15. Quererse

3 1 0
                                    

—Avisenme cuando lleguen tus hermanos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Avisenme cuando lleguen tus hermanos. —Asentí y subió las escaleras—. Hasta mañana, amor, descansa.

—Tú también, papi. Gracias.

No dijo nada más, sólo subió y yo encendí la tele. Estuve viendo una película, hasta que me aburrió, habían pasado solo 40 minutos, asi que subí las escaleras y bajé la guitarra que estaba en mi habitación.
Toqué un rato la guitarra, no fue mucho tiempo, ya eran las 12:00 de la noche, y escuché como se abría la puerta, dejando ver al ruloso que tomaba con un brazo a mi hermano y con el otro a mi hermana, a Luccas tratando de no tirar a su novia.
Rápidamente me levanté y tomé a Chloe.

—Chloe, debes controlarte. Mira como te pones.

—No eres mi mamá. Sólo eres una niña pequeña, aún así te quiero.

—Yo a tí, pero eso no quiere decir que está bien tomar tanto.

—¡Oh, cállate! —gritó Noah y todos siseamos.

—También lo digo por tí.

Los cuatro estaban muy ebrios, a excepción de Luccas que ese aún se salvaba un poco. Al menos él si se podía mantener de pie.

Llevamos a Chloe y Noah a sus habitaciones, Luccas llevó a Sophia a la mía, mientras que él dormiría en casa de Finn.
Dejamos a Sophia y a Luccas en mi habitación, sin ningún tipo de morbo, Luccas solo quería cuidar a su casi novia en pleno estado de ebriedad.

Nosotros aprovechamos y bajamos a la cocina.

—¿Y bien? ¿Qué tal la pasaste? ¿Se puso divertida la cosa cuando me vine? —pregunté sin verlo a los ojos, en lo que sacaba dos botellas de agua, una para él y otra para mí.

—____, no hice nada, te lo prometo ¿Sí? —Se acercó a mí y me tomó de la mandíbula, para darme un corto beso que correspondí.

—No dije eso, confío en tí. Sólo quería saber si te habías divertido.

—Pues sí, la verdad es que hice nuevos amigos, no sé porqué me he cerrado a la oportunidad de conocer a más personas.

—Cuando entres a la universidad conocerás aún
más... —Un silencio incómodo se formó.

Bien, nuestro primer silencio, nunca nos habíamos quedado sin palabras.
Estábamos abrazados, yo recargada en la puerta del refrigerador y el con sus manos en mi cintura, yo con mis manos en su pecho. Mientras mirábamos a lados contrarios.

—¿Qué pasará con nosotros cuando te vayas? —pregunté y traté de mirarlo a los ojos.

—Bonita, no pensemos en eso ahora. Nos queda la mitad de la primavera y todo el verano.

—Sólo no quiero hacerme la idea de que estaremos juntos, y después sólo quieras terminar por la distancia.

—No pasará, créeme. Y pronto le diremos a Noah y Clair que estamos juntos, ¿Sí?

Mi suerte // F.WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora