10.LA INSEGURIDAD

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Minho  pudo haber reaccionado de miles de maneras, tal vez la emoción fue una buena opción para responder, pero el moreno no se sintió en absoluto alegre. Los ojos del moreno se tiñeron del más puro rencor y sujetó a Mark del cuello, en segundos el rubio ya no tocaba el suelo y a penas respiraba.
—No juegues conmigo —susurró. El odio era claro en su voz, la idea no parecía agradarle en lo más mínimo.
Después de bajar a Mark decidió seguir aquel día como si aquellas palabras nunca hubiesen sido escuchadas. Minho  no confiaba en Mark, lo culpaba de todo lo malo que había pasado. Ni siquiera volteó para verlo pero, aunque no quiso hacerlo, escuchó sus palabras:
—Puedes confirmarlo si gustas —gritó Mark desde su lugar, con una sonrisa que él usaba cuando sabía que las cosas podrían ir a lo que él quisiera.
Ya iba a ser mediodía. A Minho  no le agradaba la idea de dejar solo a Taemin . Porque Kai estaba en la manada todavía y conocía de su especial gusto en los guepardo. No iba a mantenerse tranquilo hasta que todo haya terminado correctamente. Por eso decidió dejar de pensar en ello y corrió hasta alcanzar a Taemin .
Taemin  estaba quieto justo al final de la manada, esperando el auto que Kristal  prometió prestarle para ir a la ciudad. A su lado, Kai mantenía la cabeza en alto y parecía estar diciéndole algo demasiado aterrador porque Minho  reconoció miedo en el aroma de Taemin . Aprendió que en la última raza en la que podía confiar era en los humanos.
Se apresuró hasta llegar a ellos y con disimulo apartó a Kai de Taemin , se había prometido cuidar al guepardo, como un pago por guardar su secreto. Iba a cumplir con ello. Con una mirada le advirtió al humano que mantenga sus manos y palabras alejadas de Taemin .
—El territorio de los lobos grises llega hasta la ciudad del este, donde estaba tu hogar —Kristal  se acercó a ellos con las llaves del auto girando en su dedo. Ella parecía estar muy consciente de la situación—. Así que puedes ir por allí sin problemas. Si quieres ayuda puedo decirle a uno de los centinelas que te acompañen.
—Yo voy a ir con él —se apresuró a decir Minho . Su mirada retadora seguía sin apartarse de la de Kai quien todavía estaba inmutable con una sonrisa de lado en sus labios.
—Prefiero ir solo —dijo Taemin  justo en el momento de entrar a la camioneta negra de la manada.
Solo que antes de que Taemin  pudiese asegurar las puertas. Minho  ya había entrado a su lado. El auto no arrancó en varios minutos. En los nudillos ya blancos de Taemin  se notaba la tensión con la que presionaba el volante. Intentando encontrar una manera en la que su corazón deje de latir con tanta fuerza. Porque él sabía que no debía confiar en el moreno y simplemente no podía olvidar los muchos sentimientos que tenía por él.
—Dije que prefiero ir solo —La voz de Taemin  sonó ronca, como si ocultara todo su enojo.
Minho  se dio cuenta de ello y, en un intento de confortar a Taemin  decidió salir de la camioneta, pero fuera Kai seguía esperando. Parecía buscar el mejor momento para tener a Taemin . Minho  de ninguna manera iba a dejarlos solos, debía proteger a Taemin , por eso volvió a su asiento y suspiró, decidido.
—Y yo dije que iría contigo —aclaró mientras golpeaba con suavidad el asiento en el que Taemin  iba sentado—, así que podemos irnos ya.
Taemin  apretó más el agarre en el volante y empezó a conducir. Resignándose a pasar todo aquel tiempo con Minho . Decidió que iba a soportarlo, que iba a aminorar el sonido de sus fuertes latidos cada vez que volteaba a mirar el perfil del moreno. Le causaba envidia verlo tan tranquilo mientras él sentía cada segundo como la presión incrementaba en su pecho.
Minho  no era diferente, solo que él había aprendido a ocultar el nerviosismo. Su vida se había basado en mantener la calma. Por eso, mientras fingía una calma que no sentía, volteaba cada ciertos minutos a ver a Taemin  e intentar descubrir si lo que dijo Mark era verdad o mentira. Él rogaba a todos los dioses, que alguna vez conoció, que sea un engaño.
Fue en el momento en el que veían la ciudad acercarse a ellos que Minho  decidió buscar la verdad por su cuenta.
—Lamento lo de Mark —Empezó a decir, buscando un camino para llegar a su pregunta correcta. Minho  debía ir con cuidado, más en aquel terreno que hasta él desconocía—. Sé que él te ilusionó con todas las atenciones que te daba y al final descubriste que ya tenía pareja. Quizá deberías buscar a alguien más —entonces vio en ese momento su oportunidad— ¿estás interesado en alguien más?
Taemin , quien parecía no prestarle mucha atención, detuvo la camioneta abruptamente, tanto que su cabeza impactó contra el volante. Sin embargo no se detuvo a pensar en el dolor. Taemin  buscó una salida inmediata, porque no se sentía preparado para hablar sobre ello. Por eso señaló un lugar e intentó su mejor engaño de sonrisa.
—Tengo hambre —Taemin  se apresuró a aparcar la camioneta y salir. Ni siquiera miró a ambos lados de la calle para cruzar hasta el puesto de comida que vio como salida.
Tal vez para muchos aquella respuesta sería más que obvia. Pero para Minho  aquel nerviosismo no significó nada. Él debía asegurarse correctamente de lo que Mark le había dicho, por eso seguiría buscando una respuesta.
Su mirada no se apartó de cada expresión que hacía Taemin . Mientras comían y Taemin  desviaba su  vista a cualquier nimiedad Minho  buscaba algún indicio de lo que sea que Mark le dijo. Pero solo encontró algunos sonrojos que no supo identificar. Le faltaba mucho para aprender sobre aquel sentimiento. La última vez que Minho  conoció a alguien que parecía presentar sentimientos por él, lo arruinó. Por eso quería estar completamente seguro.
Decidió preguntar solo cuando ambos ya estaban por terminar de comer. Minho  se dio cuenta que a Taemin  parecía agradarle demasiado el sabor de los mariscos, tomó nota sin saber el porqué. De pronto se le estaba haciendo común ver aquellas pequeñas cosas que a Taemin  le agradaban o desagradaban, le estaba tomando un poco más de atención.
—No has respondido mi pregunta —dijo, solo cuando vio que Taemin  ya había terminado de comer.
—¿Por qué te interesa de pronto? —Taemin  parecía no querer dar esa información— se nos hará tarde.
Taemin  pagó la cuenta y salió del lugar de inmediato. Minho  estaba seguro que si no lo hubiese alcanzado lo habría dejado en aquel lugar. El ambiente a partir de ese momento se volvió más callado. Entre todo el bullicio de la gente ambos sentían el silencio mutuo incómodo.
La primera hora de la tarde se la pasaron comprando alguna que otra medicina para los cachorros más jóvenes. Desde el ataque de los lobos negros varios de la manada habían muerto lo que dejó a varios cachorros sin familia y al cuidado de la alfa quien se hizo cargo con la poca experiencia que tenía. Chanyeol le prometió que ayudaría con ello en cuanto volvieran a la manada.
Minho  se limitó a cargar las bolsas que Taemin  le daba y se mantenía lo más silencioso que podía. Porque reconocía la tensión en los hombros de Taemin , como si con una sola palabra explotaría en gritos y llanto. Desde que le confesó su mentira, Taemin  no le gritó ni una sola vez y tampoco se mostró débil ante la traición. Le había demostrado la fuerza que hasta aquel momento desconocía.
En cuanto a los alimentos, realmente no había mucho que comprar. Ellos solían conseguir todo de la naturaleza y lo poco que compraban duraba varios meses. Así que en ello fue rápido y simple. Minho  no tenía más de una bolsa en su mano.
El único problema que tuvieron en la tarde fue en el momento de Taemin  queriendo ayudar a cargar las bolsas. Minho  se lo impidió unos segundos en los que Taemin  sintió ser desplazado a aquel arquetipo débil que él también se creyó en el pasado. Y sí, quizá no tenía experiencia en combate pero había algo que todos podían hacer. Por eso en un arranque de ira le dio un rodillazo justo en la entrepierna logrando que Minho  soltara algunas bolsas que Taemin  cargó con gusto. Esa era la única forma efectiva de dañar a alguien que conocía y que le funcionaba. 
Esa fue la primera vez en toda la tarde que Minho  vio una pequeña sonrisa en el rostro de Taemin  y solo por eso le permitió continuar.
Esa tarde, en una fuente al centro de una plaza la música se escuchaba estruendosa. Una fiesta solo de jóvenes con grandes parlantes y bailes provocativos. La camioneta con una banda al fondo era brillante y con varios anuncios de farmacias. Taemin  lo ignoró inmediatamente.
Minho  sintió cierta nostalgia en aquel lugar. Por eso, se apresuró a llegar a la camioneta, dejar todas las bolsas en los asientos traseros y tomar a Taemin  de la mano para llevarlo a aquel lugar. Taemin  le parecía esa clase de persona que no había disfrutado nunca de una buena fiesta, por eso quería mostrarle.
No le sorprendió en lo mínimo el ceño fruncido de Taemin  y lo llevó al centro de todo aquel mar de baile. Minho  siempre había visto esa clase de fiestas desde lejos y por ello quería compartir aquel momento junto a Taemin . Sentía que era algo demasiado significativo como para disfrutarlo solo.
Taemin  sabía cómo comportarse en ese tipo de situaciones. Baekhyun le había enseñado lo que debía hacer a la perfección y se lo demostró muchas veces. Solo que en aquel tiempo lo que aprendía tenía un solo objetivo “El conseguir distraer para robar” Por eso los movimientos de Taemin  eran llamativos, fluidos y demasiado atrayentes. Minho  se perdió en él varios minutos.
Taemin  era un guepardo, un felino que pocas veces se dejaba ver en la tarde y que llamaba bastante la atención. La perspectiva del mundo hacia aquellos gatos nunca cambiaría. Por eso las personas se acercaron a él con una intención de más. Porque muchos sabían que a pesar de ser peligrosos, eran un gusto que deseaban probar. El aroma de Taemin  delataba perfectamente la especie que era.
Minho  se dio cuenta a tiempo de las miradas de los demás. Por eso, sujetó aquella delgada cintura y lo acercó a él, advirtiéndoles con la mirada a los demás que mantengan su distancia.
En el momento en el que Minho  chocó miradas con Taemin . Justo en el instante en el que sintió cómo el corazón de Taemin  martilleaba con fuerza. Ahí, en medio de gente bailando y con la música a todo volumen. Se percató de las palabras de Mark. Porque el rostro sonrojado de Taemin  y aquellos ojos luminosos se le hacían conocidos. Iguales a los suyos cuando una vez estuvo enamorado.
Se dio cuenta que Mark le había dicho la verdad.
Pero solo sintió enojo. En su mente la misma pregunta le consumía lentamente “¿Quién era tan idiota como para enamorarse de él?"
Por eso tomó la mano de Taemin  y lo llevó a la camioneta, debían volver a la manada de inmediato. Quería hablar con Mark sobre ello.
Dejó a Taemin  en el asiento del copiloto, le abrochó el cinturón de seguridad y luego el subió directo a conducir. Su rostro estaba pálido y en su ceño fruncido se notaba perfectamente el enojo que sentía. De vez en cuando golpeaba el volante mientras el auto avanzaba, intentando desquitar su frustración en ello.
—¿Por qué? —¿Por qué le gustaba a alguien tan bueno como Taemin ? Esa era la pregunta que seguía en su mente.
Recién empezaba a anochecer y Taemin  sentía el aroma de Minho  más fuerte, el enojo claramente pegado a él. Guardó silencio porque sabía que no era el momento adecuado para preguntar.
Cuando llegaron a la manada, Minho  bajó de un salto de la camioneta y azotó la puerta para cerrarla. Para suerte de ambos un centinela estaba cerca y al percatarse del problema se ofreció para llevar las bolsas de compra a donde correspondían. Taemin  le agradeció el favor y siguió a Minho , porque creía que le explicaría el motivo de su enojo repentino.
Minho  se detuvo un momento en la puerta de su habitación y con una mirada le pidió a Taemin  que entrara. Mark estaba dentro y se levantó de su descanso en cuanto sintió el aroma a enojo en Minho .
Cuando la puerta se cerró y los tres se quedaron dentro. Minho  quiso poner en claro bastantes cuestiones que estaban destrozando su mente en ese momento porque él seguía con aquel pensamiento “¿a quién podría gustarle?”

—¿Por qué? —empezó Minho , sus puños cerrados demostraban el gran trabajo que le costaba mantenerse sereno— ¿Por qué de entre todas las personas amables y buenas que te rodean te has interesado en mí?
Taemin  perdió el aliento en cuanto escuchó todo. Llevó su mano al pecho, intentando que el corazón deje de latir con tanta fuerza mientras su otra mano buscaba un lugar en dónde apoyarse porque sentía sus rodillas temblar. Estaba siendo cuidadoso en no mostrar de más su nerviosismo cada que estaba con el moreno pero parecía no haber funcionado.
Mark intentó acercarse a él para ayudarlo a mantenerse de pie, sin embargo la mano de Minho  le impidió hacerlo, en su mirada había una amenaza implícita que le indicaba que si se acercaba un poco más a Taemin  no sobreviviría de aquel día. Por eso suspiró y retrocedió, de vuelta al lugar en el que estaba.
—Está bien, escucha —Minho  quería de alguna forma ignorar ello, lo necesitaba porque sentía que estaba a punto de quebrarse—, si me dices que estoy equivocado entonces voy a creerte —Se acercó a Taemin  y lo sostuvo de los hombros— si me dices que no es cierto voy a creerte y en cuanto todo acabe voy a alejarme de ti. Solo niega con la cabeza y entonces voy a asumir que estoy equivocado.
Taemin   sintió el pequeño dolor en su pecho acrecentarse más. Las lágrimas estaban ya amontonándose en sus ojos. No veía rechazo en los ojos de Minho , pero el enojo que este tenía le lastimaba aún más. Como si viera aquel sentimiento hacia él como una carga, un peso que no estaba dispuesto a cargar.
Se vio tentado a negar, a fingir que aquello era mentira y que realmente no estaba interesado en lo más mínimo en Minho . Quería mentirse a sí mismo también pero no pudo. Por eso bajó la cabeza y escondió la vergüenza de sentirse una vez más como una carga. Calló cada grito que quería dar porque no se sentía demasiado fuerte en aquel instante.
Minho  suspiro, sintió un dolor en el pecho, como una herida que se volvía profunda a cada minuto. Soltó a Taemin  y alzó la vista al techo, en un intento de que las lágrimas en sus ojos no cayeran y lo delataran. Minho  quería gritar con tantas emociones pero ninguna era más fuerte que el enojo.
—¿Por qué? —volvió a preguntarle.
—Minho  —Mark intentó ayudar— lo estás lastimando.
—No.
Minho  tomó el mentón de Taemin  e hizo que le viera a los ojos. Le obligó a mantener la mirada frente a la suya y volvió a preguntarle lo mismo. El silencio que Taemin  le dio fue más que suficiente para saber que no tendría respuesta a aquella pregunta. Quizá ni siquiera Taemin  sabía la razón exacta, por eso decidió cambiar la pregunta. Una última esperanza para Minho .
Las manos le temblaban, pero nadie se dio cuenta. Todo el cuerpo completo de Minho  temblaba porque la siguiente pregunta que haría le rompería mucho más que antes.
—¿Qué es lo que ves en mí? —preguntó. Sus ojos en Taemin  y esperando una respuesta, sin embargo un nuevo silencio se hizo— ¿A quién podría gustarle yo?
Porque Minho  siempre estaba preparado para recibir golpes, para el borde de la muerte incontables veces. Pero nada lo había preparado para aquel sentimiento de felicidad que afloraba al darse cuenta que alguien lo veía como algo más que un animal.
—Mark —quiso confirmar que su apariencia no haya cambiado desde que dejó el hogar de Kai—, ¿Qué ves en mí? Solo sé sincero.
Mark fue más que sincero al responder.
—Una bestia —respondió el rubio, rápido y simple. Sincero.
Esa misma respuesta que Mark le había dado, esas misma palabras eran las que esperaba de Taemin . Todos lo habían visto como eso, solo como eso.
—Entonces —Minho  soltó a Taemin  y se alejó, el temblor en sus manos ya era demasiado notorio— ¿por qué? Taemin  —lo llamó—, ¿por qué dónde Mark ve una bestia tú ves a alguien a quien querer?
Era la primera vez que veían a Minho  tan frágil. Lucía perdido, dolido, desprotegido. Taemin  nunca antes había sentido tanta pena por alguien.
Quiso ir a abrazarlo pero en cuanto dio un paso Minho  levantó su mano temblorosa y al sentirse asfixiado salió de la habitación.

SHADOW***adaptación 2min**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora