostraba la gran fuerza que tenía, sin embargo por dentro era frágil. Taemin  era débil, pero la fortaleza que tenía en su interior pocas veces mostraba su luz, y con ella parecía sanar cualquier herida. No había mejor complemento que el uno para el otro.

SHADOW***adaptación 2min**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora