Capítulo 11 "Nueva vida"

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Narra Irving:

Durante la noche, mis sueños eran interrumpidos por la imagen de él, despertaba y en ese momento solamente podía pensar en una sola cosa, en lo maravilloso que serían los días siguientes. Ni siquiera me importó la desagradable situación vivida momentos atrás, a mi mente ya no le importaban los pensamientos malos, ya es hora de empezar a vivir de verdad, disfrutar cada cosa que nos regala la vida con la persona que más amo.

Me encontraba ya despierto, desayunando con una gran soledad a mi alrededor pero eso no importa, estaba listo, entusiasmado por empezar éste día. Soñaba despierto y lanzaba suspiros de amor, pero el sonido de alguien tocando la puerta me sacó de ése hermoso sueño. Me molesté un poco, rápido fuí a ver quién era, al abrir la puerta y ver ahí la figura de mi ser amado. Levanté la mirada para verlo mejor y ahí estaba su hermosa sonrisa de dientes blancos y labios apetecibles, su linda sonrisa se encontraba circundada por una barba perfectamente arreglada de color castaño casi rojizo, sus ojos color avellana mostraban un brillo sútil dándole a su mirada un efecto hipnotizante. Su cabello del mismo color de la barba y se encontraba peinado hacia un lado y vistiendo un elegante traje impecable, se notaba que había tardado un buen tiempo arreglándose.
Con voz gruesa y profunda pero a la vez dulce y agradable dice:

Hola Irving.

Al escuchar decir mi nombre hace que mi alma se estremezca.
Yo no podía dejar de mirarlo, se veía tan atractivo. Lo invité a pasar, él agradeció y sentó en el sofá, yo fuí y me senté a su lado. Nadie decía nada, los dos mirando fijamente al frente y bastante nerviosos, él cortó el silencio diciendo:

¡Ah!, ¿Quién cumplió años? Dijo al ver las decoraciones de fiesta.

Yo, ayer cumplí diecisiete años.

¿Enserio? Dice sorprendido. Perdoname por favor, no tenía ni idea, soy un mal nov... Una mala persona por no acordarme de tu cumpleaños, ni siquiera te he dado un regalo.

Se equivoca, usted me ha dado el mejor regalo que yo haya recibido nunca. Dije refiriéndome a su declaración de amor.

Ay peque, tenía mucho miedo, cada noche soñaba con ese maravilloso día y hoy está sucediendo.

Él, con algo de lágrimas en sus ojos, se acerca a mí para darme un cariñoso abrazo, lleno del más puro amor que pueda haber.

Narra Álex:

Parecía ser una mañana perfecta, estaba ansioso de poder llegar ya a la preparatoria para poder hablar con Irving, quería saber qué tal se la había pasado en su fiesta de cumpleaños, la cual no pude ir por culpa de mí padre. Es el primer cumpleaños al que no he podido asistir, siempre voy y por mi falta me siento un traidor, he faltado a la promesa de siempre estar en nuestros días importantes pero no tuve otra opción que faltar, sí mi padre se entera que todavía Irving es mi amigo me mataría.

Comenzaba a vestirme, unos ruidos extraños los cuales provenían del piso de abajo, llamaron mi atención pero no les dí mucha importancia hasta que los sonidos se incrementaron, fue ahí cuando pude saber de que se trataban de gritos.

Oh no, otra vez no por favor. Era lo único que estaba en mi mente.

Rápidamente bajo las escaleras, encontrándome con la escena de mis padres peleando. Se gritaban, mi padre estaba apunto de darle un golpe a mi madre, el miedo paraliza mi cuerpo haciéndome incapaz de hacer un movimiento, mi cuerpo reacciona y me voy de regreso a mi habitación, entrando y cerrando la puerta rápido para luego recargar mi espalda en ella y resbalando mi cuerpo lentamente hasta quedar en posición fetal en el suelo, llorando un largo rato allí. Esa horrible imagen pudo desbloquear recuerdos pasados que creí que ya estaban olvidados. Yo a los seis años, llorando en el sofá con mis padres peleando frente a mí, de un solo golpe pudo arrojar a mi mamá varios metros al frente, impactó en la pared y luego cayó al suelo, mi padre se acerca a mí, me apunta con el dedo.

Enséñame a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora