Narra Emilio:
Iba manejando el coche rumbo al trabajo, mientras recorría las calles iba pensando en él, en Irving, realmente siento algo por él, sé que está muy mal pero no puedo reprimirlo.
Se me había ocurrido una idea para poder expresarle lo que siento por él, pero de una forma no tan directa para que no lo tome de sorpresa y no se enoje conmigo.Llegué y empecé a dar las clases normalmente como todos los días. Hoy, el grupo de alumnos en el que está él, es después del recreo. Llegué al salón unos minutos antes a la hora de entrada del receso, cuando nadie se encuentra en el aula.
Entrando me acerqué a la mochila de Irving e hice lo que tenía que hacer.Me senté en mi respectivo lugar con nervios y hasta un poco de miedo pero bueno, lo quiero y haría cualquier cosa para poder estar con él.
Cuando él llegó, se le notaba decaído, su aura era diferente, pues no mostraba una personalidad alegre sinó todo lo contrario.
También muy serio, cuando lo miraba el apartaba la vista hacia otro lado, cuando le regalaba sonrisas él agachaba el rostro y las pocas veces en las que sí me veía no me contestaba el gesto.
¿Qué tendrá? ¿Le habré hecho algo que lo hizo sentir mal?Narra Irving:
Entré al salón y me senté en mi lugar, tomé la decisión de ya no mirarlo ni sonreírle, me resultó bastante complicado dejar de hacer eso pero lo tengo que hacer por que si lo sigo haciendo se dará cuenta de que me gusta y no quiero que sepa eso.
¿Cómo reaccionaría sí se enterara? Tal vez se burlaría de mí y quedaría humillado frente a toda la escuela.Sentía que el tiempo pasaba más lento de lo normal pero al fin llegó la hora de la salida, me acerqué a mi amigo y le dije:
Oye Álex, ¿Quieres un rato a mi casa? Tengo algo que contarte.
Sí claro, vamos.
Íbamos caminando juntos rumbo a mi casa, durante el camino no dejaba de pensar en cómo decirle las cosas, llegamos y entramos, él se sentó en el sillón, yo le ofrecí algo para beber me dijo que no, me senté en otro sillón al lado de él, separados por una distancia de no más de un metro, cuando le dije:
Mira, lo que voy a contarte es algo que no es algo que no tengo ni idea de cómo empezar, pero te lo voy a decir por que eres mi mejor amigo y te tengo confianza. Dije nervioso.
Está bien, te escucho.
Es que, creo que sí tienes razón, creo que sí me gusta el profe de matemáticas pero no sé qué hacer. Dije apunto de llorar.
Así que, ¿Lo que quieres es un consejo?
Pues algo así
Mira, yo nunca he tenido pareja, pero si quieres un consejo yo te recomiendo que le digas lo que sientes por él.
Pero sí él no siente lo mismo por mí. Respondí con gruesas lágrimas en mi rostro.
Pero por lo menos te sentirás liberado de ese sentimiento.
No lo sé, me sentiría muy mal si me rechazaría.
Seguíamos hablando de ello y demás temas variados, perdimos la noción del tiempo por estar conversando tanto, cuando a ver el reloj y eran ya las ocho de la noche, estaba por llegar mi madre y fue cuando Álex me dijo:
Bueno, yo ya me tengo que ir, es demasiado tarde.
Sí está bien, muchas gracias por escucharme.
No te preocupes, para eso están los amigos. Dijo él mostrando su sonrisa.
Caminamos hacia la puerta y me dice:
Espero que decidas hacer algo para que ya no sientas ese sentimiento dentro de ti. Me lo dijo dándome un cálido abrazo.
Lo voy a intentar, te lo prometo.
Y se retiró, mi mamá llegó veinte minutos después, trajo comida así que nos sentamos a cenar, acabamos y nos fuimos a dormir.
Por estar platicando con Álex se me había olvidado hacer la tarea, así que me dispuse a hacerla.
Al abrir la mochila y sacar los libros noto que un pequeño sobre cae al suelo, con desconcierto lo agarro, al frente del sobre decía: Para Irving.Lo abrí y adentro había una pequeña nota que decía:
Hola, te escribo ésta nota para decirte que me pareces un chico muy lindo. Día a día me deleito con tu belleza y al final de todos los días, cuando llego a mi casa, deseo que amanezca ya para volver a estar cerca de ti.
Me quedé sorprendido con tal mensaje, ¿Quién habrá dejado ésto en mi mochila? Y a qué hora que no me dí cuenta. Cómo es posible que yo le guste a alguien, decidí mejor guardar todo y mejor saqué mi diario y empecé a escribir:
Quiero escribir hoy le confesé a mi amigo Álex que estoy enamorado del profe de matemáticas, me recomendó que le expresara mis sentimientos pero no lo sé, me siento muy confundido por no saber cómo manejar la situación.
Hoy también me pasó algo muy extraño, encontré un recado de alguien confesándome su amor, trato de pensar quién puede ser pero no se me viene nadie a la memoria.
Puse la nota en el diario y lo guardé bien como siempre para que nadie pueda encontrarlo.
Me acosté en la cama, no tenía ánimos para hacer la tarea, estaba muy agotado por todo lo que viví a lo largo del día, así que cerré mis ojos cansados y me quedé profundamente dormido.
ESTÁS LEYENDO
Enséñame a amar
RomanceIrving, un chico de dieciséis años, introvertido, serio y depresivo empieza a florecer en él el sentimiento romántico al ver a la persona equivocada, o tal vez no. Una historia llena de sorpresas, dolor, traiciones y finalmente después de la tempest...