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-Para, para, para-

-¿Qué pasa?- Sales de debajo de las sábanas, mirando a la misma dirección que Chisaki.

-El puto gato ese gordo-

Ambos miran a Albóndiga, siempre los miraba en estas situaciones, pero Chisaki ya estaba harto.

-¡Sácalo!-Se queja tapándose la cara, la cual estaba roja hasta las orejas.

-Ay chico, haces mucho drama- Ríe la muchacha y se acerca, se cuela entre la barrera de sus manos y le planta un beso suave a Chisaki. Un beso de agarre, al que él no se podía despegar fácilmente.

-Ay chica...- Musita en la distancia muy corta de sus labios una vez terminan los besos. Cerró los ojos con fuerza al escuchar un maullido, apretó la nariz y los labios en señal de molestia.
-No puedo con el gato- Se sale de debajo tuyo dejándote perpleja. Con la boca entreabierta en una sonrisa incrédula.

-Me acabas de arruinar el polvo- La mujer mira al gato, quien simplemente maúlla.
-No joda- Lo empuja haciéndolo caer de la cama.

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-Dios...- Chisaki volvía de otra reunión con el jefe de policía. Cansado, y realmente fastidiado.

Ya habían empezado los arrestos. Por todos lados caían villanos y criminales. Las calles se estaban limpiando con demasiada rapidez. Justo ahora, la ansiedad de Chisaki aumentaba junto su paranoia microfóbica. Se ponía la máscara nuevamente, sobrepasaba las cosas mil veces y limpiaba la casa entera todo el día.

-Nene...- La mujer intentaba llamar la atención de su compañero.
-Chico...- Estaba sentada en el sofá viendo una película mientras Chisaki caminaba de un lado para otro. Pensaba en quién faltaba, y todos eran muy peligrosos. Uno de ellos, el obvio Shigaraki. Le sorprendía como el idiota era tan difícil de atrapar. Debería ser pan comido a este punto.
-Chisaki-

La seguía ignorando. Seguía pensando. Quizás deberían poner cortinas negras. ¿Los estaban vigilando? Quizás, los hijos de puta podrían haberlo encontrado ya.

-¡Kai!- Por fin detuvo sus círculos ansiosos. Miró a la mujer, siempre tan hermosa y poco refinada.

-Dime ma'- Ella sonríe ligeramente por el sobrenombre y le hace seña de que se acerque.

-Vente- Le palmeas un espacio del sofá en el que él se sienta.
-Cuéntame-

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-Y...Y p...pues...- Jadea, no sabía si odiaba o amaba esto. Se la estabas chupando como por tercera vez en el día mientras hablaba. Había hablado varios minutos llevando su ansiedad a un límite tan alto que la sangre corría a todos lados. Cosa la cual aprovechaste, honestamente, era difícil prestarle atención viendo la dureza de sus pantalones. Así que decidiste bajarle la tensión. Estabas recostada en el sofá, con el pecho levantado sobre tus codos y tu cabeza subiendo y bajando los labios por su tronco.
-Dios...- Puso las manos en tu cabello, empezó a moverte a mayor ritmo por uno o quizás dos minutos en los que te ahogaste de vez en cuando hasta dejarse liberar en tu boca.
-Agh...- Gruñe metiendo por última vez todo en tu boca.

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-Ajá y ya sabes, pues eso me preocupa- Ahora estaban recostados uno junto al otro en el sofá. Supuestamente miraban la película, pero realmente hablaban de las preocupaciones de Chisaki.
-Y el puto gato este gordo que no me deja coger en paz- Se queja agarrando a Albóndiga y jamaqueándolo.

-¡Déjalo!- Lo regañas soltando una risa.
-Mi amor, estás demasiado ansioso...-

-Lo sé, ¿pero qué quieres que haga?- Ella ríe.

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-Cómetelo-

-¿Qué? ¡Esto es droga T/N!-

-Es mariguana, le hace bien al alma-

-Literalmente te tuve que rehabilitar con tu padre como por 6 meses- Dice entre dientes regañandote por tu oferta.

-Chisaki, ¿cómo crees que mi papá me soportaba? El amor de padre no dá- Ella ríe mirando la expresión de Chisaki.

-¡No me voy a comer ni fumar nada de esto!-

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-...¿Esos son sonidos?...-

-Yo digo...que sí...- Ambos estaban recostados en el pasto del patio trasero, era de noche y miraban las estrellas.

-Mierda...- Chisaki ríe mirando a todos lados con lentitud.
-Estoy...en el carajo...- Un brazo lento inserta un fili a su boca, suspira pesadamente y luego aleja el objeto soltando humo por la boca y nariz.

-Ese es el último que te fumas, ¿eh?- La chica ríe y él también.

-Seh...- Toce a causa de estar fumando.

-¿Nunca habías fumado?-

-Una que otra vez...¿Y tú?-

-Fíjate...No me gusta fumar, pero lo hago una vez cada milenio- Ríen.

-¿Tan vieja eres?- Ella cchasquea la lengua con molestia y le pega en el pecho a Chisaki. Ambos ríen.

-La mariguana no es del todo mala si sabes usarla moderadamente.-

-Eso dicen los drogadictos-

-Chisaki...-

-¿Mhm?-

-Te das cuenta que estamos fumando mariguana, ¿no?-

-Obvio- Frunce el ceño y entrecierra los ojos en una mueca divertida.
-Pero nunca dije que la mariguana fuera buena.-

-Pero te la disfrutas-

-Nunca pensé decir esto...pero awebo- Ríe contigo.

-Te amo-

-Yo también te amo Bojack Horseman-

-¡Hey! Te pasaste. ¡Dame el fili!- Ella se levanta dispuesta a quitarle lo dicho. Chisaki aparta el brazo mecánico mientras ríe y aparta a la mujer.

Se escucha el ruido de unos arbustos. Ambos voltean guardando silencio.

-...¿Los dos tenemos la misma alucinación o ahí hay algo?...-

-Creo que...Estoy muy drogado para esto...- Argumenta Chisaki.

Se vuelven a escuchar los ruidos en el arbusto y ambos se levanta rápidamente corriendo dentro de la casa.

-¡Joputa corre!- Cierran la puerta con seguro.

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-Chisaki...-

-Zzz...- Chisaki se había quedado dormido apenas tocó la cama. Tu aún tenías algo de miedo pero decidiste que aquello solo había sido parte de tu imaginación.



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Sé que es corto, pero todo tiene su motivo.

Esta historia está muy próxima a acabar.

Para que sepan, yo dejé de ver My Hero Academy hace mucho, así que los próximos personajes pueden o no ser inventados y el contexto puede no tener NADA que ver con la serie.

La arcángel y el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora