8. Wildest Dreams

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—¿Te puedo besar?

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—¿Te puedo besar?

¿Eh? Digo, ¿Eh? ¿Era en serio lo que me estaba preguntando?
Estaba atónita, creí que había escuchado mal, y solo lo miraba sin palabras. Solo pude decir:

—Sí.

Y acto seguido estábamos besándonos, algo normal, normal para dos adolescentes que se gustan, y jamás se habían visto como familia, y si lo veíamos asi, sería un tanto raro.

El beso estaba bien, digo, besaba como una persona normal, y yo no era una experta, solo me dejaba llevar.
Claro, me dejé llevar tanto, que no sé como terminé en su cama.

Luego de una larga sesión de besos, gemidos ahogados, suspiros y entre más cosas. Finn se tiró a un lado de mí.

Nadie decía nada, la habitación estaba en silencio a excepción de las respiraciones agitadas que había en el aire.

(...)

Desperté, lo primero que hice fue recordar todo lo de anoche, no sabía que iba a pasar con Finn, digo, era obvio que seguiría con su vida normal, él se cogía a todas las que pasaran, sin compromisos ni con ganas de seguir con una relación, era obvio que yo no sería la excepción.

Me obligué a dejar de pensar en eso, y me metí a bañar.
Era jueves, y al día siguiente saldrían los resultados de las audiciones, estaba nerviosa pero feliz. Salí de bañarme, me vestí, toda de negro con una sudadera roja. Justo cuando dejaba de pensar en lo que pasó anoche, mi celular sonó.

Finn Wolfhard

Buenos días, linda
dormiste bien?

Ese mensaje me sorprendió, ¿Finn? ¿Mandome mensajes después de tener sexo? Definitivamente no era nada personal, somos amigos y ya está.

buenos días, finn
sip, tú?
cómo va tu mañana?

muy bien, te veo
en un rato

Eran las 7:00 cuando bajé a desayunar, mis padres, Noah y Chloe estaban en la mesa. Todos estaban desayunando y hablando de sus cosas.

—Buenos días —saludé y todos saludaron igual.

Me senté a comer y luego de unos minutos Clair, y su hermano entraron.

—Hola, buenos días.

—Buenos días.

Ambos saludaron y todos respondieron.

—¿Ya nos vamos? —preguntó Clair ya que ambas queríamos y teníamos que llegar temprano.

—Si, solo dejen me lavo los dientes. —Subí corriendo las escaleras y rápidamente lo hice.

Bajé y mi madre habló.

Mi suerte // F.WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora