ME HE DESPEDIDO MIL VECES DE ESTE AMOR
Pero juro que cada vez me parece más la última.
Se me está olvidando cómo soltar, a pesar que casi siempre se me es fácil.
Pero somos un caos. Y NUNCA UN CAOS ME HABÍA LLENADO TANTO. No se si es porque me gustan los problemas, porque tenga oculto debajo de esta rudeza una baja autoestima, y busque mi propia miseria; o porque simplemente estamos destinados a ser, a encajar, a compensarnos, a curarnos mutuamente heridas que no causamos; porque fuiste un regalo... o cualquier razón que se me ocurra.
Ni siquiera debería de llorar, porque ya todo está perdido, ya se el final AUNQUE RETRASO CON TODAS MIS FUERZAS LA LLEGADA DE ESTE.
No quiero pensar en que ya no tendré tus brazos nunca más, porque tus brazos no tienen la culpa de lo que hace tu mente. Me acostumbre a esa calidez; y si, eso fue el mejor regalo que me diste: tú calidez, que hizo que se me llenara el corazón una vez más, que me hizo suavizarme una vez más.
Todo lo que dije siempre fue verdad: aunque mi realidad no esté de acuerdo con la tuya; aunque para vos mis criterios no sean válidos. Nunca fue mentira que te ame. Nunca fue mentira lo que soñaba aunque lo creyeras así, aunque siguiera sin demostrarlo, te juro que todo lo que me ofrecías lo anhelaba, y se que actué como si no me creyera merecedora, LO DESEO.
Mi triste realidad, ¡NO PUEDO RENUNCIAR!
