Un día después de que te fuiste, mi amor, todo siguió igual.
Las cosas pendientes de mi día a día siguieron ahí, la mañana siguiente de que te fuiste, me levante igual que todas las mañanas y a penas noté tu ausencia. Tuve responsabilidades cotidianas, aunque no tenía ganas de hacer nada.
Al día siguiente que te marchaste, la guerra siguió, el hambre no había acabado y no había paz mundial, como siempre.
El mundo giró, la tarde trajo a la noche como suele suceder diariamente; parecía que nada había cambiando, como si mi mundo no estuviera de cabeza.
Estaba segura de muchas cosas, como que no quería llorar, no había razón alguna para hacerlo; hasta ese día me había jactado de la frase que yo misma invente: si alguien que no te quiere se va, no perdiste nada.
Pero llevar a cabo este olvido, este desarraigo, estará complicado; y no porque fueras tan especial, si no, que el lugar que te había dado en mi vida era bastante importante: eras mi impulso diario. Y como simplemente eras mis ganas de seguir, no significa que no seguiré.
Puedes irte con total libertad, muchas personas tocan a diario las puertas para poder pertenecer a esta rutina mía a la que llamo vida.
No debes pensar que haré, porque me las apañaré, ni siquiera te preocupes por si lloro, ya lo intenté y simplemente las lágrimas no llegan, pero estoy segura que mi destino no es llorar por hombres infelices que no son capaces de tomar las riendas y darme lo que busco.
Que te vaya a extrañar no lo sé, no creaste tantos hábitos junto a mí, no habrá un desayuno que heche de menos, ni una cena que tuviéramos planeada, me encargué de eso, de no dejarte cabida a ningún recuerdo perpetuo de tu estancia por mi vida, sabía que sería breve; y es que las personas como tu no duran con personas como yo, tan sinceras y de firmeza; estás acostumbrado a las mentiras y al chantaje.
Duele el tiempo, porque decirte adiós no lo sabré, porque nunca te lo diré.
Tomaste tu camino y te fuiste voluntariamente, sin ganas de volver por lo que yo, tan egocéntrica y orgullosamente acepto, pero no apoyo. Espero tu camino sea ameno, y que un día de vez en cuando cuando te pase algo realmente extraordinario, te recuerdes de esta loca,esta loca que acompañaste por tan breve temporada.