1. Finn Wolfhard

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—¡Llegué! —grité y dejé mi mochila sobre el sofá

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—¡Llegué! —grité y dejé mi mochila sobre el sofá.

—¡Cocina! —gritaron de vuelta.

Fui hacía allá.

—Hola, Finn, ¿Qué hay?

—Hola, _____ —saludó.

—Papá y mamá están arriba, les avisé qué llegarías tarde —habló Noah.

—Gracias...

—¿Cómo estuvo "la tarea" con Sophia? —Hizo comillas con las manos.

—¿Como qué "la tarea"? —Lo imité—. Yo si voy a hacer la tarea, no como tú.

Noah era mi hermano mayor, por un año.
Casi siempre nos llevábamos bien, nuestra relación normalmente era muy buena.

—¿Cómo te fue con Jones? —preguntó Finn.

Finn era el mejor amigo de mi hermano, también tenía 17 años, era muy alto, de rulos, blanco y con facciones muy marcadas, en pocas palabras: era muy guapo.
Nos conocíamos desde que nací, mis padres y sus padres eran amigos desde que ellos estaban en el preescolar. ¿Cómo es que podrían ser amigos desde chicos?
Básicamente éramos familia, y Finn se la pasaba pegado a Noah, al igual que yo con la hermana de Finn, Clair.

Clair era un año menor, pero aún así pasábamos la mayor parte del tiempo juntas. En cambio con Finn, casi no hablábamos, era una relación extraña, si podríamos pasar tiempo juntos, había veces en las que pasaba más tiempo con Finn que con Clair, pero no hablábamos de temas tan profundos, nos apreciábamos, y nos caíamos, nada fuera de lo común.

Lo miré confundida y ambos chicos suspiraron.

—Clair nos dijo, que Sophia te estaba ayudando a que te vieras con él. —Hice un "Shh" y volteé para las escaleras afirmando que alguno de mis padres no hayan bajado.

—¡Okay! Si, nos vimos, pero fue porque le tenía que entregar algo, ¿Sí? No vayan a decir nada, no pasó nada, ni pasará.

—No, no pasará, porque si mamá se entera, te vuelve a internar...

—Pues no pasará, es la última vez que lo veo, lo prometo. Dile a Clair que ella y yo hablaremos seriamente, iré a bañarme. —No dije nada más, solo tomé mi mochila y subí las escaleras.

Jeremy era mi ex novio, y me había hecho daño, abusó psicológicamente de mí, me manipuló y esas cosas, luego le dije a toda mi familia y a la de Finn, y lo odiaron —en realidad nunca lo quisieron— y después de una semana en depresión diagnósticada, sin comer, sin levantarme de mi cama, volví con él.
Al parecer me dolía más estar lejos de él que estar ahí, con una persona tan... insensible, y bueno, mi madre dijo que estaba loca, me hizo terminarlo y me metió a una clínica de rehabilitación, ¿Para qué? Para drogadictos, al parecer mi mamá quería que estuviera ahí como si fuera una adicción, como si tuviera síndrome de abstinencia, por lo visto fue más efectivo, ya que dejé de verlo, y dejé de extrañarlo, esas clases en línea de psicología de dudosa información le habían ayudado más de lo que creíamos.

Mi suerte // F.WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora